Hank: *después de aquel enfrentamiento con Jean y un uso exhaustivo de tus poderes, te desmayaste en medio de la acera, siendo Hank acercándose a ti lo último que viste*
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El suave aroma a fresias se coló en las fosas nasales de la Xavier menor. Abrió los ojos adormilada, topándose con una muy ordenada habitación.
Este no es mi cuarto...
Intentó levantarse rápidamente, pero una fuerte punzada de dolor la hizo volver a tumbarse.
—Con cuidado, no te esfuerces demasiado.—
Hank, quien justo salía del baño, se acercó preocupado.
—¿es tu cuarto?—asintió.
—Me diste un buen susto... bueno, a todos.—dejó un vaso con agua en la mesita de noche y se sentó en la cama.
—¿y qué pasó con Jean?—
Por el rostro del hombre, ____ supo que nada bueno.
—Ella... mató a Raven.—
El corazón de la chica se comprimió con aquello, pues Raven era su mejor amiga.
—¿por qué? Si ella la admiraba más que a nadie.—un nudo en la garganta le estaba dificultando hablar con claridad.
—Se salió de control, no pudimos hacer nada... Charles no quiso hacer nada.—Hank cerró sus puños con fuerzas—. Yo habría podido...—
____ se sentó con algo de dificultad en la cama, apoyándose en el respaldar.
—No pienses en eso, no te hará bien.—tomó las manos del chico—. Raven no querría verte así.—
Hank suavizó su gesto mientras presionaba levemente las manos de la chica.
—Tienes razón, pero hay que detener a Jean antes de que haga otra locura.—
—Cierto, pero de momento... debes enfriar tu cabeza, pensar con claridad.—
La chica hizo una mueca de dolor.
—¿¡estás bien!?—Hank se alertó de inmediato.
—Sí, solo... siento que mi cabeza va a explotar. No debí usar tanto mis poderes, fui muy descuidada.—
—Salvaste a Peter y a Ororo, más que descuidada creo que fuiste muy valiente.—sonrió avergonzado.
Ahí estaba otra vez, ese extraño sentimiento que ____ tenía cada vez que veía sonreír al hombre.
—¿puedo... quedarme un poco más aquí?—
—... quédate para siempre si así lo deseas.—Hank se dio cuenta tarde de aquellas palabras que tan naturalmente salieron de sus labios—. ¡digo sí, quédate cuanto quieras!—se puso de pie de inmediato—. Debo... chequear unas cosas. Si necesitas algo, en la mesita esta el trasmisor. Llámame ¿sí?—sonrió apenado.
—Hank...—el hombre la miró—. Gracias... por todo.—
—No fue nada, ____... haría lo que fuera por ti.—sonrió una última vez antes de salir del cuarto.
Tenías razón, Raven. Tantos años ignorando el hecho de que estoy enamorada de Hank y ahora que finalmente comienzo a aceptarlo... no estásaquí para decirme "te lo dije"
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