~One Shots e Imaginas de Marvel Vol.2

°Thor (1/2)°

Dedicado a Jonesy_Gomez

~•~

—No sé si deba ir con ustedes.—miré con cierta desconfianza a Rocket—. Las cosas con Thor no terminaron muy bien la última vez que nos vimos.—

—Según Natasha, tú y él tenían un romance ¿no es asi?—asenti desganada—. Entonces él querrá verte.—

—Él a mi tal vez... pero yo no sé si estoy lista para verlo...—

Cuando el dios se fue tras derrotar a Ultron, no volví a verlo. Prometió visitarme con frecuencia pero hasta la batalla en Wakanda no volvió a pisar la tierra, sin contar cuando visitó a Strange, evento del que no me enteré hasta que el mago me lo comentó. En ambos hechos, nunca pude verlo.
Ahora que Asgard había sido destruido y su gente habitaba un pequeño pueblo costero, necesitábamos al dios para hacerle frente a la nueva situación.

—¿ustedes rompieron?—miré al mapache, quien parecía bastante interesado.

—Él se fue y durante mas de 6 años no volvió a dirigirme la palabra, supongo que se lo puede llamar ruptura.—acomodé mis guantes, ajustándolos un poco—. No te metas si quiero golpearlo ¿ok?—

—¿bromeas? Thorcito se lo merece. No pensé que era tan patán.—sonrei.

•○•

Al llegar al pequeño pueblito, nos encontramos con una chica de aspecto rudo, la cual parecía conocer a Banner.

—Él no querrá verlos.—

—Créeme, yo tampoco quiero, pero esto es más grande que eso.—la chica me miró confundida—. Vamos a traerlos de vuelta... a todos.—

•○•

Al llegar a la casa, los tres nos paramos frente a la puerta.

—Toca tú.—

—¿qué? Toca tú. Eres su novia.—

—Ese fue un golpe muy bajo, mapache...—sonreí.

—... No te burles de mi, gigantona.—

—Yo tocaré.—Banner dio un paso al frente y tocó tres veces la puerta. Nada.

—¿gritamos?—suspiré.

—No hay tiempo para esto, Rocket.—

Estaba por patear la puerta, cuando Banner la empujó suavemente.

—No hay necesidad de estar repartiendo patadas, ____ .—rodé los ojos.

—Quería romperla...—

—No, quieres romper la cara del ángel pirata.—me encogí de hombros.

Abrí la puerta del todo y entré seguida de mis compañeros, no había ruido alguno y un espantoso olor inundó nuestras narices.

—¿algo se murió aquí?—Rocket tapó su hocico.

—Roguemos que sea Thor...—

—Oye, no sean así.—nos regañó Banner.

Entramos a lo que parecía ser la sala, donde encontramos al dios tomando una cerveza.

—Vaya, que vida...—murmuró Rocket llamando la atención del hombre.

—¡amigos!—

Cuando la mirada de Thor se posó en mi, su sonrisa desapareció de inmediato.