~One Shots e Imaginas de Marvel Vol.2

°Especial: X-Men (3/6)

Kurt: *como todos los días, el idiota de Matt venía a molestarte a la cafetería, pero esta vez alguien salió en tu defensa*

~•~

—Vamos, linda. Sal conmigo.—suspiré cansada mientras guardaba unos libros en mi casillero.

—Ni aunque me pagaran saldría contigo, sé porqué terminaste con Sarah... la engañaste. Lo mismo con tu anterior pareja y la anterior y la anterior. No tengo intenciones de ser parte de esa lista.—

—Por supuesto que no lo serás, a ti te quiero de verdad.—

—Ya te dije que no, no me obligues a quemar tus bolas.—salí hacia la cafetería.

Me puse en la fila para pedir el almuerzo, siendo perseguida por Matt.

—No voy a dejar de insistir, la chica más ardiente de la escuela tiene que ser mía.—

—No la llames así.—el chico que reconocía como Kurt se dio la vuelta, mirando con molestia a Matt.

—¿asi cómo?—

—"Ardiente".—frunció el ceño—. Es una dama, ten más respeto.—

—... ¿sabes? Creía que eras raro, pero ahora además eres un marica que se mete donde no lo llaman.—

—Lárgate de aquí antes de que lo único ardiente sean tus pelotas.—interferí.

Le mostré mis manos, las cuales comenzaban a encenderse.

—Como sea...—Matt se fue rápidamente.

—Gracias.—miré sonriente a Kurt, quien asintió apenado.

—Soy Kurt.—

—Sé quien eres, uno de los X-Men.—le tendí la mano—. Soy ____.—

—Un gusto, ____.—me correspondió el gesto.

—¿puedo acompañarte en tu almuerzo?—

—C-claro...—

Ambos pedimos nuestras comidas y nos sentamos en una mesa algo alejada.

—¿siempre te molesta?—

—¿Matt? Sí. Ni siquiera sé porqué, no soy alguien por quien valga la pena insistir tanto.—

—Pero si eres hermosa.—lo miré sin terminar de creer lo que acababa de decir.

—No lo creo pero... gracias.—

—¿por qué no lo crees? Es en serio. Yo sí insistiría para salir contigo ¡p-pero no tanto como Matt!—sonreí.

—¿sabes algo? Eres una dulzura.—el chico se sorprendió ante aquello.

—No lo creo...—

—Ahora eres tú el de la baja autoestima.—sonreí—. ¿Quieres ir a dar un paseo algún día?—

—¿t-tú y... yo?—

—Pues si, así funcionan los paseos de a dos.—

—Me encantaría...—

—Cool.—la campana que indicaba el fin del receso nos puso alertas—. Entonces nos vemos luego, Kurt.—me puse de pie y besé su mejilla.

Al alejarme y ver el rostro de sorpresa de Kurt, una sonrisa se plasmó en mi rostro. De verdad es muy adorable...