~One Shots e Imaginas de Marvel Vol.2

°Steve Rogers °

Dedicado a Denicetorres_01

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Cuando Steve volvió a la ciudad, la espantosa derrota que sufrió contra Thanos pasó a segundo plano al no encontrar a su dulce vecina regando las plantas del edificio como de costumbre.

—Tal vez le dio frío.—soltó vagamente Rhodes, quien solo quería pasar al departamento de Steve por algo de beber.

—No no, ella siempre sale a esta hora a regar sus plantas.—

Steve buscó asustado algún movimiento por su ventana, intentando convencerse de que tal vez su amigo sí tenía razón.
Pero cuando vio la regadera en el suelo, empapando una pequeña montaña de polvo junto a las flores, sus peores temores se confirmaron.

Ella también se había ido.

•○•

—Es raro que des charlas motivacionales cuando estás incluso peor que ellos.—

Steve volteó hacia la entrada de la sala, topándose con Natasha.

—Bueno... es lo único que puedo hacer por ellos ahora.—terminó de acomodar las sillas en un rincón—. ¿Necesitabas algo?—

—Hoy teníamos una reunión.—

—Oh, lo siento. Lo olvidé por completo.—

—Ha pasado algo importante, Steve... necesito que vengas conmigo ahora.—

La forma en que Natasha miró a Steve le dejó muy en claro que se trataba de algo muy grande.

•○•

—Espera... ¿quieres decir que podemos viajar en el tiempo?—

Steve miraba incrédulo a Scott, quien estaba más que emocionado.

—Sí, capitán. Creo que es posible.—

A pesar de que Steve intentaba mantenerse centrado, la sola idea de poder recuperar a ____ lo emocionaba demasiado.
Ya 5 años sin verla, sin recibir esa cálida sonrisa cada vez que se cruzaban en los pasillos del departamento. Moría por volver a tenerla a su lado, y si lo que decía Scott era real y podían traer a todos de vuelta, estaba decidido a dar el siguiente paso con su vecina.

•○•

Stark se había ido, un aura triste rodeaba a los héroes tras la última batalla y nadie decía una palabra. El primero en irse fue Clint, quien estaba más que ansioso por ver a su familia de nuevo. Poco a poco todos fueron retirándose, pero Steve seguía ahí.

—¿no tienes una dama a la que visitar?—
Rhodes se acercó con una débil sonrisa a su amigo.

—No creo estar listo para verla.—Steve mantenía la mirada en la destruida armadura de Tony que ahora yacía en un rincón.

—Hombre, hiciste hasta lo imposible para traerla de vuelta. Deja de perder el tiempo y ve por ella... Tony lo habría querido, estaba cansado de tu soltería.—una pequeña risita escapó de los labios del hombre.

—En eso tienes razón...—

Steve se despidió rápidamente de los presentes y emprendió el viaje rumbo a su hogar.

•○•

Un gran alboroto cubría la ciudad de Queens, las calles estaban repletas de gente que se abrazaba y lloraba con emoción a sus seres queridos, los cuales fueron devueltos como si nada hubiese pasado... como si no hubiesen pasado 5 largos años.
Steve caminaba nervioso rumbo a su departamento, le había pedido a Scott y a su risueño amigo si lo podían alcanzar hasta su casa. Los hombres lo dejaron sin problemas a una manzana del departamento.
Al llegar a la entrada del edificio, se topó con aquella mujer con la que tanto había soñado y pensado esos últimos años. Lucía exactamente igual a como estaba la última mañana en que la vio, vistiendo aquel vestido floreado y su típico delantal amarillo apenas manchado por algo de tierra. Se veía confundida, inclinada junto a las flores.