『Togata Mirio』

17.2K 1.4K 212
                                    

❝ Número 014; Eres capaz de ver tu hilo rojo, siempre, el cual te une a tu alma gemela. ❞

Frustrada, terminaste cediendo ante tus impulsos de estupidez. Sabías que probablemente no resultaría, pero de todas formas la idea estaba presente en tu cabeza.

Tomaste el extremo del hilo rojo que se encontraba enredado en tu dedo meñique, dando un pequeño tirón y suspirando. Lo seguirías. Querías ver hasta dónde podías llegar.

Diste un par de pasos lentos, pues la idea te parecía infantil, y sabías que seguramente a las demás personas también les parecería infantil.

Estabas en los dormitorios de UA, y estabas recién saliendo de tu habitación. Tu vista recorrió los pasillos, notando a Tokoyami también saliendo de su habitación.

— Hola Tokoyami-kun —saludaste a tu compañero y amigo, quien solamente respondió con un leve asentimiento de cabeza. Pensaste que, en ese aspecto, era igual a Todoroki.

No dijiste nada más, pero te colocaste a su lado, ambos bajando al primer piso, el de la sala común. Sentado en el sofá, estaba Kirishima, quien trataba inútilmente de ponerle brillo labial a Katsuki, por alguna razón desconocida.

Hiciste contacto visual con Kirishima, y este mostró su única sonrisa con dientes afilados. Devolviste la sonrisa, caminando junto a Tokoyami a la salida del edificio.

— ¿A dónde estás yendo? —te preguntó el pájaro, levemente curioso por ver cómo parecías sostener algo entre tus manos.

— Estoy... —antes de poder responder, te callaste a ti misma por la vergüenza de lo que estabas haciendo—... siguiendo mi hilo rojo.

Tokoyami solamente te observó en silencio, asintiendo como respuesta. A veces no sabías cómo era tu amigo, siendo que tú eres tímida y él muy muy serio.

— ¿Y hacia dónde lleva?

Desviaste tu mirada a tus manos, siguiendo con la vista el hilo, el cual se dirigía hacia las clases.

— Hacia el edificio principal.

— Te acompaño, me desviaré para ir a nuestra clase —dijo simplemente, y esta vez quien asintió fuiste tú, feliz de no tener que ir sola.

— Te acompaño, me desviaré para ir a nuestra clase —dijo simplemente, y esta vez quien asintió fuiste tú, feliz de no tener que ir sola

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Aquí nos separamos.

Con un movimiento de mano, el emplumado se despide de ti, dejándote con tu afán de perseguir el hilo.

Suspiraste algo fatigada. Esperabas que resultara bien, y que no estuvieses dando vueltas de forma inútil.

Tus pasos se tornaron hacia las escaleras que permitían subir un piso más, cuidando de no tropezarte, porque eso sería doloroso y vergonzoso al mismo tiempo.

Comienzas a llenarte de miedo y ansiedad, pensando y casi rezando para que la otra punto del hilo rojo no se molestase por tu acción. ¿Qué ocurría si él estaba, por ejemplo, haciendo algo sumamente importante y tú ibas a interrumpirlo?

Perdida en tus pensamientos, no notas cuando te encuentras en el pasillo, caminando sin pensar demasiado. Un torso se puede apreciar justo delante de ti, haciéndolos chocar y, por ende, tú cayendo.

— ¡Oh, lo siento! No te vi —el rubio había mentido descaradamente con eso, obteniendo una mirada casi sorprendida de una chica de cabellos azules claros.

Ofreció su mano para ayudarte, y al alzar la vista observaste un hilo rojo enredado en su dedo meñique. La tomaste avergonzada, pues esa había sido tu primera impresión ante tu alma gemela.

— Ho-hola —aclaraste tu gargante ante tu tartamudeo, sintiendo tu rostro arder completamente. Te alegrabas de que tu quirk no se conectase con tus emociones.

— ¡Hola! —te sonrió bastante alegre, dando a notar una personalidad radiante—. Soy Togata Mirio, tu otra orilla del hilo.

No podías estar más avergonzada, pues era demasiado... ¿Resplandeciente? Casi te dolían los ojos de ver lo mucho que brillaba este chico.

— S-s-soy... —murmuraste tu nombre en voz baja, con la mirada clavada en el suelo.

— ¿Cómo? —colocó su mano en su oído, acercándose a ti y agachándose en el proceso, debido a la diferencia de alturas entre ambos.

— (T/A)... (T/N).

— Ya nos conocemos, y somos almas gemelas. ¿Quieres salir conmigo?

— ¡Yo quiero ser la madrina de bodas! ¡Por favooooor! ¿Cuál es tu quirk? ¿A qué clase vas?

Quizá deberías acostumbrarte a estar rodeada de soles.

❝ BNHA: One Shots ➥ Soulmate ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora