❖ Boku No Hero Academia, One shots con temática de Soulmate uwu.
❖ Vivirás la experiencia de ser el/la alma gemela de tus chicos favoritos (y/o chicas) de esta academia, y, si es posible, también los ajenos a U.A.
❝ 003; Al nacer, llevas un tatuaje en la piel con las primeras palabras que escucharás decir a tu alma gemela. ❞
Con pasos llenos de seguridad y el rostro en alto, camino hacia Kirishima para golpear su espalda sin mucha fuerza.
— ¡Así se hace!
— Así que ambos pasamos, ¡genial! —me sonríe con notable emoción, rodeando mi cuerpo en un abrazo lleno de emoción.
Kirishima es mi mejor amigo, mi confidente. Lo conozco desde secundaria (a Mina igual), ya que íbamos juntos. Gracias a él gané más confianza en mi misma, y digamos que ahora las personas me catalogarían como "arrogante".
También, ambos entramos a la clase A. Cuando Kirishima comenzó a juntarse con Katsuki, no tardé mucho en unirme a ellos, finalmente siendo una más del grupo.
Sin embargo, con todos esos detalles, siendo amiga de tantos chicos populares y tan extrovertida...
Allí está, con sus ojos observando los movimientos de las personas cercanas; Shoji Mezo.
Sí, quizá es un tipo raro.
Y bueno, sí, también es posible que aunque nos saludemos todos los días con la mano, jamás le haya hablado.
Claro, también es completamente viable que me guste aunque no somos cercanos en lo absoluto.
— Deberías acercarte y hablarle, que si sigues viéndolo durante tanto rato pensará que estás loca —mi ceño se frunce al escuchar hablar a Kaminari, rápidamente golpeando su hombro para que guardara silencio.
— Se terminará enterando si hablas así de alto, rayitos.
Él ríe, sobando el lugar del golpe mientras mueve su cabeza de un lado a otro, negando. Para él es difícil entender cómo no soy capaz de ir.
Sin embargo, cada vez que me lleno de confianza para acercarme y decirle un hola, lo veo y todo se esfuma. Bueno, supongo que es normal ponerse nerviosa (incluso para mí) con la persona que te gusta.
— La siguiente es la batalla de caballería, no te confíes, estúpida.
— Lamento decirte que ya lo hice, Kacchan —gruñe al escucharme usar aquél apodo que odia, debido a que es un recordatorio de que en algún momento de su infancia fue amigo de Deku.
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— ¡LO HICIMOS, CHICOS!
Los cuatro vitoreamos, felices de haber pasado a la tercera y última ronda del festival deportivo. Teníamos un tiempo de descanso hasta que se anunciaran los lugares de las peleas y con quién pelearían, así que me di un momento para respirar.
Había estado corriendo y lanzando magna a diestra y siniestra (sin intenciones de herir a nadie, claramente. Quería ser héroe, no villana), lo que había agotado ligeramente mi energía. Sin embargo, estaba bien aún.
