❖ Boku No Hero Academia, One shots con temática de Soulmate uwu.
❖ Vivirás la experiencia de ser el/la alma gemela de tus chicos favoritos (y/o chicas) de esta academia, y, si es posible, también los ajenos a U.A.
❝ 013; Todas las emociones y/o sentimientos, los compartes con tu alma gemela. Si tu alma gemela está deprimida, tú lo estás igual, literalmente hablando. ❞
La chica caminaba con pasos lentos por el pasillo, pensando en cuándo las cosas cambiaron tanto, pues ahora los estudiantes de la clase 1A vivían en dormitorios.
Era extraño, y un sentimiento de nostalgia la atacaba cuando pensaba en todo lo que habían pasado hasta ese momento, y lo que seguía.
Cuando estuvo al frente de la puerta de madera, tocó tres veces, encontrándose rápidamente con el rostro sonriente de Kirishima; su alma gemela, y su actual pareja, quien la invitaba a pasar.
Entró a la habitación cuidando que nadie estuviese observando, y riendo al ver al chico terminando de acomodar algunos videojuegos para ambos poder pasar una tarde de videojuegos y mimos.
La razón por la que mantenían su relación a escondidas era simple; la chica era lo suficientemente tímida, y de hecho nadie sabía que ellos dos eran almas gemelas. No lo habían dicho ni a sus más cercanos, solamente porque llamar la atención no les gustaba.
Si ella no quería, Kirishima respetaría su decisión como un hombre hasta que estuviese preparada.
— Lynn, Lynn —llama con un tono infantil en su voz, dejando ver los puntiagudos dientes en su sonrisa, dando leves golpes a un pequeño cojín en el suelo, al lado de él—. Ven~.
— Durmamos un poco antes —dijo ella, dejándose caer sobre la cama del pelirrojo, que se levantó del suelo sin rechistar y se acomodó a su lado.
La chica recargó su cabeza sobre el pecho ajeno, mientras él acariciaba sus cabellos. Ambos habían estado esforzándose bastante en el último tiempo, ella especialmente, pues al no saber controlar al 100% su quirk incluso después de tanto tiempo, debía entrenar mucho.
Él había estado ayudándola en eso, como excusa para poder pasar más tiempo juntos sin que los demás comenzaran a sospechar nada.
Aunque... había algo que sí que le molestaba de mantener su relación en secreto.
Kirishima nunca fue una persona celosa; era una emoción poco varonil, decía él, pero sí que le gustaría poder tomar la delicada mano de su novia cuando iban caminando por la calle, dejarle besos en la mejilla cuando debían despedirse o abrazarla en cualquier lugar cuando quisiera.
Pero no podía hacer eso, porque sería claramente extraño y tendrían que explicarle a sus amigos/compañeros que son almas gemelas, también justificar por qué no lo habían dicho antes... y muchas cosas así.
Ella no quería eso, porque entonces todas las personas los verían cuando estuviesen juntos. No le costaba dar muestras de afecto, pero era incómodo hacerlo con treinta miradas encima.
Dando un suspiro, cerró sus ojos, dejándose hundir por el sentimiento de tranquilidad que inundaba su pecho; sentimiento que no era realmente suyo.
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