『Bakugou Katsuki』

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❝ 026; Al tú y tu alma gemela tener ambos 14 años, recibirán una libreta cada uno por la cual podrán comunicarse. ❞

Con los ojos rojos y las mejillas húmedas, Katsuki se levanta del frío suelo de su habitación. Recoge su teléfono, que se encontraba tirado boca abajo sobre su cama. Pasa su mano bajo su nariz, limpiando los rastros de tristeza.

Tiene que respirar profundamente antes de encender la pantalla de su teléfono, mirando por encima las notificaciones de mensajes que llegaban.

Estaba harto. No quería saber nada de nadie. No tenía planeado ir a la escuela, incluso si ya se encontraba en su tercer año y debía hacerlo. No le importaba tampoco las veces que su mejor amigo le llamara, porque si intentaba hablar su voz no saldría de su garganta.

Respondió un corto "Necesito un tiempo" a los mensajes que llegaban desde el grupo que tenía con los que consideraba sus más cercanos, silenciandolo entonces para que no le llegara ninguna otra cosa.

Odiaba sentirse de aquella manera, definitivamente odiaba aquella emoción que oprimía su pecho con fuerza y le arrebataba cualquier mínimo toque de felicidad a su vida. No podía respirar correctamente e incluso su apetito no estaba demasiado presente. Y lo odiaba.

La forma en que sus ojos se cerraban durante la noche, dejando liberar las lágrimas que caían hasta la sábana sin poder evitarlo. Ni siquiera podía dormir por el constante golpe de memorias en su cabeza.

Llevaba una semana así.

No podía hacer nada para alejar lo que sentía. Estaba devastado y se sentía culpable.

El sonido del recuerdo que lo mantiene de aquella forma aparece de repente. Mira la libreta tirada en la esquina de su habitación, abierta en una página cualquiera.

¡No, Katsuki! ¡Mantente lejos!

Aprieta sus manos en puños casi por acto reflejo, sintiendo su pecho subir y bajar con constancia.

¡No puedo dejar que-!

¡Cuidado!

Tuvo que voltear su rostro para evitar el ataque que impactaría directamente con él, haciendo que este golpeara el suelo.

Fue un segundo, solo uno.

Y cuando su vista volvió hacia ella, no estaba allí.

Caía directamente al suelo, golpeándose con fuerza. La sangre estaba presente debajo de su cuerpo, y sus ojos se congelaron, observando el azul cielo que los cubría aquella vez.

Traga en seco, sintiendo sus ojos humedecerse de repente. Tiene el ceño fruncido y el cabello hecho un desastre. Ella se habría quejado de lo asquerosa que tenía la habitación.

Si ella estuviese allí todavía.

Si ella...

— ¡MALDICIÓN!

Su puño se estrella en la pared de su habitación, dejando sus nudillos rojos y un hueco que no se quitaría fácilmente. Su madre iba a gritarle acerca de eso si lo veía.

Las emociones se arremolinaban dentro de él, confundiéndolo y dejándolo sin saber cómo tratar con todo eso. Su manera de lidiar con los problemas era mediante la ira, pero se sentía tan patético consigo mismo que ni siquiera podía mantenerse enojado.

No podía explicar lo que le ocurría porque no sabía cómo hacerlo.

Era así de simple y complicado al mismo tiempo.

❝ BNHA: One Shots ➥ Soulmate ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora