❖ Boku No Hero Academia, One shots con temática de Soulmate uwu.
❖ Vivirás la experiencia de ser el/la alma gemela de tus chicos favoritos (y/o chicas) de esta academia, y, si es posible, también los ajenos a U.A.
❝ 016; Cada cierto tiempo, dibujas inconscientemente a tu alma gemela. ❞
Mi lápiz se mueve con una habilidad que, sinceramente, me gustaría tener en cada cosa que hago. Un rostro conocido aparece entonces en la hoja.
Todoroki Shoto.
Se trata de mi compañero de clase, con quien solamente he cruzado miradas pocas veces debido a mi constante timidez y nervios, que me atacan cada vez que está a menos de un metro de distancia.
No he tenido el valor de decirle a la cara que es mi alma gemela, pues no sé cuál podría ser su reacción, y mi personalidad no ayuda en lo absoluto.
— ¿Melanie?
La voz de mi mejor amiga, Yaoyorozu Momo, me saca de mis pensamientos al momento en el que me habla. Mueve mi hombro ligeramente mientras observa con curiosidad la hoja en mi cuaderno.
Veo sus ojos abrirse grandes, sus mejillas ponerse rojas y una casi imperceptible sonrisa asomarse en su rostro.
— ¡N-no es lo que crees, Momo! ¡Es decir, eso depende de lo que creas que es! ¡Pero no es mi alma gemela o algo así! ¡No! ¡O sea, claro que no! ¡¿Me estás escuchando?!
— Siempre lo mirabas mucho, así que me preguntaba la razón —estira su mano hacia mí, revolviendo mi cabello. Aún cuando me levanto de mi asiento con mi cara ardiendo en rojo, ríe—. Todoroki-san es tu alma gemela, ¡eso es genial!
— B-baja la voz, Momo.
Cubro su boca con mi propia mano mientras ella me mira con emoción en los ojos. Casi adivino en lo que está pensando. O mejor dicho, sé en lo que está pensando.
«Declárate, hazlo, hazlo, ¡por fa! ¡Tienes que decirle! No puedes callarte tanto, necesitas decirle.»
Suspiro sin remedio, pues está claro que pensó esas cosas justamente para que yo lo escuchara.
— No puedo decirle —muevo mi mano de su boca, sintiendo mis mejillas enrojecer ante la simple idea de confesarle a Todoroki eso—, no puedo.
— ¡Claro que puedes, Mel!
Una voz diferente se suma a la conversación entrando por la puerta del aula, que estaba vacía minutos antes.
Mina se acerca a nosotras con una sonrisa, de la cual es obvia la razón, abrazandonos al llegar y golpeando mi espalda sin mucha fuerza como extra.
— Y nosotras te vamos a ayudar, ¡Eo!
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— ¡Y él también!
Mina alza ambos de sus brazos, señalando con estos a Midoriya, que nos mira confundido y sonrojado. Aprieta mejor los libros contra su pecho, notablemente nervioso con la situación.
