『Ojiro Mashirao』

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❝ 032; Puedes mantener conversaciones con tu alma gemela por medio de pensamientos. ❞

En aquél momento, Ojiro se encontraba practicando artes marciales junto a Kirishima, ya que de esa forma ambos podían fortalecer sus quirks juntos.

Llevaba puesto el colgante que de alguna forma detenía el contacto entre los pensamientos de su alma gemela y de él, para así no ser interrumpido, pero en un momento el collar salió volando, cayendo justamente donde sus compañeros habían dejado recientemente su ropa, pues a él le tocaba la lavandería de la semana.

Al no llevar puesto el collar, pudo escuchar claramente la voz de una chica en su cabeza. Era suave y agradable al oído. Aquello le distrajo del entrenamiento, recibiendo un golpe en la cabeza de parte del pelirrojo, quien rápidamente se disculpó.

— No pasa nada Kirishima-kun —le sonrió el rubio—, yo fui quien se distrajo, lo lamento —hizo una pequeña reverencia, que el otro copió de igual forma.

Al final, ambos se despidieron, yéndose Kirishima de la habitación.

— Vaya... Ahora debo buscar el collar... —se lamentó para sí mismo, olvidando el hecho de que su alma gemela era capaz de escucharlo.

«¿Ehhhhh? ¿Perdiste el collar, Ojiro-san

Casi sintió el puchero que hizo la chica junto a aquél comentario, y aunque no se conocían realmente, la imaginó con un leve sonrojo en las mejillas.

— No, no, (T/A)-san —negó rápidamente, moviendo las manos aún cuando ella no podía verlo—. Estaba entrenando, y calló en la pila de ropa de mis compañeros.

«Ya veo... Yo ahora iré a cenar algo que preparó mi madre, ¡Hablamos luego, Ojiro-san

Suspiró algo frustrado. Podía hablar mucho tiempo, todos los días con ella, pero debido a que eran de diferentes ciudades, les era imposible la simple idea de encontrarse.

Ella había nacido y vivido toda su vida en Tokyo, mientras que, al contrario, Ojiro era de Musutafu, lugar donde se encontraba actualmente. No estaban demasiado lejos, pero el tiempo no les permitía nada.

O al menos, eso tenía entendido él, pero digamos que la chica había salido en vacaciones hacía una semana.

Resignado, comenzó a buscar entre la ropa sucia de todos los demás —la suya no estaba incluída, ya que él la lavaría aparte— aquél collar que permitía cortar contacto. No es que no quisiera hablar con ella siempre, pero era necesario en algunas ocasiones.

Cuando lo encontró después de aproximadamente siete minutos, lo colocó en su bolsillo, pues cuando la chica terminase de cenar podrían hablar un poco, y luego de eso tomaría una ducha para ir a dormir.

A pesar de que aquello era prácticamente una rutina para ambos, al de cola no le molestaba. Él era simple, después de todo. Se sentía feliz con el hecho de poder decirle buenas noches.

«¡Volví, Ojiro-san

No pudo evitar que se le escapara una sonrisa de idiota al escucharla, sonrojándose ante su propio acto.

"¿Cómo estuvo la cena, (T/A)-san?"

«¡Deliciosa! Algún día te visitaré y llevaré conmigo algo de la comida de mi madre, debes probarla, en serio~»

"Mh, te recibiré con los brazos abiertos, así que puedes venir cuando desees~".

"Mh, te recibiré con los brazos abiertos, así que puedes venir cuando desees~"

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❝ BNHA: One Shots ➥ Soulmate ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora