❝ BNHA: One Shots ➥ Soulmate ❞

『Shinsou Hitoshi』

❝ 048; Te das cuenta de que alguien es tu alma gemela al momento en el que dices su nombre. ❞

No era una persona demasiado especial, y mi Quirk era más defensivo que de ataque, así que me alegré bastante cuando supe que había entrado a UA.

No logré entrar a la Clase A, pero eso no era de importancia, pues a fin de cuentas, estaba en el departamento de Héroes —en la clase B—.

Mi forma de ser nunca ha llamado la atención de las personas, por así decirlo. No soy buena iniciando conversaciones, además de que soy tímida y usualmente no hablo con personas extrañas hasta que me hablen, así que el día en el que aquella chica de cabello naranja me dijo que pasáramos la hora de la comida juntas me sentí muy feliz.

Probablemente ella lo había dicho por educación. Era el tercer día y aún no había hablado con nadie realmente. Un par de personas se habían presentado ante mí por cortesía, pero no había entablado ninguna conversación.

Ahora mismo, Kendo —la chica de cabello naranja, mi primera amiga en esta institución— estaba, como es usual, golpeando a Monoma, que constantemente sale de sus casillas para ir a decir tonterías a la Clase A.

Nos encontrábamos en las gradas. Yo fui eliminada en la prueba de caballería, pero no estaba mal sobre eso. Estaba contenta porque logré llegar a la segunda.

Mi vista se movía a las dos personas en medio de todo, quienes serían los primeros en pelear. Un chico de cabellos verdes, pecoso —midoriya— y otro de un peculiar aspecto de querer matar a todos, con ojos y cabellos morados.

No pude apartar la vista en ningún momento, a pesar de que la "pelea" no tuvo acción hasta los últimos veinte segundos, cuando el pecoso se liberó del trance.

Apreté mis labios, porque aquél chico de grandes ojeras había llamado considerablemente mi atención. Cuando terminó la pelea lo seguí durante un poco, mera curiosidad, dándome cuenta de que era parte de la clase de Estudios Comunes.

No me desagradaba o algo así, pero mi timidez no me permitió acercarme al chico. Tampoco quería preguntar sobre él a nadie, porque se vería sospechoso.

— ¿(T/N)-chan?

— ¡AH! —cubrí mi boca por el grito que salió de mis labios, enrojeciendo completamente al haber llamado la atención de varias personas, incluyendo al chico. Volteé a ver casi temblando a quien me había asustado—. ¡Midoriya-san, por favor no me asuste así!

— L-lo siento (T/N)-chan, no era mi intención asustarte —sonrió arrepentido, con un leve sonrojo en sus mejillas. Tan adorable como siempre.

No solía hablar mucho con él debido a que íbamos a clases diferentes, pero llevaba un tiempo conociéndolo, desde que me mudé a la ciudad (siendo su vecina).

— ¿E-estabas mirando a Shinsou-san? —ante aquella pregunta, mis mejillas se volvieron más rojas aún (si era posible).

Negué rápidamente. No era buena con las palabras, así que a veces prefería mantenerme callada para no decir idioteces.

— Oh, viene hacia aquí... ¡(T/N)-chan! —había salido corriendo lo más rápido que pude, y me hubiese gustado gritar una excusa, pero mi voz no salió por los nervios.

Me apoyé sobre una pared cuando paré de correr, recuperando el aliento de esta forma. Sentía mi rostro arder al tocarlo con mis manos, junto a una mueca. Mi corazón latía con fuerza.

Una vez estuve completamente recuperada, volví a las gradas con mis compañeros, y Kendo me preguntó dónde estuve. Respondí que haciendo un par de llamadas, cortando el tema.