- XX: Mira te apetecé que vayamos a mi casa?
Me encojí de hombros, me daba un poco de miedo por lo que pudiera hacerme pero cuando hay hambre...
- XX: Ven - Me sonrió.
Parecía simpático y buena gente, estube todo el tiempo de camino a su casa mirandolo, era muy atractivo y parecía muy seguro de si mismo, el no me hablaba solo me sonreía de vez en cuando.
Llegamos a su casa, el me abrió la puerta y se quedó fuera, yo lo miré estrañada.
- XX: Las señoritas primero.
Entré en su casa y no sabía donde mirar era todo tan nuevo.
- Sami: Tu casa es muy bonita.
- XX: Gracias! Por cierto me llamo Samuel, aunque todos me dicen Vegetta.
- Sami: Vale Vegetta - Le sonreí - Yo soy Samanta pero todos me llaman Sami.
- Vegetta: Samanta no es el femenino de Samuel?
- Sami: No se - Me encojí de hombros.
- Vegetta: Bueno quieres comer algo.
Asentí con la cabeza.
- Vegetta: Qué quieres?
Me encojí de hombros, la verdad es que me diera lo que me diera me lo iba a comer.
Me preparó una macedonia y me la comí de golpe.
- Vegetta: Vaya tenias hambre... Quieres más?
- Sami: No gracias.
- Vegetta: No hay de que, quieres bañarte? Estas algo sucia...
- Sami: Vale!
Me dió un chaleco y unos pantalones suyos, me duché y me los pusé, aunque todo me quedaba muy grande parecía la ropa de un gigante.
Cuando salí del cuarto de baño Vegetta se empezó a reir.
- Sami: De qué te ries? - Dije algo molesta.
- Vegetta: De qué te queda demasiado grande eso, pareces una enana - Me miré en el espejo y tenía razón.
- Sami: Dame mi ropa.
- Vegetta: Luego, ahora la estoy lavando, sientate.
- Sami: Vale.
Me senté y empecé a contarle mi historia cuando terminé me abrazó y....
- Vegetta: Quedate conmigo! Yo vivo solo y mesecito compañia!
Yo negé con la cabeza.
- Vegetta: Que quieres quedarte en la calle?
- Sami: No!
El tenía razón, así que después de mucho hablarlo me convenció y por eso hoy en día tenemos una relación muy buena y vivo con el.
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Algo corto el cap. pero buenooo :P
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