Introducción

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A lo largo de mi vida había conocido a un sin fin de personas, algunas habían dejado enseñanzas más o menos importantes pero ninguna había dejado tan marcadas las suyas como tú, por eso mismo sabía que no tenía tiempo que perder, que debía apostarlo todo a ti porque personas así hay pocas.

Pero ¿Qué le ofreces a una persona que lo tiene todo? Era la pregunta que constantemente me hacía, porque cuando alguien ha carecido de algo -en sentido emocional, económico o hasta mental- puedes completarlo "fácilmente" si descubres cual de estos es el que más falta le hace, o cual de todos ellos es indispensable para su felicidad. Contigo nunca fue así, a pesar de que lo tuviste todo siempre trabajaste por tener más, por luchar por lo que carecías y potenciar tus debilidades, es por eso que el tan solo pensar estar contigo me resulta abrumador ya que no sé si mi actualidad esté a la altura de la tuya en todos sentidos, confío firmemente en que algún día podría alcanzarla pero mi mayor temor es que cuando lo haga sea demasiado tarde.

Precisamente pensaba eso mientras me encontraba recostado con un vacío en el pecho, sentía que nunca iba a ser suficiente, que encontrarías a alguien más que si cumpliera tus expectativas, que todo lo que pudiera decir o hacer nunca sería suficiente para ti, que todo había sido en vano...

Mi respiración se volvía más y más agitada con el pasar de los minutos, el solo pensar en que estuvieras con alguien más me volvía loco. ¿En que momento me permití sentir esto por ti? No, espera quizás sea algo más, pero ¿Por qué se siente como si fuera amor? Quizás lo sea, quizás no debí aconsejarte aquello, sería mejor si te contara todo lo que siento o creo sentir, así me ayudarías a saber que hacer.

Pero ¿Cómo le dices a tu mejor amiga que no puedes dejar de pensar en ella ni un segundo? ¿Cómo le haces ver -sin que se vea necesitado- a una persona lo importante que es en tu vida?

Mientras pensaba cómo decírtelo de la forma más adecuada no pudo evitar venir a mi mente todo cuanto habíamos vivido, entonces lo supe: fue en aquel momento que admití que te quería.

S.D.E. ÁgapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora