S.D.E. Ágape

Perdón

Llegamos a la parte final de los 3 elementos que componen a esta mi segunda obra acerca de ti, la más importante de todas: el Perdón.

Pero no me refiero a aquel que conseguí con tu ayuda, no, porque aquel tema ya fue contado y abordado, ahora me refiero al que yo te debo a ti.

Perdón por todas las veces que manipulé situaciones para que se dieran a mi favor aún a costa tuya. Podría excusarme en mil cosas pero la verdad es que no quiero hacerlo, porque son precisamente esas excusas las que me han llevado a mi situación actual, ahora es tiempo de asumir mis errores y uno de ellos es haberte mentido en todas esas manipulaciones que hice.

Perdón por mi intensidad. Me disculpo por ella porque yo siempre supe que tú no eras de las personas que sabían dejarse querer así, porque me di un derecho que no me correspondía (el quererte de esa forma y argumentar que era la mejor), porque a pesar de que sabía que no eras de las personas que les gustaba que les escribiesen o los que escribían eso no me impidió realizar una de mis mejores y mas sinceras obras para ti, todo ello parte de mi intensidad hacia ti.

Perdón por hacerte llorar. Aunque solo te he visto hacerlo 1 vez a causa mía, se que pueden haber más, y créeme cuando lo digo: me mata lastimarte. Perdóname también por eso, porque no quiero causarte más dolor del que probablemente hayas pasado -como toda la gente- durante tu vida, para mi lo ideal sería cada día hacerte sonreír y demostrarte lo que la verdadera felicidad es.

Perdón por mentirte. Porque tuve que haberte contado quién y cuando te lastimaba en igual de intentar solucionarlo por mi cuenta, por todas esas veces que también tú me decías ciertas cosas y yo me las guardaba, por todas las últimas mentiras que me llevaron a mi desenlace final y te lastimaron nuevamente... Perdón.

Perdón por quererte. Sé que me has dicho mil veces que no es mi culpa y también lo creo pero se que el momento en que te estoy queriendo no es el adecuado, en igual de volverme un apoyo para ti me volví una carga, aunque no lo quisieras admitir sé que así fue, me hubiera gustado quererte cuando ambos tuviésemos rumbos fijos en la vida porque estoy seguro que coincidirían y podríamos lograr una felicidad completa.

Y por último

Perdón por abrumarte con mis cargas. Porque te deje todo el peso de ellas a ti, el peso de mi soledad, de mi tristeza, de mis decisiones... esa fue una de las razones de mis últimas acciones que tú conoces: hacerme yo responsable de mis cargas y liberarte de ellas, porque aunque con ello te lastimé mucho en el momento sé que a la larga eso fortalecerá cualquier relación que tengamos, aún si únicamente somos amigos toda la vida o si solo somos dos conocidos que compartieron momentos importantes de sus vidas.

Cuando leas esto, yo me encontraré lejos de la peor forma posible, porque nos encontraremos pero no nos podremos dirigir la palabra, y quizás es lo mejor para que valore lo que tenía contigo y no lo de por sentado, para que aprenda a quererte bien y no a medias, para que pueda respetar que únicamente tengo que darte lo que tú desees y no más de ello si no me corresponde hacerlo, porque es tiempo de que empiece a respetar tus decisiones, porque si realmente te quiero basta verte feliz para yo serlo.

Ahora que has leído esto quisiera pasar a una de las historias más relevantes de mi vida, se que el tiempo de conocernos es relativamente poco pero hay personas -como tú- que su simple presencia en el momento indicado vale más que la de algunos que llevamos años conociendo, porque el impacto que causamos en unas personas a veces es tan relevante que las cambia, ya sea para bien o para mal. Y estoy convencido que muchas de mis decisiones que eventualmente me van a hacer mejor persona las debo a ti.