S.D.E. Ágape

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"Antes de que podamos perdonarnos unos a otros, tenemos que entendernos..."

Solo pensaba en tu actitud, no había espacio para nada más en mi mente en aquellos instantes, no podía creer que me tratases así, se que tenía mis errores pero no merecía esa indiferencia, no merecía que murieras por alguien que claramente no sabía lo que tenía y a mi que valoraba todo me dejaras a un lado, así que puse a distraerme en otras cosas pero como no encontraba algo lo bastante bueno me puse a platicar por whatsapp con Brock:

S

"¿Irás mañana a jugar fútbol?"

Su respuesta llego inmediatamente

Br

"Ese era el plan pero ahora me están invitando al cine"

Se me hizo raro que quisiera cambiar cine por fútbol por lo mismo pregunté la razón y hacer eso fue lo que detonó todo.

S

"Que bueno, ¿Quién te invitó?"

Br

"Bi lo hizo, yo creo que si iré"

Hasta este punto no había dicho que Brock te decía "Bi" de cariño así que aquello fue el detonante de mis sentimientos hacia ti, porque sentí que después de todo lo que había hecho para demostrarte que no te convenía él tu insistías, dejando de lado a gente -es decir yo- que si te quería sinceramente.

S

"Pues deberías ir, siempre va a haber partidos pero no siempre podemos salir con las personas que apreciamos, luego nos vemos"

Y así concluyo mi conversación con Brock, no quería hablar con nadie así que fue lo mejor.

Fue tan repentino, tan sutil pero lo supe en ese momento: mis sentimientos por ti habían cambiado y tuve un ataque de pánico, así que en mi afán de relajarme me metí a la ducha para pensar pero lo único que consiguió fue que pensara de más, que me sintiera aún mas vulnerable, y fue entonces cuando empecé a preguntarme:

¿Por qué ahora? ¿Cuanto tiempo llevo reprimiendo mis sentimientos? Por que sabía que aquello no era producto de la casualidad, sabía que tenía un proceso, pero en igual de buscar las respuestas a esas primeras preguntas continúe pensando más cuestiones lo cual no me llevaría a ningún puerto... ¿Que sucederá si no sientes lo mismo? ¿Te asustará que -quien menos lo esperabas- piense en ti de esa forma? y la pregunta que más me asustó fue: ¿Es el fin?

Y mientras me asustaba con mis preguntas y cualquier posible respuesta no podía evitar sentirme enojado conmigo, por haber permitido que entraras en mi corazón de esa manera, por haberte observado tanto cada vez que salíamos, por sonreír cada vez que te veía, por haberte hablado...

Con toda esa furia, enojo, frustración y confusión decidí acostarme para dormir, pero no pude, así que recurrí a una persona que sabía no me dejaría tirado en estos momentos: mi mejor amigo.

Sabía que el me ayudaría, que me diría quizás lo que quería oír en ese momento: que mis sentimientos por ti eran una reacción a la superación de mi propio trauma personal, a que me ayudaras a perdonarme a mi mismo y continuar, dicho de otra forma mi propia S.D.E. =Síndrome de Estocolmo.

Quedamos para vernos al día siguiente y solamente así pude dormir, pero antes de eso supe que no podía hablar contigo más, no hasta que supiera que lo que sentía por ti era amistad únicamente o no.

Y nuevamente mi terquedad hizo que me cegara y por ende que me lastimara aún más, a veces quisiera haber aceptado lo que siento por ti mucho antes, quizás así no habríamos congeniado tanto como amigos y al decírtelo nos hubiéramos alejado sin dolor alguno, pero al no hacerlo resultaba difícil alejarse, porque estábamos más que acostumbrados, la palabra correcta sería: encariñados el uno con el otro, no había ya barreras entre nosotros, confiábamos ciegamente el uno en el otro, y precisamente por todas esas cosas es que tenía tanto miedo de admitir mis sentimientos, porque sabía que en el momento que fuera real todo cambiaría, para bien quizás pero conociendo mi suerte y sobre todo conociéndote a ti y tus objetivos sabía que la opción de que todo saliera mal era más factible, y no quería perderte, no quería dejar de estar para ti, eran tantas cosas que pensaba que al final terminé durmiéndome sintiéndome el ser mas miserable del universo.