S.D.E. Ágape

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"El dolor que nos causan algunas acciones no siempre se debe a lo que se hizo, sino a QUIEN lo hizo."

Así fue aquel día cuando rompiste mi corazón por primera vez, cuando me diste el primer "balde de agua fría" a mis sentimientos. Allí fue cuando vi que -aunque estoy seguro que no era tu intensión- lo nuestro más allá de la amistad sería casi imposible, porque para ti era lo que más me podía doler: un juego.

Por lo mismo después de aquel mensaje tan hiriente procedí a contestarte:

S

"¿Estuviste esperando toda la semana para humillarme así? ¿Así va a ser ahora? Gracias por demostrármelo, que regreses bien a tu casa, adiós"

Estaba realmente lastimado, como un perro atropellado en la autopista que se lame sus heridas mientras se arrastra hacia la orilla mas cercana evitando que otro carro lo termine de destrozar, así sentía que tenía que estar, lejos de otro carro que pudiera destrozarme y sabía que aunque yo me consideraba casi "inmortal" en lo que respecta a los asuntos del corazón a tu lado para nada lo era.

Así que a pesar de tus repetidas llamadas y mensajes no te contesté, lo único que pudo haber hecho que cambiara de opinión en aquel momento hubiese sido que me fueses a ver, pero no sucedió. El día terminó sin que tu dieses mas señales de vida, dejaste de insistir e incluso pensé que hasta te habías enojado, procedí a regresar a mi hogar después de 3 días agotadores y mientras lo hacía no podía evitar pensar en ti, en nosotros, en lo mucho que me dolían esas acciones pero también sabedor que tu no conocías mis intenciones actuales para contigo, no era tu culpa del todo... incluso en aquel momento tan lastimado seguía buscando motivos para justificar tus acciones, porque sé que si supieras lo que significas para mi jamás lo habrías hecho, por esa razón deje de ser tan duro y perdoné tus acciones, pero fue en ese momento que lo supe: tenía que decírtelo.

No quería hacerlo porque sabía todo lo que se te venía, las cargas que ibas a tener en los próximos 4 meses, pero también sabía que si no lo hacía se podía poner en riesgo lo único seguro que había entre nosotros dos, lo único que ha evitado que me aleje de ti: nuestra amistad.

Y es por ello que lo hice, porque si me seguía guardando mis sentimientos habría acciones que me lastimarían sin que tu supieras y eso iría quebrando nuestra amistad poco a poco, de forma imperceptible hasta que cruzado un punto se rompiera en absoluto, hasta que no quedara más que odio o rencor entre nosotros, por eso mismo pensaba ya seriamente en hacértelo saber, pero no había tenido la oportunidad, tu te rehusabas a salir conmigo, no sé porque, a veces llego a pensar que porque ya conocías mis sentimientos y pensabas que aquello empezaría a ser incómodo, aunque también sé que habían momentos en que te hartaba estar conmigo tanto tiempo, nunca podré saber con seguridad si era así -que solo fuese conmigo- o con todos en general pero yo no tenía problema con ello, me gustaba darte tu espacio, aunque en las ultimas semanas que había descubierto lo que sentía hacia tu hermoso ser quería saber más y más de ti.

Quería conocer lo mas profundo de tu ser, tu miedo mas profundo, todos y cada uno de tus sueños, quería admirar el movimiento de tu cabello mientras caminabas, grabar tu sonrisa en mi mente, recordar cada una de las palabras que salían de tu boca, las risas que desbordabas cuando decía algo gracioso, los enojos cuando te molestaba, como conseguía que pasaras de un ánimo a otro en cuestión de segundos... todo eso quería repetirlo una y otra vez, hasta que el mundo se nos acabara.

Pero dentro de todos esos pensamientos también había realidad, bien sabía yo que a ti no te gustaban muchas actitudes que yo tenía, que no eras de las personas que pasa todo el día con otra, que eras menos romántica que yo, pero quizás y solo quizás en el fondo yo estuviese equivocado y si fueses todas esas cosas pero no habías encontrado a quien demostrárselas y si era así yo quería ser esa persona a quien le abrieras tu corazón, porque algo dentro de mi me decía que cuando lo hicieras sería como abrir un tesoro oculto pero muy valioso, sería algo magnífico, algo imponente, algo por lo cual naciones enteras pelearían una contra otra sin importar alianzas o familias o pueblos, porque sabrían lo valioso que es ese tesoro que posees en tu interior y querrían obtenerlo, así me sentía yo en ese momento y sabedor de que podría arruinarlo pero a la vez no, fue que me animé a dar un paso adelante, sería pronto de eso estaba seguro, también estaba convencido que te lo diría en persona pero allí era donde me equivocaba, porque lo hice de la forma que menos me gusta -porque tiende a no verse como algo serio, porque hace ver a las personas como cobardes, que no tienen el valor de decir las cosas bien- a saber:

Por mensaje.