S.D.E. Ágape

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"La amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad."

¿Cuanto tiempo tarda en sanar una pierna rota? ¿Y un brazo fracturado? ¿Un ligamento roto? Cada una de esas lesiones tiene un tiempo de recuperación distinto, porque algunas son más graves que otras.

¿Cuanto tarda en sanar un corazón roto? Supongamos que en el caso de lesiones físicas el tiempo de recuperación es aproximado en cada individuo pero hay una constante de tiempo aproximado en cada una de ellas, pero ¿Por qué en el corazón no sucede así?

Sucede que cuando se trata de asuntos del corazón, la recuperación no puede ser la misma, porque no todos le damos la misma relevancia a nuestras historias, también hay circunstancias que a veces no se tienen en cuenta ya sea porque no se saben o porque no se conoce como actuar ante ellas, pero muchas veces la mayor causa de no curar esas heridas tan dañinas es la terquedad misma.

Y no nos confundamos, no me refiero a la terquedad que hay después de la relación, sino a la que hay antes y durante la misma. Precisamente fue aquello lo que terminó ahogándome, el no aceptar que sentía cosas por ti desde el principio, negarme a ver que éramos muy compatibles y por ende hacer todo mal, pero no puedo cambiar el pasado, solamente mirar hacia adelante y seguir.

Precisamente le contaba como se habían dado las cosas a mi mejor amigo, pero antes de pasar a ello déjame contarte un poco acerca de el.

Lo conocí en mi primer año de Secundaria, durante una discusión de matemáticas y un procedimiento erróneo que el realizaba, empezamos compitiendo entre nosotros y terminamos siendo mejores amigos, al pasar los años nuestros caminos se fueron separando -como es natural- pero siempre que nos necesitábamos estábamos allí. Cada vez que me han roto el corazón -algunas me lo he roto yo mismo- el ha estado allí y por esa razón es mi mejor amigo, porque muchos estarán cuando estés en la cima, cuando no tropieces, cuando seas el mejor, pero solo los verdaderos y los mejores estarán cuando te hundas, cuando sientas que el agua te ha llegado al cuello, cuando no encuentres una salida; y una de las veces que más recuerdo que estuvo allí no fue una decepción amorosa, fue un funeral.

El día que más lo necesité, el día que tuve que dar un paso adelante por la perdida más grande que he tenido en la vida hasta este momento estuvo allí, aún recuerdo que fue mucha gente pero ninguno de mis "amigos" estuvo allí, solo el... A veces creemos que hemos tocado al fondo con tonterías, con niñerías, inclusive con cosas que parecen insignificantes, hasta que llega una situación realmente crítica -como la muerte- a nuestras vidas, y es allí cuando te das cuenta quien siempre estará en los momentos difíciles.

Por esa razón siempre he confiado mucho en el, y ahora que me había enamorado como nunca -porque todos los amores son distintos pero unos más intensos y verdaderos que otros- sabía que -a pesar de que no sabía tanto de asuntos del corazón como yo- el simple hecho de que estuviera allí y me escuchará era reconfortante, porque hay algunas cosas que he aprendido con el paso del tiempo que no se le cuentan a cualquiera, y me refiero no a cosas que nos avergüencen, sino cosas que realmente nos importan, en este caso me refiero a mi amistad y mis sentimientos por ti, porque nunca olvidaré que antes de quererte -como no pensé hacerlo jamás- fuiste mi amiga.

Así que le conté todo, y escuchó atentamente, para cuando había terminado sentí como si me hubiese quitado un gran peso de encima, como si el haberlo admitido -a saber lo que siento por ti- me quitara una gran carga, no porque tú lo fueras, sino porque el guardar sentimientos se vuelve en eso: cargas emocionales.

Entonces el me dijo:

-¿Qué esperas de ella?

Aquello me cayó de sorpresa y casi me atraganto con mi bebida, porque nunca había pensado realmente que esperar de ti. Y es que hay amores que sabemos que nunca serán posibles, hay algunos otros que sabemos que no serán sanos, otros más -y en mi opinión los más raros- sabemos desde un principio que no es siquiera buena idea expresar nuestros sentimientos debido a que todo cambiará en el momento en que estos se sepan.

Pero hay uno especial y es el que -en el fondo- todos nosotros anhelamos, es aquel en el que a pesar de cuantos problemas puedan surgir eventualmente los resuelven... juntos, no es perfecto porque tal cosa no existe y mucho menos cuando se trata de los asuntos del corazón, pero es real, aunque a veces puede parecer difícil eventualmente admites que es lo mejor que te pudo haber pasado... e inmediatamente piensas en compartir toda tu vida con esa persona, porque sabes que aunque no dependes de ella cada momento es mejor a su lado, cada sonrisa, cada lágrima, cada decisión se vuelve más ligera, porque hay alguien contigo apoyándote, pero no cualquier persona, sino ESA persona, tú persona.

Y para mi tú eres eso, sé que puede sonar exagerado porque no nos conocemos desde hace mucho tiempo pero es que desde el primer momento en que te conocí mi subconsciente lo supo, y ahora lo he admitido, si, pero siempre he sabido que eras especial para mi, que conectábamos de un modo único, y sé que tú también lo puedes sentir, quizás no llegue nunca a ser suficiente pero no puedes negar que la conexión que tú y yo compartimos es especial, única y verdadera por la simple razón de que hay personas que pasan toda su vida buscándola y jamás la encuentren, pero nosotros no tuvimos que buscar.

Así que en aquel momento dije lo que hasta el día de hoy sigo pensando, y una vez dicho mi mejor amigo quedó boquiabierto, porque era la primera vez que respondía así respecto a alguna persona en la cual estaba interesado, porque sabía que esta vez no era meramente un interés superficial o pasajero, no, sabía perfecto que esta vez era distinto, porque eras tú de quien estábamos hablando:

-Quiero casarme con ella.