Fase II: Apha.
No estaba segura de cuanto tendría que avanzar por la cueva hasta encontrarle. No importaba cuánto le llamara con la voz tan dulce como podía o que se mostrara vulnerable, simplemente no aparecía.
Las paredes o las rocas dispuestas en el interior de la cueva comenzaban a serle muy familiares a Alex, y eso era debido a la cantidad de vueltas que daba tratando de dar con él.
Le buscaba por los techos, era lo que más sentido tenía. Siempre andaba camuflado en ellos, en su oscuridad, colgando de ellos y desplazándose a su antojo sin hacer el más mínimo ruido. Su habilidad era cuanto menos excepcional.
Pero tarde o temprano le encontraría. Quizá más temprano que tarde.
Pudo distinguir una máscara azul bastante llamativa aún en mitad de la negrura absoluta y tomó aire. Por fin podría dejar de dar vueltas sin sentido en el interior de la cueva. Por fin le había hallado tras una búsqueda incansable, gracias al cielo. A la ojiazul no le apetecía seguir merodeando por la cueva sin parar hasta dar con él.
—Hola Jack, ¿cómo estás?
Le habían aconsejado que empezara por preguntarle algo básico, algo que cualquier ser razonable respondería de manera casi automática. Tenía que reconocer que su padre pensaba en absolutamente todo.
—Cansado de que vagabundees por mis dominios.
Funcionó a la perfección a pesar de que ese retintín arisco permanecía en sus palabras. De cualquier forma lo importante era que gracias a esa brillante jugada, había abierto una brecha en su maciza coraza. Alexandra había conseguido generar un punto de partida desde el cual poder entablar una conversación.
—Lo siento, pero es inevitable si quiero encontrarme contigo.
—Pues no lo hagas. ¿Por qué vuelves? Vete antes de que te saque los riñones.
Aunque era evidente, eso acaba de confirmar que tenía una peculiar atracción por esa clase de vísceras. Más evidente aún era que había sido él quien les había arrancado esos órganos a las víctimas que aparecían en la entrada de la cueva a través. Empezaban con muy bien pie la fase II.
Alex se sentó cruzada de rodillas sobre el suelo de la cueva. Él, en cambio, seguía colgando del techo de la misma, muy atento al más mínimo movimiento que hacía o a cada palabra que articulaba.
—Hoy te voy a enseñar algo que he traído de mi casa. — cayó del techo inmediatamente. —Oh, pero no te preocupes, no es nada con lo que pueda hacerte daño.
La observaba desde una distancia más que prudencial. Se descolgó la mochila de la espalda y buscó lo que su padre le había encomendado a traer. Rozó con las yemas de los dedos el papel del periódico y lo agarró
—¡Tachán! —le mostró la pila de papeles de periódico. —¿Ves? Sólo es papel.
Eyeless Jack hizo el amago de acercarse y comprobarlo, pero finalmente se detuvo. Guardó silencio unos segundos, supuso que estaría pensando en lo siguiente que haría. De repente, habló.
—Tíralo hacía aquí.
A Alex le llamó mucho la atención Y lo hizo casi al instante. Eyeless Jack se acercó con cautela al periódico que había tirado unos metros por delante de ella. Colocó la mano sobre el suelo de la cueva y palpó alrededor de la zona hasta dar con el conjunto de papel impreso.
Movida por la curiosidad comenzó a analizar la reciente secuencia de movimientos por su parte. Desde que solicitó que tirará el periódico hasta que lo localizó mediante el uso de sus manos.
—Es un periódico. —dijo, tras haberlo tocado.
La cabeza de Alex procesada la información a una velocidad abrumadora. Por un lado, Eyeless Jack sabía lo que era un periódico. Por ende, se podría confirmar la teoría de Peter, la cual afirmaba que Eyeless Jack había estado fuera de la cueva antes. Por otro lado, la locomocion de acciones anteriores. Parecía estar buscando la localización del periódico en base al sonido que provocó cuando chocó con el suelo, ayudándose de su tacto para encontrarlo.
—¿No puedes ver?
Eyeless Jack le lanzó el periódico y bufó en su dirección. Por algún motivo que desconocía, había vuelto a alzar sus defensas, a reaccionar arisco.
—¡Suficiente, vete!
Recogió el periódico del suelo y se levantó. Se sacudió el pantalón sin quitarle un ojo de encima al enmascarado.
—¡Date prisa!
Guardó el periódico en la mochila y se la colgó tras la espalda. Eyeless Jack se aproximó a una pared por la que trepó y regresó a su lugar favorito, el techo. Desde ahí, pretendía hacer guardia y observar como Alexandra se iba en silencio.
—Nos vemos después.
Gruñó en respuesta. Ella se contento con recibir una respuesta, aunque fuera de esa manera, en lugar de sufrir ese silencio al que la tenía más que acostumbrada.
La ojiazul se desplazó por la cueva a oscuras en busca de la salida. Más o menos era capaz de orientarse en su interior. Estaba convencida de que en poco tiempo lograría conocersela casi tan bien como el propio Eyeless Jack, y no era de extrañar, pues había pasado de no haberla pisado en su vida a convertirse en una peregrina que la visitaba con bastante regularidad.
Lo importante era que había conseguido averiguar dos datos potencialmente interesantes acerca del sujeto bajo observación. Serían dos factores más que importantes a escribir en el informe del día.
Alpha completado, Peter Greene. Alex contaba los días para salir de ese infierno en el que la había metido.
Que bueno. Si continuaba progresando a ese ritmo, podría deshacerse de las redes de Peter en poco tiempo y volver con su madre y Kylie. Sólo tenía que ser paciente y continuar haciéndolo tan bien como hasta ahora.
¿Echabais tanto de menos como yo esta historia? Espero que sí, porque ha vuelto con fuerza.
Os recuerdo que he sacado un apartado de one shots algo diferente a lo que suelen ser los propios, echadle un vistazo y animaos a participar.
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Betrayal | Eyeless Jack
FanfictionEsa época era muy distinta a la guerra, sí, pero en realidad nada había cambiado. Las personas seguían siendo tan déspotas y crueles como en aquel entonces, traicioneras, interesadas y materialistas. Confianza, respeto, lealtad, honor... Todo aquell...