Capítulo #42

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Los chicos no habían venido a verme en toda la tarde, ni en la noche, ni en ningún momento. Supongo que sabían que no quería ver a nadie. Pero una parte de mi, de verdad necesitaba un poco de consuelo. Llevaba todo el día, tirada en el sofá. Sin hacer nada, sin pensar en nada. Solo tratando de asimilar lo que había echo hacía unas horas. La noche había caído, y con ella una nueva oleada de nieve. Gracias al cielo Susan había instalado una chimenea para el frío. El echo de vivir bajo el mismo techo que ella, solo por ser la segunda al mando, era un poco incómodo. No sabías cuando iba a hablarte bien, o cuando iba a mandarte a tomar por culo tan solo darle los buenos días. Decidí que necesitaba un empujoncito para poder dormir. Me levanté a la alacena y encontré una botella de Buchanan's 12. Prefería el 18, pero no eran días para ponerse exigentes. Cogí un Vaso Old Fashioned de 10 oz, le puso un par de hielos y me serví el licor. Una parte de mí, pensó en dejar la botella, pero la otra parte pensó que sería mejor llevarla conmigo. Me tumbé en el sofá nuevamente, y tras 3 vasos de licor, pude notar a Susan entrando en el salón

-¿Qué rayos haces?-Espetó con su ya conocida voz de desprecio

-¿No es obvio...?-Susurré levantando el vaso y moviéndolo con énfasis. Me miró como si quisiera penetrarme el cráneo con una bala

-Ya veo. Estás tomándote mi única botella...-Siseó-... Puedo saber, ¿Por qué?-

-Lo siento, necesitaba dormir...-Susurré, no sabía por qué, pero estaba llorando sin darme cuenta

-¿Dormir o caer en coma alcohólico?-

-¿Qué dices? Solo llevo tres vasos...-Murmuré. Ella solo me miró alzando una ceja. Miré la botella, estaba casi vacía

-Creo que la frase que buscas realmente es "tres botellas"-Se burló y se giró para abrir el frigorífico

-Odio la lluvia...-Susurré

-¿Y que exactamente te hace pensar que eso me interesa?-

-Fue el año pasado...-Le dije. Me miró sin entender nada

-¿Qué?-

-...era la fiesta de cumpleaños de una compañera. Iba a dar la mejor fiesta de la vida. Había una tormenta horrible, la peor del año, creo yo. Le había echo una rabieta increíble a mis padres por no dejarme ir. Tan horrible que la final mi padre accedió. Solo que ellos me llevarían por la tormenta, decían que era más seguro. ¡Estaba tan feliz...! -Se me escapó un sollozo que resonó en todo el salón. Susan me miraba con una expresión inescrutable-... tan feliz que me arreglé en 10 minutos. 20 minutos después, íbamos camino a la casa donde iba a darse la fiesta...-

Sentía como el arma se me partía con cada palabra. Susan, sin embargo, solo me miraba con ansia. Con ansia de que terminara de una buena vez.

-Cuando llegué a la fiesta, el ambiente era increíble. Alcohol por todos lados, chicos lindos, chicas hermosas, música, globos. La fiesta que recordarías por el resto de tu vida como "La Fiesta" de tu juventud. ¿Sabes? Ana me mandó un texto horas después. Estaba acojonada porque mis padres no llegaban a casa. Le dije que seguro era por la lluvia, que se estuviera tranquila y apagué el móvil...-La voz se me rompió tanto y las manos me temblaban de una forma horrible. El recuerdo me partía...-¡¿Porqué tuve que apagar el maldito móvil?!-Grité con el alma destrozada-...lo encendí nuevamente a las 4 am, para llamar a mis padres a que me recogieran. Tenía 3 llamadas perdidas de mamá, 2 de papá y 15 de Ana, junto a mil mensajes de texto de ella acojonada. Mis padres no habían llegado a casa. No contestaban el móvil, no contestaban los textos. Decidí que tenía que correr a casa, así que cogí un carro y me piré. Al llegar había 2 oficiales fuera de casa...-Tuve que detenerme, o iba a morir ahogada por las lágrimas...-

-...pensé que algo le había pasado a Ana, pero no era así. Algo le había pasado a mis padres. Habían derrapado en el pavimento mojado. Habían tenido un accidente de regreso a casa. Recuerdo como tan idiotamente le dije a los oficiales que nos llevaran a mi hermana y a mi al hospital a verlos. Y como con pena uno de ellos me decía que mis padres estaban en la morgue. Mis padres habían muerto. Habían muerto en el accidente....-

-Mh...-Dijo Susan tomando del su vaso de agua

-Me llevaron a la morgue. Tenía que reconocer los cuerpos. Cuando llegué, me pasaron a un cuarto tan frío como un cuarto helado. Frente a mi había 2 mesas, con dos cuerpos tapados con una manta blanca. Cuando destaparon a mi padre, sentí que me quería morir ahí mismo. Tenía el rostro desencajado, moratones y heridas por todo el cuerpo. No tuve el valor de ver a mi madre, solo salí corriendo de ahí....-

-Mh...-

-Al ser mayor de edad, me quedé con la casa y con la custodia a Ana. Me odió por tanto tiempo, que pensé que no volvería a ser mi hermana de nuevo. Me culpaba de la muerte de mis padres. Y yo también lo hacía. Yo también lo hago. Por eso compre los boletos más caros del CMF, quería que al menos me odiara un poco menos. Pero con todo esto, creo que eso se borra de tu mente, el dolor lo sustituyes por ansias y deseo de vivir. Pero el dolor sigue ahí, atormentándote cuando menos lo esperas...-Susurré y le di un trago al whiskey, directo de la botella.

-¿Qué te hace pensar, que me interesa...?-Dijo ella con la sequedad y la frialdad de mil desiertos de noche

-No lo sé...-Susurré. ¿Porqué se me había ocurrido contárselo a la única persona sin corazón que conocía?

-Tienes que reponerme esa botella. O te mataré...-Dijo y solo se fue

Nunca había hablado de eso con nadie. ¿Porqué se me había ocurrido contárselo a Susan James? Debía estar demasiado ebria para haberlo echo. Me levanté tambaleante y dejé la botella en la alacena. Me lavé el rostro y me fui a dormir. Esperaba estar lo suficientemente ebria, para no recordar nada por la mañana. Nada del día de hoy. Lo deseaba con ansías. 

Youtuber Zombie ApocalypseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora