Capítulo #45

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¿Por qué me dolía tanto? Para empezar, ¿Por qué había sido tan estúpida de cogerle cariño, sabiendo como era ella conmigo? Trataba de que no me afectara tanto, pero una parte dentro de mí, se sentía estúpida y decepcionada. Trataba de no llorar, intentaba no pensar en eso, pero ese pequeño hueco en el pecho se sentía como si fuera a consumir todo mi ser, en cualquier momento. Un estúpido tropiezo que me hizo caer de boca a la nieve, me hizo dejar esos pensamientos. Quise levantarme, pero me había atorado en una rama. ¡Maldita mi suerte! Pero no era una rama. Mi grito ensordecedor llenó el campamento. Fue cuando miré a mi alrededor. Había caminantes por todo el campamento, yendo hacía mí. Y yo me había dejado las armas.

-¡Muertos!- Grité con todas mis fuerzas, mientras intentaba zafarme de alguna forma del muerto que me tenía cogida, dispuesto a comerme a la primera oportunidad.

Pataleé en la nieve, sintiendo el frío en la piel que quemaba. Pero antes de poder defenderme, otro muerto cayó sobre mí y tuve que detenerlo para que no me desgarrara el cuello. Otro grito salió de mi garganta. Fue cuando vi a todos correr hacia mí y cómo un machete le partía el cráneo al muerto que tenía encima.

Alguien me jaló y levantó por los hombros, sacándome del muerto que me tenía cogido por la pierna. Para mi sorpresa, Susan le destrozó la cabeza a ese zoombie. La miré consternada, y ella me miró de una forma que no pude comprender. Samuel, quien fuera quien me levantó, me abrazó.

-¿Estás bien?-Preguntó mirándome por todos lados

-Si, no me hizo daño...-Susurré y miré alrededor.

La gente se había conglomerado alrededor mío y estaban matando a los zoombies, con todo tipo de armas. Samuel me extendió un par de cuchillos.

-¡Hagan rondas en grupos, alrededor de todo el campamento! ¡Nadie duerme mientras no se descubra el origen de esta brecha! – Exclamó Susan, mientras mataba a un par más de zoombies.

-Vayan, estaré bien...-Susurré a Samuel

-Vale...-Me contestó y me dio uno de sus cuchillos. No podía dejar de mirar a Susan de reojo. ¿Se suponía que debía decir algo? Me cabreaba que, nuevamente ella me hubiera salvado el pellejo. Me cabreaba muchísimo. Vi como la gente nos rodeaba.

-¡Vayan a revisar, nosotras estaremos bien!- Grité mientras apuñalaba a uno que venía como loco hacia mí.

Después de un rato de matar y matar, congelándonos el trasero por la nieve, cubiertas de sangre de caminante asquerosa, terminamos con los colados a la fiesta. Cuando terminamos con eso, uno de los guardias nos comunicó que no había rastros de algún daño a las murallas. Alguien había dejado entrar a los caminantes por la puerta principal sin que nos diéramos cuenta. Pero la puerta no estaba dañada. Ese alguien sabía como abrirla. Susan maldijo a los 4 vientos.

-Nosotros nos encargaremos por hoy. Tu ve a descansar, por favor, que esto no te quite el sueño. Mañana lo hablamos. La guardia se quedará en grupos cuidando, quien quiera que lo haya hecho...-Ricardo trataba de tranquilizar a Susan, pero tenía que interrumpirlos, algo no me cuadraba.

-Edwin tenía un hermano, ¿No es así? - Ambos me miraron

-Si, Héctor...-Susurró Ricardo pensando

- ¿Alguien de ustedes lo vio estas últimas horas? -Preguntó Susan en voz alta, todas las respuestas fueron negativas

-Búsquenlo. No hay otro posible implicado, búsquenlo y si lo encuentran, llévenlo a la casa-Dije firmemente

- ¿Está bien? -Ricardo le preguntó a Susan en busca de su aprobación

-Cómo sea...-Ella solo nos dio la espalda y camino en dirección a la casa. ¿Qué rayos le pasaba?

Youtuber Zombie ApocalypseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora