Capítulo #43

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El campamento estaba muy tranquilo, la gente se había conmocionado un poco, por el castigo a Edwin, pero los chicos me convencían a mi misma, de que había tomado la decisión correcta. Vegetta, Willy, Luzu, Alex, Lana, Rubén, Mangel y Abel estaban haciéndome compañía en casa, apoyándome moralmente. Susan entró a casa y nos miró con una mala cara, que hasta podía atravesarnos el alma.

-Buen día...-Saludó Willy, ella solo rodó los ojos

-¿Qué tiene de bueno? Pasa de medio día, deberían estar haciendo los rondines...-Dijo sin mirarnos y se sirvió café

-¿Qué le pasa?-Me susurró Rubén. Yo solo me encogí de hombros

-Me pasa que, hasta donde tengo entendido, esta es MI casa, no una sala de reuniones...-Espetó mirándonos a todos con la misma mala leche que antes. Los chicos me miraron

-Lo lamento, ha sido culpa mía. Los chicos estaban por irse...-Dije y los miré a todos diciéndoles que se piraran o ella terminaría matándonos a todos. Ellos comprendieron perfecto y salieron de la casa en menos de 2 minutos.

-Gracias...-Dijo irónicamente, mientras daba un trago a su taza de café y se piraba fuera.

¿Si iba a salir, en que le incomodaba que estuviésemos en casa? Es que, de verdad, jamás iba a comprenderla. Yo de verdad que quería llevarme bien con ella, pero su increíble y amargosa personalidad, lo impedían. Tendría que hablar con ella, así que salí a buscarle.

Susan estaba sola sentada en una banca, estaba viendo el atardecer, camine suave hacia ella, tenía una pequeña flor en la mano, desojándola sin poner mucha concentración en ello. Me senté justo a su lado. No me miro. No dijo nada. Como si yo realmente no hubiera aparecido ahí

-Hemos estado aquí varias semanas ¿Por qué sigues con esa actitud de no querer hablar o convivir con nosotros? No te hemos hecho nada. -Dije esperando que no se cabreara y me mandara a tomar por culo.

-Su nombre era Nathan. Tenía solo 9 años, aun así sus palabras eran como las de un adulto. Su vida eran los video juegos y se pasaba casi todo el día en internet. Su sueño era ser un gran gamer, pero antes de eso, tenía el sueño de conocer a quienes él, llamaba "ídolos". Su mayor y grande ídolo era ese tan amigo tuyo, Vegetta. Siempre repetía las ganas de ser algún día igual de bueno como él. Después de Vegetta, le seguía Willy, le gustaba su forma de ser, yo le molestaba diciéndole que Wigetta era real. Él tenía una ente muy abierta y podía entender a la perfección que dos hombres se amaran, pero cuando yo le decíaa eso, el solo se quedaba en silencio. A veces lo aceptaba por accidente y yo aprovechaba para molestarle...-

No quería interrumpirle, no quería hablar y que se molestara y romper ese extraño, pero curioso momento de conversación que estábamos teniendo. Pero esto no me daba buena pinta.

-...luego de ellos dos le seguían los demás. Rubius, Frank, Alexby, le encantaba como se reía Alex. ByAbeel. El mejor editando, según él, era Rubius. Quién comentaba mejor era Vegetta. Quién jugaba mejor era Frank. Quién dibujaba mejor era Alex. Y quién hacia más gilipolleces era Willy- Después de decir esto, tomo otra florecita y empezó a desojarla también y luego siguió con la historia-Cuando se enteró que el Club Media Fest venía a México, casi se muere de la emoción, hasta sus calificaciones subieron sin más. Yo lo quería premiar por eso y decidí ahorrar y darle la sorpresa. Nunca voy a olvidar su emoción, su felicidad se le desbordándose, simplemente no podía contenerla, ¡Por fin conocería a sus ídolos! A los que por tanto tiempo había visto por la pantalla "¡Por fin!" Gritaba el, excitado...-

Tío, no de verdad, no me gusta el rumbo que tiene esto, no sé si quería seguir escuchando. Estaba segura de a donde iba todo esto. Sentí un nudo en el estómago, y los ojos aguárseme completamente. Que ridícula me vería al llorar, cuando ella no lo hacía.

Youtuber Zombie ApocalypseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora