Capítulo #46

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No dormí en toda la noche. Mi cabeza no dejaba de darle vueltas a lo que había ocurrido ayer. ¿Quién era exactamente el de la nota? ¿Santiago? ¿Algún servidor de él? ¿Héctor? ¿Alguien que me odiará? En este tiempo me había ganado el odio de muchas personas, era difícil tratar de adivinar cual de todas ellas querían matarme ahora mismo. ¿De verdad tenían una horda esperando? El simple echo de pensar que sí, hacía que la piel se me pusiera de gallina. No podía arriesgarme a que todo el campamento muriera por yo querer salvar mi pellejo. Ya era hora de empezar a salvarme yo sola, sin esperar que los demás arriesguen su trasero por mí. ¿Podría escabullirme del campamento, sin que nadie lo notara? Sería difícil. Mientras pensaba en como hacerlo, nos reuniríamos en casa de Samuel y Willy. Técnicamente era Navidad, y habría que repartir los regalos.

Con todo el jaleo de anoche, ni siquiera pude abrir el pequeño paquete que Vegetta me había -entregado. Así queme dispuse a ello. Cogí la pequeña caja y la abrí. El corazón se me arrugó demasiado. Dentro, había un collar con pequeños dijes muy significativos para mí. Y claro, una nota

"Creemos que ya sabrás de que va este regalo, pero aún así, quisimos explicarlo. El unicornio, claro está que es de Vegetta, la tortuga, no es una tortuga sin más, es TrotuMan. El cerdo definitivamente es Manolo, el tigre representa a nuestro queridísimo Abel, ese caballo blanco tan chulo, no es Vicente, no te confundas, es el magnífico Perdigón, que mola un mogollón. Por supuesto que ese Storm Trupper, es de Alex, y esos 2 creepers son de Rubius y Mangel. Ahora a donde quiera que vayas, nos tendrás contigo, tan cerca del corazón como siempre lo hiciste y has hecho hasta hoy. Te amamos, Sofía. Gracias.

Atte: El grupo de mongoles y gandules al que les salvaste la vida"

Era imposible que ya estuviera llorando. ¿Por qué soy tan sensible? Me cago en la puta. Era por esto que tenía que dejar de arriesgarles, no podían exponerse más, no por mí. Tenía que despejar mi mente, así que solo tomé los regalos de todos y fui a con ellos. Tenía que disimular muy bien. Un paso en falso y todo se iba a la mierda.

-¡Feliz Navidad, chavalilla!-Gritó Frank al verme entrar por la puerta.

Todos estaban ahí. Hasta Max y Jhonny, que jugaban con Samuel. Los siguientes 10 minutos fueron una lluvia de besos y abrazos increíble, sentía que me estaba asfixiando, pero se sentía bien. Puse los regalos bajo el árbol y Luzu me trajo una taza de chocolate caliente. ¿Ya he dicho que era la mejor navidad de mi vida? Pues lo era. La casa olía maravillosamente a galletas de jengibre. Y había una mesa con panecillos y tartitas.

-Si que se lo han currado...-Le dije a Luzu, quien me abrazó sin más.

-Esto es gracias a ti. No estaríamos todos juntos, de no ser por ti...-Me susurró y sentí que me rompía nuevamente. Hoy estaba en modo sensible totalmente.

-¿Qué dices? Si soy yo la que hace que casi los maten en varias ocasiones...-Susurré

-No me seas tonta, y come un bocadillo, que no tarda en bajar Abel...-Rio

-¿Y para que es indispensable que Abel baje?-Pregunté pero no tuvo tiempo de contestar.

-¡Jo, jo, jo! ¡Feliz Navidad!- Un Abel disfrazado de Santa Claus apareció salvajemente. Solté una carcajada, como todos los presentes.

-¡Eso Tigre, dalo todo!-Gritó Willy

-¡Venga, a los regalos, chavalote!- Le siguió Samuel y el Santa falso, se sentó frente a la chimenea y abrió un gran costal de regalos

- A ver, este dice que es para ¡Benjamín!-

Un barullo de aplausos llenó el salón. Así continuamos por un par de horas entregando regalos, comiendo, jugando, hablando. Viviendo. Todos parecían tan felices, tan juntos. Tan vivos. Mi pecho se oprimía cada vez más con cada rostro sonriente que miraba, con cada sonrisa que me dirigían, con cada abrazo que me daban, tan cálido como su corazón. Sabía que en cualquier momento iba a explotar, sabía que su felicidad era mi debilidad. Pero también era mi fuerza, era mi apoyo y mis ganas de seguir. La vida me había arrebatado una familia, pero me había entregado otra, tan bella como la que me quitó. Las risas de júbilo y amor resonaban dentro de esas cuatro paredes. Vi a Ana, era tan feliz, sonreía tan fuertemente que me hacía crujir el corazón. Hacía tanto que no la veía tan feliz. Ahí, bromeado con Frank y Alex se veía completa. Pude darme cuenta que ya no me necesitaba más. Y sabía qué si algo pasaba conmigo esta noche, ellos la cuidarían como yo los cuidé a ellos. O incluso mejor. Si algo me pasaba. Que absurdez, claro que algo iba a pasarme. Esta noche no regresaría al campamento, ni hoy, ni nunca. Estaba condenada a entregar mi vida para salvar la de ellos. Una oleada de pánico me llenó el pecho, sentí como las piernas me temblaban y como en mi pecho se formaba un nudo tan grande que iba a ser difícil controlarlo, tenía que salir de ahí. Corrí como pude al patio trasero de la casa y traté de calmarme un poco, pero fue imposible. Los sollozos brotaban de mi garganta con desesperación, las manos me temblaban en un inútil intento de esconder mi llanto, y justo cuando creía que nada podía ser peor, lo escuché.

-¿Te encuentras bien?- La voz de Samuel me sacó de mis pensamientos.

Cuando le vi, no pude articular palabra alguna, solo negué con la cabeza como pude y el entendió que necesitaba algo de consuelo, corrió a abrazarme como si me estuviera desmayando y yo solo me refugié en su pecho, llorando a pulmón abierto, como nunca había hecho. Tenía miedo, dolor, ansiedad, pánico, culpa. El solo me abrazaba sin decir nada.

-Tengo miedo Vegetta...-Susurré como una niña pequeña. Incluso le había llamado Vegetta, cuando me había jurado a mi misma no volver a llamarle así.

-¿Por qué? ¿A qué? - Me susurró, mientras me levantaba el rostro del mentón con suavidad. Me dejé caer de culo al suelo y el se arrodilló conmigo, sin dejar de mirarme en ningún momento.

-A perderlos...-Lo dije con una voz tan baja que fue un milagro que me escuchara

-No vas a perdernos...-Rio con suavidad mientras me tomaba del rostro

-Ustedes son mi familia Samuel...-Susurré

-Y tú eres la nuestra...-Me contestó, estaba empezando a notar que algo andaba mal- ¿Qué ocurre?

¿Y si le contaba? Podía confiar en él, pero ¿eso pondría en riesgo su vida? Si, lo haría. Y no iba a permitir que alguien que amo se viera en riesgo por mi cobardía. No otra vez. Tenía que inventar algo, rápido.

-Todos a quienes amo, mueren o terminan lastimados...- Sollocé-... mis padres están muertos por culpa mía, y ahora, que tengo una nueva familia, y soy tan feliz. Somos tan felices, me entró un miedo tremendo de solo imaginar que algo podría pasarles...-

- ¿De qué hablas? Venga, no digas tonterías. No voy a permitir que te tortures de esa manera- Dijo Firmemente y me obligó a mirarle a los ojos – Tú jamás, serías capaz de ponernos en riesgo, tú nos has salvado desde el primer momento que estuvimos juntos. Si todo esto es por lo que pasó con Frank y Ana, tienes que olvidarlo ¡Déjalo, ya! No fue tu culpa, y la vida te lo demostró regresándote a ambos sanos y salvos. Tienes que dejar de torturarte por el qué pasará. Debes dejar de preocuparte por lo que no está en tus manos y ocuparte de lo que si puedes resolver...-

Ahí lo había clavado, tengo que ocuparme de lo que si puedo resolver. Como lo de esta noche. Hubo silencio por un par de minutos, como lo quería. Como los quería a todos. Lo abracé y le di un beso en la mejilla. Me sequé las lágrimas y me dio la mano para ayudarme a ponerme en pie. La noche estaba cayendo, tenía que irme ya.

-Gracias, te quiero...-Susurré y le di un último abrazo. Nuestro último abrazo. Sentí queme rompía de nuevo, pero tenía que controlarme

-Y yo a ti parguelita...-Rio y me sacudió el cabello

-Tengo que ir a con Susan a arreglar un par de cosillas, no me esperen, conociéndola querrá sentenciarme toda la noche...-Reí el rio conmigo

-No lo dudo- Contestó y me encaminó dentro

Me excusé con todos de ir a arreglar unos pendientes. No tenía la fuerza de despedirme de cada uno, si lo hacía iba a romperme de miedo y dolor. Así que solo di una última mirada a su felicidad a través de la ventana. Estaba salvando eso para ellos, e iba a valer toda la pena del maldito mundo. 

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Bueno, lo prometido es deuda!

Chic@s,me paso rapidamente para decirles que se de alguien que me manda mensajes por aquí, pero mi app del móvil es muy jodida y no me deja abrirlos T-T eh de decir que mi móvil es muy viejo y talves ya se volvió tonto. 

Espero que les haya gustado el capitulo, próximamente el siguiente.

Estamos a nada de acabar eh?  :P

Chao

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⏰ Última actualización: Sep 07, 2021 ⏰

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