Capítulo 1

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La alarma comenzó a sonar, era el sonido que menos soportaba, sobre todo en las mañanas.

Se quejó, pero no tuvo de otra mas que levantarse y comenzarse a arreglar, no quería llegar tarde como la última vez. Si le pasaba de nuevo era seguro que la profesora no tendría piedad con ella, esta vez la echaría de clase y no la dejaría entrar hasta que se le pasara la indignación.

Se estiró, fue al baño y se lavó la cara, luego regresó a su armario para sacar el conjunto de ese día: una camisa blanca -la cual arremangó-, un pantalón de mezclilla y unas botas negras; era lo único que se llevaría hasta que abrió las cortinas, revelando un cielo nublado.

Suspiró. Tendría que llevarse su chamarra marrón.

Tendió su cama, agarró el libro de literatura y lo metió a su mochila. Lo había estado estudiando para el examen que aplicaría el profesor dentro de dos días, debía prepararse mucho si es que quería sacar una buena nota, en especial para esa clase que era una de las más pesadas.

Se maquilló lo más rápido posible, sin aplicar el labial (lo haría hasta que se lavara los dientes).

Tomó su mochila y bajó a desayunar con su padre, está vez a él le tocaba preparar la comida. En esta ocasión había elaborado hot cakes y jugo de naranja. Dejó la mochila a un lado de su silla y tomó asiento, segundos después su padre le sirvió la ración de tres panqueques con mantequilla y miel de maple.

Con tan solo verlos se le hacía agua la boca.

--- Buen día, papá -sonrió

--- Buenos días cariño, ¿café o jugo?

--- Jugo por favor

El hombre sirvió un vaso para cada quien y fue a acompañar a su hija a la mesa.
La chica comenzó a comer, mientras que él tomaba la bebida y se ponía a ojear un poco el periódico del día.

--- ¿Cómo dormiste?

--- Súper -dijo con un pedazo de comida en la boca-, ¿y tú? ¿Hoy tienes el día libre?

--- También descansé. Y no, solo entro tarde, tengo junta a las diez

--- Conociéndote se te irá el tiempo -rió

--- Es cierto, debería irme a ducharme

Pasaron unos minutos hasta que su hija terminó el alimento. Su padre le recogió el plato, el vaso y los cubiertos para comenzar a lavarlos. Mientras que la chica agradeció y posteriormente fue al baño a lavarse sus dientes, después se aplicó el bálsamo y fue a despedirse de su padre.

--- ¿No quieres que te lleve?

--- No, gracias. Me han dado ganas de llevarme la bici

Padre e hija terminaron de despedirse. _(t/n)_ salió de la casa con su mochila y casco en mano, la aventura recién comenzaría. Su padre, por otro lado, terminó de lavar los trastes y se dirigió al baño, le haría caso a su hija si quería evitar las prisas de último momento.

Subió a la bicicleta, ajustó su casco y comenzó a pedalear, llegándose a topar con el chico del periódico, apenas había terminado la ronda por esa calle.

Cruzó las calles y la avenida con cuidado, afortunadamente no era la única ciclista que se dirigía a la escuela a esa hora, por lo que tuvo la oportunidad de irse con un grupo hasta cierta parte del camino. Una vez cerca del instituto, se separó de ellos y dobló a la derecha para entrar al estacionamiento.

Un profesor revisó su credencial antes de ingresar, verificando que pertenecía ahí. "Como si llevar una mochila no fuera suficiente" pensó.
El adulto le regresó la identificación y le permitió el paso, cuando Reeves entró se dirigió a la zona de bicicletas y justo ahí recordó que había olvidado algo: el candado.

Te veo [Bucky Barnes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora