Te veo [Bucky Barnes]

Capítulo 27

Salió del apartamento aproximadamente a las siete de la noche, una ventisca le pegó en la cara, provocando que en todo su cuerpo le recorriera un escalofrío. Tembló; seguidamente se abrochó la chamarra verde musgo y metió las manos en las bolsas de la misma, sintiendo en su palma derecha el fajo de billetes para emergencias que Bucky le había dado. Esto no sería una emergencia, pero definitivamente necesitaba un trago.

Comenzó a caminar hacia la izquierda, no sin antes revisar por ambos lados de la calle. No había señales de él, así que continuo su camino, recordando haber visto un bar decente de camino hacia acá.

Sonrió de lado al haber logrado su cometido. Se apartó de la orilla de la azotea y se fue de ahí con todas sus cosas, hora de efectuar el paso número tres.

--- Entonces... ¿te estás apartando de ella? -preguntó

--- Sí, ¡no! Es decir... -gruñó- ...no lo sé. Creí que sería lo mejor, ya que estando conmigo podría sucederle algo -bajó la mirada, al igual que su cuerpo hasta quedarse sentado-. Y es lo que menos quiero hacerle. Ya le han disparado, quizás para la próxima sea peor -apretó sus puños-. ¡Es por eso que quiero que te la lleves, Steve! No puedo cuidarla -lo último lo susurro

Se quedó mirando a su amigo sin saber qué decirle o hacer. Reflexionaba acerca de qué era lo mejor para la chica, pero sobre todo, para Buck.

Si se la llevaba, en SHIELD comenzarían un sin fin de investigaciones, terminando por averiguar de dónde provenía y lo que había sucedido aquel día, cuando Bucky se la llevó. Por lo que terminarían dando con Barnes y lo arrestarían y... lo mantendrían cautivo. No quería ese final para él, no mientras él pudiera asegurarlo.

Tendría que mentir y la mejor persona para ayudarle a hacer tal cosa sin ser descubiertos era Romanoff. Todo estaba resuelto.

Se acercó a él lentamente, quitándose su casco. Se agachó hasta que sus miradas chocaron, Bucky estaba por volverla a bajar, sin embargo el Capitán tomó su mentón con delicadeza para que lo volviera a ver, como si estuviera ordenandole.

Bucky tenía ese brillo de inocencia en sus ojos.

--- Te ayudaré, pero también tendrás que ayudarme a mí -dijo con calma

--- Por supuesto, dime ¿qué tengo qué hacer?

--- Una vez que vayamos por ella, tendrás que huir de aquí, terminando al otro lado del país ¿de acuerdo? Solo... te quiero lejos de ella

Asintió. Aunque no quería hacerlo, pero vamos ¿qué no haría por esa chica?

Ella llevaba su tercer cerveza. Aún no sentía nada o tal vez sí y solo evadía ese pensamiento. De cualquier forma, terminaría por descubrirlo.

Suspiró, pasando su dedo índice por el borde de la boca de la botella vacía.

Se sentía bastante mal por eso. Sabía que estaba la posibilidad de que sus sentimientos no fueran correspondidos, había mantenido más esa idea que la feliz, pero no creía que llegara a ser tan cruel con ella. En parte eso le ayudó, debido a que si hubiera tenido esa iniciativa y no hubiese escuchado eso, había obtenido a cambio una humillación.

Fue lo mejor... suponía.

En ese momento un hombre se sentó al lado de ella. Ordenando una cerveza.

Había reconocido su voz, pero ¿de dónde? Volteó a verlo.

Era el mismo hombre que había visto en Luisiana, en el hotel, aquel que le prestó su libro.

Hablando de eso, había recordado que estaba por terminarlo, en realidad había sido bastante corto. Eso la hizo recordar el motivo por el cual él pudo leerlo varias veces.

Se lo pensó varias veces antes de hablarle, parecía que estaba por revisar su celular, no quería interrumpirlo. Mordisqueo sus labios ligeramente antes de dirigirle la palabra.

--- Estoy... en "Una semblanza de Doctor Johnson" -mencionó

Giró su cabeza. Sorprendiéndose.

--- ¡Oh! Wow, eres tú -sonrió, esta vez girando por completo su cuerpo y guardando su celular-. Hola de nuevo. ¿Qué tal te está pareciendo?

--- Excelente, es decir, es genial Lovecraft. Un par de historias me hizo reflexionar bastante, tuve que releerlas pero... sigo sin comprender -rió de nuevo

--- Sí, también me hizo pensar bastante... -dio un sorbo a su bebida- ...como la primera historia: "Desde el más allá", no sé si ambos científicos estaban locos o... no lo sé -rió levemente

--- Oh, ¿la historia donde al final todo era un engaño para matarlo? Sí... -regresó su mirada hacia su botella, sonriendo

El hombre notó que había terminado de beber.

--- Eh... -no estaba seguro si ofrecerle otra- ...¿cuántas haz tomado?

--- Solo esta -mintió-. Qué coincidencia encontrarte por acá, ¿vienes por tu libro? -bromeó

--- No, no -rió-. Decidí quedarme un rato por acá, para descansar del viaje

Prefirió no mencionar esa pregunta, creía que sería algo personal.

Esperaron un rato antes de seguir con su plática, él estaba por terminar su botella.

--- Entonces, ¿te estás hospedando cerca?

--- Sí, de hecho, estoy en la otra calle. ¿Y tú?

--- En la 13 -volvió a mentir

--- Qué bien. En lo personal, me agrada esta ciudad. Es de las más tranquilas que he visitado

--- ¿Te gusta viajar?

--- Solo cuando es por placer -sonrió-. ¿Me dejarías invitarte una cerveza?

Bucky y Steve llegaron a la recamara donde se suponía debía estar ella.

El Capitán volteó a ver a su amigo, antes de que este tocara la puerta del cuarto.

--- ¿_(t/n)_? ¿Puedo pasar?

Esperó a recibir una respuesta, pero nada.

--- De acuerdo... -miró a Rogers- ...debió quedarse dormida

Entró con cautela a la oscura habitación, seguido por su amigo.

--- ¿_(t/n)_? Soy... Bucky -encendió la luz

Y no estaba.

Su corazón se detuvo un instante, mismo que le pareció eterno. Luego reaccionó esta vez con más rapidez y comenzó a buscarla, fallando en encontrarla.

--- Mierda, mierda, mierda -repetía una y otra vez

--- Buck, tranquilo. No debe andar muy lejos

--- ¿Cómo carajos quieres que me tranquilice? No está, el maldito sensor no me avisó y... -se detuvo, verificando que el sistema estuviera bien, pero no era así

Habían cortado los cables de las cajas que estaban en las esquinas del umbral de la puerta. ¿Acaso lo había hecho a propósito? ¿Por qué?

--- ¿Y qué?

--- Se la llevaron

Pero la chica en realidad estaba "bien".

Bajo el efecto del alcohol y de alguna droga que había ingerido, se encontraba bailando en un salón con cientos de extraños. Estando de nuevo sola, entre tanta gente.

Hasta que un chico se le acercó.