La luz se colaba por la ventana, entre las cortinas, al rostro de Simona. Su rostro pálido relataba por sí mismo el calvario que pasó para llegar hasta el departamento de Damian. Tenía las uñas de las manos rotas y los pies ligeramente heridos por sus tacones.
Al abrir los ojos, sintió que todo daba vueltas. Por un momento no sabía donde estaba, luego de unos minutos conoció el departamento. Había un brazo rodeando su cuerpo, el de su pareja; la abrazaba fuertemente, como si quisiera contener el cuerpo de Simona por completo. Milu, la gata de Damian, dormía plácidamente a los pies de la cama. Todo tenía un aire apacible, como el que nace después de una tormenta.
- Bonita, ¿Despertaste?- preguntó Damian.
Simona permanecía en silencio. No podía sacar la voz, que escondida estaba en la profundidad de su pecho, como si se hubiera hundido para siempre en el fondo de un mar de lágrimas. Quería hablar y no podía encontrar su voz. Asiente con la cabeza.
- ¿Me hablarás? - pregunta otra vez Damian.
Ella sube los hombros, sin saber si podía hablar eventualmente.
- ¿Quieres hablar sobre lo de anoche?
Simona niega con la cabeza.
- ¿Sabes lo que pasó anoche?
No hay señas por parte de Simona.
- No importa. Lo siento mucho, lo siento de verdad. ¿Sabes que yo te amo a ti, cierto?
La chica sube los hombros.
- Te amo, Simona. Ya no pienso en mi ex, pienso ahora en ti. Tú eres el aquí y el ahora, tu eres mi pareja y quiero estar junto a ti.
Simona se voltea y lo mira, con los ojos llenos de lágrimas, encontrando por fin un hilo de voz:
- Lo siento también. Fui una tonta. Me comporté muy mal anoche, solo logré auto-destruirme. Mira mis uñas.
Se abrazaron bajo las sábanas. Se besaron. Se perdonaron. Hicieron el amor con sutileza, como si el acto fuera un momento de reconciliación. Suaves caricias; suaves besos; suaves movimientos.
Quedaron tumbados uno sobre el otro, siendo un solo cuerpo unido por los brazos y las piernas. Luego, se separan y descansan mirando con placidez el techo. Pronto, Damian se levanta entre toda su desnudez y se viste.
- Ahora vuelvo, amor. Sigue durmiendo si quieres, descansa, recupérate- dice Damian.
Simona envuelve su cuerpo desnudo entre las sábanas, ocultando su rostro con la almohada. Luego de unos minutos, Damian vuelve y la invita a vestirse y tomar el desayuno que él preparó: Té y dobladitas con palta.
Ella se vistió.
Se sentó.
Comió."Esto es amor" pensó.
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Consumidora De Cuerpos
Teen FictionSusan es una joven estudiante universitaria de literatura que deja su ciudad natal para mudarse a Valparaíso. Sin embargo, una sensibilidad especial comienza a apoderarse de ella, desencandenando en una fuerte depresión que la hunde más y más. En la...