No resisto más a este weón. No resisto estar más con Damian. Me cansé de llorar por él, de sentirme humillada, de todo. Desde ese día que me cerró la puerta en la cara no ha sido lo mismo.
Luego de ese evento, nos reconciliamos al día siguiente, hubo sexo. Ese día llegué a su departamento y le pedí disculpas por ser celosa... En serio que no debí porque él debía disculparse. En eso me besa lentamente. Comienza a tocarme, primero los pechos y luego la cintura, apretándome contra sus genitales. Después, grotescamente, me baja los pantalones, me da vuelta contra la pared y me penetra. Me gustó, pero encontré raro el cómo me trató: no sentí amor alguno en sus actos, sino simplemente un deseo carnal y dominante, como si quisiera complacerme y castigarme.
En un momento se detiene y me dice que me desnude. Lo hice. Yo le obedecí en todo.
Fue como si un fuego hubiera recorrido mi cuerpo y solo quería que me tratara con más brutalidad. Me sentó en la mesa y comenzó a penetrarme otra vez. Yo no podía dejar de gritar, estaba completamente desvanecida que no podía inhibir ninguno de mis gestos.
Luego me llevó a la cama y continuó, pero esta vez con golpes. Me golpeó, primero, los glúteos, después la cara y por último, los pechos. En un momento quise parar, pero él no paró y continuó.
Ya no me era placentero, ahora me dolía.
Lloré.
Este ya no era el hombre a quien yo amaba, sino que era el tipo de hombre que yo siempre traté de evitar. Había fallado. Debía alejarme de él para siempre.
Finalmente, cuando acabó, lo hizo en mi cara, sin consentimiento. Me sentí sucia, denigrada, humillada, avergonzada...
Lo primero que hice fue vestirme e irme. Algo le había pasado a Damian, algo lo cambió, o quizás siempre fue así. Quizás era hipócrita y falso. Pienso más en la segunda opción.
Entre mis dolores de mis golpes y genitales, pude correr lo más rápido que mis piernas podían en ese momento y tomé una micro a casa. Al llegar, saludé a las chicas que estaban en la mesa desayunando y fui a mi pieza. Terminé de llorar.
Y aquí estoy. No diré nada, simplemente me alejaré de él para siempre. Seré fuerte en mi decisión, porque no debí dejarme pisar por un conchesumadre que me valoró tan poco.
"Chao con vóh no mas, gil culiao" pensé.
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Consumidora De Cuerpos
Teen FictionSusan es una joven estudiante universitaria de literatura que deja su ciudad natal para mudarse a Valparaíso. Sin embargo, una sensibilidad especial comienza a apoderarse de ella, desencandenando en una fuerte depresión que la hunde más y más. En la...