Estoy cansada. Me siento atrapada en mi cuerpo. Quisiera dejar de pasar por lo que estoy pasando: una inseguridad total de mi y mi cuerpo. No sé quién soy. He descuidado mi imagen en todo sentido. Mi cabello ya no es azul, está verde y he decidido aplicar un rojo encima.
Mi universidad se fue a paro. No tengo dinero y necesito un trabajo. Por lo mismo, es que he comenzado a vender cosas para poder mantenerme, por ejemplo, mis joyas. Afortunadamente, me han llamado para un trabajo en un restaurante de garzona. Me tendrán a prueba un par de días, espero poder servir para esto y ganar algo de dinero.
Las cosas de comer se acaban, sobretodo el pan. He decidido comprar harina y hacer mi propio pan, me sale más barato. Como fideos con carne de soya todos los días, y me llego hasta sentir miserable. Por lo menos tengo qué comer.
Cómo no me voy a sentir más deprimida en estas condiciones, a veces no me dan ganas de ducharme ni levantarme de la cama. Hay días en los que nisiquiera me veo al espejo, a veces tengo miedo de olvidar quien soy. He reducido mi alimentación a dos comidas por día, la parte buena de esto es que bajaré de peso, porque hasta ahora no hay nada mas importante que la universidad y mi peso. Hay que ver las cosas buenas de la vida, dicen.
Decidí teñirme hoy el cabello, para así poder ir a trabajar. En el trabajo, nos darán el desayuno y el almuerzo, así que no tendré que gastar por un buen rato en comida hasta que me despidan. Espero ser buena en esto.
Mañana entro a trabajar.
Hoy pasaré en cama todo el día, me teñiré el cabello y veré mi animé favorito: Nana. Cada vez que veo este animé me siento más identificada con ambos personajes. Cuando era más joven, tuve un periodo bien punk, escuchaba los Sex Pistols, Ramones, The adicts, Pussy Riot... en fin. Así que me identificaba con el personaje más rockero de la animación. Sin embargo, en el personaje más kawaii también me identificó, porque ella representa todo lo más sensible en mi: mis necesidades afectivas e ilusiones. Por eso es que cada vez que lo veo me siento muy representada y me da una nostalgia enorme, como si quisiera abrazar mi pc y llorar. Recuerdo que Katherine me sugirió verla en su momento, teníamos 14 años y yo pasaba por un momento emocional complejo, en cuanto a las relaciones afectivas con otros chicos.
Desde ese momento nunca dejé de estar sola, siempre hubo chicos en mi vida. Quizás mi poco contacto emocional con mi padre me lanzó a buscar el cariño masculino en los demás y, aquí estoy, hecha mierda con mis sentimientos pudriéndose en mi corazón.
Hoy estoy y me siento sola. Las chicas, cada una, en su pieza, pasando el frío como se puede, porque he de mencionar que es invierno. De vez en cuando se escucha a alguien riéndo o hablando por teléfono. De verdad, esto no puede deprimirme más, tan solo intento mantenerme firme para asistir mañana a mi primer trabajo. Sé fuerte Susan, las cosas buenas cuestan.
Mamá siempre dijo que hay que tener perseverancia ante todo y en eso estoy. Recordarla me da mucha pena, y solo quiero estar con ella, no saben la falta que me hace en momentos como este. Necesito amor de madre, alguien que me cuide y me diga que todo estará bien, pero no debo caer, debo mantenerme de pié... siempre digna, cueste lo que cueste.
En momentos como este, donde creo que voy a flaquear, siempre me hace bien recordar mis raíces: mi familia y mi casa. A veces me gustaría tomar un bus e irme a mi ciudad natal, pasear por sus calles y respirar su aire fresco y limpio. Recuerdo también a mis gatos, que aunque sean jodidos, siempre me hacen sentir amada.
Pero aquí estoy, luchando por mantenerme. Ojalá nos hubieran dicho antes que todo esto iba a ser tan difícil, que ir a la universidad significa crecer, significa volverte un adulto a la mala, significa sexo y drogas. Significan cosas tanto buenas como malas. Quisiera haberlo sabido antes.
En fin, debo dejar de lamentarme tanto y mirar hacia adelante, hacia mañana.
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Consumidora De Cuerpos
Teen FictionSusan es una joven estudiante universitaria de literatura que deja su ciudad natal para mudarse a Valparaíso. Sin embargo, una sensibilidad especial comienza a apoderarse de ella, desencandenando en una fuerte depresión que la hunde más y más. En la...