Capítulo 63

13.2K 2K 429
                                    

Tuvimos una fiesta con Medusa, en la casa de Medusa, con Medusa de anfitriona

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tuvimos una fiesta con Medusa, en la casa de Medusa, con Medusa de anfitriona.  Tuve que repetirlo varias veces para poder creérmelo.

Descubrimos que era macabra, pero buena muchacha.  Preparó bocadillos, huevos de serpientes, ojos de ranas, entre otros.  Flor encontró el adjetivo perfecto al calificar la comida de exótica.  

—Me pareció mejor ofrecerles partes de otros animales, las humanas podrían resultarles incómodas —comentó la dueña de casa.

No hubo palabras para manifestar nuestro agradecimiento.  Así, literal.

Por fortuna, luego del tropiezo inicial, no hubo problemas para romper el hielo.  Habíamos llevado bebidas y golosinas que pudimos compartir.  Luego, comenzamos a hablar del partido, la reacción de los dioses, el fútbol, de cómo era la vida en un Templo griego y cómo era la rutina fuera de él.  A alguien se le ocurrió la brillante idea de acomodar las estatuas, dos en cada lado, y usamos la cabeza de otra como pelota.  Revivimos el juego, hasta que Fran, por accidente, le dio al travesaño, que en este caso, significó decapitar a una de las esculturas.

Nos quedamos hechas hielo, una reacción normal, considerando que esto era muy cercano a la idea de matar a una persona.

—Ya no iba a volver —comentó Medusa, librándonos de culpa.

Nos hizo sentir mejor, pero todo continuaba siendo demasiado tétrico.  Se hizo el silencio nuevamente, hasta que a Fran se le ocurrió llenar el silencio con música.

Así, descubrimos que a las serpientes de Medusa les gustaba bailar.

Al final del día, mi conclusión fue que todo estaba bien.  La fiesta en el templo había sido un éxito, Atenea estaba satisfecha, mi mala idea había funcionado y todo podía volver a su aparente y frágil calma.

Volver a encontrarme con Nick en la facultad fue refrescante, estaba aturdido y no entendía bien qué le había sucedido, pero estaba feliz de estar de regreso.  Además, Apolo le había regresado la visión, vaya uno a saber por qué.  Podía concluir que no era tan malo como parecía, pero no quería auto engañarme.

La versión oficial era que Nick se había sometido a una cirugía de ojos y ésta había sido todo un éxito.  Ninguno de los que sabían la verdad lo iba a desmentir, y podíamos vivir muy tranquilos con el peso de esa mentira sobre nuestras conciencias.

Todo iba tan bien que incluso llegué a presentarme puntual al trabajo ese día.

Peter llegó un poco después, nos encontramos en la caja, en ese momento incómodo en que ninguno de los dos sabía qué hacer.

Nos saludamos con cortesía, y nos dispusimos a cobrar boletos, entonces realmente temí que todos mis dramas familiares estuvieran afectando nuestra amistad.  

Trabajamos en silencio los primeros minutos, pero internamente estaba buscando desesperadamente una excusa para romper el hielo.

—Liz no lo soporto —gimió de repente, y entonces comprendí que todo este tiempo, su cabeza estuvo atravesando el mismo dilema—.  Dime que no me odias por vivir con Jane, tú sabes que yo las quiero a ambas y…

Cupido Otra Vez [#2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora