Capítulo 1: Meliodas, el caballero sacro.

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* Zaratras *

Me despierto a la mañana siguiente y veo que hace un día espléndido. Decido ir a ver cómo está Meliodas y resulta que está bebiendo.

Zaratras: Vaya, Meliodas, ¿desayunas cerveza?
Meliodas: Para calentar la garganta. Tranquilo, ésto no me emborracha. Necesito al menos tres barriles para ponerme tonto.
Zaratras: Bueno es saberlo.
Meliodas: De todas maneras, me viene bien que hayas venido, quería hablar contigo.
Zaratras: ¿De qué?
Meliodas: Quiero estar junto a Elizabeth.
Zaratras: Meliodas...los Reyes tienen criados para eso.
Meliodas: No me refiero a ser su nanny, quiero ser su caballero protector. Quiero ser un caballero sacro.

Le miro perplejo. No me esperaba esa respuesta. Me la tomo como broma, pensando que quiere reírse de mi. Y le reto.

Zaratras: Jajjaajjajajajaja, sí claro. Vale, si me vences te dejo ser lo que quieras jajajajajajajja

Me levanto y me dispongo a luchar contra él. Yo sigo riéndome mientras él está serio. Pues a lo mejor no era broma. Después de dos minutos luchando contra él, me rindo. No sé qué ha pasado exactamente. Su destreza con la espada es magnífica. Y su mirada desprende rabia. Ninguna maldad. Pero sí enfado.

Zaratras: Vale, me rindo. Perdóname. Puedes entrar en el ejército si quieres.

Él retira la espada y su mirada rabiosa cambia a una amable. Me tiende la mano para levantarme. Menuda fuerza. Cómo engaña el niño.

Nos vamos los dos juntos para pedir su candidatura. Cómo va conmigo, que soy el jefe, obviamente le acepto, claro. Le nombro caballero sin pensármelo dos veces delante del Rey.

Zaratras: Y ahora, caballero, tengo un par de misiones que...
Meliodas: Para el carro. No pienso hacer misiones. Ya te lo dije. Quiero ir con Elizabeth.

Será maleducado...se da la vuelta sin dejarme contestar, lo que me cabrea aún más. Menudo pasotismo. Miro al Rey, quién se está riendo. De mí.

Bartra: Reconócelo Zaratras, eres un buen líder...pero no tienes carácter. Eres como un bollo de crema.
Zaratras: Oh, eso me recuerda que Hendi me ha invitado a comer...pastel de manzana, allá voy😊
Bartra: 😒😒Lo que yo decía ...

*Meliodas*

Ahora que estoy en el ejército, nadie puede impedirme ver a Elizabeth. Estoy demasiado apegado. Para una vez que puede estar conmigo y la puedo controlar desde su reencarnación...las otras veces no tuve tanta suerte. Me dirijo al jardín, ya que noto su presencia. Es débil, pero sé que es ella. Aunque ella muera, nuestra conexión es muy fuerte, siempre lo ha sido. Veo a la Reina sentada en una mecedora, acunando a Elizabeth y ella levanta las manos y se ríe. Aunque parece algo inquieta. La Reina empieza a tararear una canción y parece que eso calma a Elizabeth. Hasta que oye mi voz.

Meliodas: Buenos días, majestad. Siento interrumpir su canto matutino.
Reina: Oh, Meliodas...sólo estaba intentando calmar a esta niña tan inquieta, ¿Verdad Eli?

Eli mira hacia mí y me sonríe con dulzura. Estoy tan enamorado de su sonrisa, que me quedo embobado. Ella tiende los brazos para que pueda cogerla. Y lo hago. Estamos compenetrados. La Reina se queda sorprendida.

Reina: Vaya...así que me cambias por él, ¿eh nena? Bueno, supongo que debería dejar que la cuides un rato. Voy a ver a mis otros dos tesoros. Cuídala bien.
Meliodas: Por supuesto, Majestad.

Ella se va. Parece que camina un tanto descoordinada y me ha parecido verla un poco pálida. Tengo un mal presentimiento, así que me acerco a ella antes de que se caiga al suelo.

Meliodas: Majestad, ¿se encuentra bien?
Reina: No te preocupes, sólo ha sido un mareo. Quizá sea gripe.

La dejo ir. Aunque he de decir que estoy algo preocupado. Y los ojos de Eli me lo confirman. No está llorando, pero no deja de mirarla mientras se aleja y tiende un brazo. Luego me mira a mí, preocupada.

Meliodas: Tranquila Eli. Seguro que no es nada. Se curará, sea lo que sea.

Ella no parece muy convencida y me sorprende poniéndose a tararear la melodía que le estaba cantando la Reina hace un rato. Eli siempre ha cantado muy bien. De hecho, siempre me contaba que estaba en el coro de querubines como maestra de música. Y le venía al pelo.
Cuando acaba, señala al lugar donde estaba la Reina y luego mira hacia arriba con ojos llorosos. Qué curioso.

Días después, sabría el por qué. Elizabeth había tenido una premonición. La Reina lleva enferma desde ese día y no parece mejorar.

Zaratras: El día está triste parece.

El Rey y sus hijas están con la Reina. Eli está conmigo, por propia petición. No quiero que Eli sufra. Porque aún siendo un bebé, veo perfectamente que entiende todo, así que es mejor ahorrarselo.

Hendi: Meliodas. Su majestad el Rey me ha pedido que lleves a Elizabeth al cuarto de la Reina.
Meliodas: No sé si será buena idea...
Hendi: Meliodas, la Reina se muere.

El corazón se me para. No puede ser que Eli...la miro y su cara es un cuadro. Las lágrimas corren por sus mejillas y se abraza a mí. Trago saliva y voy al cuarto sin rechistar. Bartra está a un lado de la cama y las princesas al otro. Margaret está rezando en silencio,mientras que Verónica está cabizbaja cogiendo a su madre de la mano. La Reina está despierta, pero débil. Cuando ve a Eli, una sonrisa ilumina su rostro. Se la tiendo encima del pecho y Eli se sienta para poder mirarla a los ojos.

Reina: Hola, pequeña...no llores cielo. A veces las cosas no son como queremos. Parece que necesitan ángeles ahí arriba y me han elegido a mí. Es una pena. Quería veros crecer y ser felices a las tres. Aunque supongo que desde arriba lo veré aún mejor.

Eli derrama lágrimas, pero se arma de las fuerzas necesarias para tararear la melodía que días atrás, la misma Reina le enseñó. De la sorpresa, se pone a llorar, pero acaricia a Eli en la mejilla.

Reina: Tu sí que eres un ángel, pequeña. Uno caído del cielo.

Si ella supiera...

Reina: Meliodas...sé que no tengo que pedírtelo pero... cuídala bien.
Meliodas: Por supuesto, Majestad.

Presento mis respetos a la familia real y me voy, dejándoles intimidad, incluida Eli.

Las campanas resuenan a media noche. La Reina ha muerto.

*Nanatsu No Taizai : Reencarnación* (Libro II). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora