#5: making delicious takoyakis.

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  𝓔n poco tiempo estuvieron en el salón de clases. Por lo que sabía, Yui también asistía a su clase, pero al ser humana, no podía transportarse de la misma manera y le tocaba llegar caminando. Alyssa entró al salón, era grande, con muchas sillas para más de quince estudiantes, unos casilleros y su respectivo tablero y escritorio.

   Los puestos de los dos hermanos Sakamaki eran polos opuestos, las dos esquinas del fondo. Alyssa no sabía exactamente donde hacerse, podría ser que todos los puestos estuviesen ocupados... Tendría que esperar a que el salón se llenara, mientras, le apetecía hablar un poco con Kanato, al fin y al cabo, era el hermano que menos conocía.

     —Hola, Kanato-san, ¿Qué estas haciendo?— preguntó acercándose al chico del peluche, quien, obviamente, hablaba con el mismo. 

     —¿Escuchaste eso, Teddy? La nueva no se da cuenta de que estoy hablando contigo, que tonta, jaja.

   Alyssa se sentía algo incomoda, pero era parte de romper el hielo ¿No?

     —Kanato-san ¿Qué te gusta hacer?

     —Evidentemente trata de entablar una conversación conmigo, Teddy ¿Debería hacerle caso?

     —Yo...— Alyssa pensó dos veces como intentar socializar con él, era un chico difícil.

   De repente, recordó cómo hablaba con su primo cuando era pequeño.

     —Me preguntaba que pensaba Teddy de mi ¿Te ha dicho algo?— Alyssa se sentó en la silla de al lado, estaba cansada.

     —Sí, me ha dicho que eres muy bonita, pero nunca serás tan hermosa como mi madre.

   Al fondo del salón, se escuchó un "Tsk" de parte de Ayato, quien estaba recostado sobre la mesa.

   Alyssa comenzó a entender que al pelirrojo no le agradaba para nada su madre ¿Tal vez por eso reaccionó así cuando habló sobre la suya?

     —Me imagino que ella es alguien muy maravillosa—opinó.

     —Era. Es era— Alyssa se sorprendió un poco ¿O sea que la madre de los Sakamaki estaba muerta? eso tenía más sentido... Tal vez por eso no sentía una presencia de amor y cariño dentro del recinto—. Teddy no quiere que te hable más, no lo voy a hacer.

     —Mmm... Kanato-kun, creo que tengo algo que te gustara.

   Alyssa esperaba una respuesta de este, pero tal y como dijo antes, la ignoró por completo.

   Agarró su mochila, y de allí sacó un pudín de frambuesa, era el favorito de su primo pequeño, suponía que aún lo tenía en la mochila tras el viaje.

     —¿No quieres?— preguntó extendiéndoselo al pequeño.

     —¿Mmm? ¿Pudín de frambuesa?— Kanato estaba inquieto, y a la vez, se calló de golpe al darse cuenta que le había dirigido la palabra ¡Pero era imposible no hacerlo ahora!¡Era pudín de frambuesa! A teddy también le gustaba el pudín—. ¿Para mi?

     —Sí, come lo que quieras, es todo tuyo.

     —¡Gracias!— habló animado, sus tranquilos ojos se energizaron cuando comenzó a destaparlo y comérselo despacio, se notaba que lo adoraba mucho—. Nee, Teddy ¿Ves? Alyssa-san acaba de regalarnos pudín, es una buena híbrida.

     —Esto... Kanato, te agradecería si dejarás de llamarme híbrida— habló algo nerviosa, no sabía cómo decírselo.

     —¿Tienes manzanas?— interrogó ignorando su pregunta. Ella buscó en su mochila—. Lo haré si me das una.

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