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#29: worried.

     —¿𝒟ónde se habrá metido dices?— dijo de nuevo el pelirrojo, mirando a Kanato, girando su mirada a Subaru—. Pues no lo sé, QUIZÁ SUBARU nos diga DÓNDE se habrá ido—respondió completamente irónico. Ayato cruzó sus brazos y no paraba de ver a Subaru con desprecio.

     —Miren, esto era un secreto entre ella y yo— todos volteamos a ver a Subaru, Ayato parecía no creerle una palabra—. Desde hace un par de semanas ha tenido el deseo de irse. Se había sentido mal por algunas situaciones dentro de la casa y me dijo que su sangre no se estaba recuperando apropiadamente, todo el tiempo estaba débil y que si seguía aquí iba a morir.

   Todos se sorprendieron ante las palabras de Subaru, ahora nos sentíamos culpables, ¿Se había sido entonces por mi insistencia? Es obvio que los trillizos son más abusivos que nosotros 3, sin embargo, yo también contribuí en quitarle parte de su esencia, no lo negaría.

     —Tonterías. Imposible. Ella no dejaría a su majestad solo...— comentó, pero fue un milagro que no usara su aire de superioridad, más bien, susurró melancólico.

     —Tendremos entonces que dejarla en paz— habló entonces el vago de Shuu desde el mueble—. Quizá pronto regresará. Yo... Yo la noté algo melancólica anoche, no quiso hablarme. Tal vez solo necesita espacio de nosotros.

     —Tsk— chirrió los dientes Ayato.

     —Esperemos que así sea— manifesté.

     —Esperen.

   Laito desapareció. Ninguno dijo nada más, todos estábamos pensando en posibilidades dentro de nuestra cabeza de lo que pudo haber ocurrido y en donde debería estar.

     —Lo sabía— regresó, esta vez, con su sombrero—. Huelan esto.

   Ayato fue el primero que lo arrebató. Olfatéandolo.

     —Esto es... Una poción para dormir.

   De inmediato se lo quité y lo olí, que poco común que Ayato supiera de qué se trataba, pero era cierto, había poción en el sombrero de Laito, ¿Por qué?

     —Tiene razón. Es una poción con lavanda, sirve para dormir.

     —Ahora que recuerdo... Alyssa llevaba colgado tu sombrero en su mochila ¿Por qué carajo lo tenía?— preguntó Subaru acercándose.

     —Ese no es el punto ahora— opiné, no quería otra pelea en esta sala. Me quedé pensando... ¿Qué podría haber pasado?—. Subaru, específicamente, ¿Qué fue lo que te dijo cuando se fue?

   Subaru suspiró, no le gustaba hablar de temas personales.

     —Me dijo que por el amor que tenía por nosotros, volvería a casa, pero primero tendría que hacer algo. La dejé entonces.

   Todos nos miramos entre sí.

     —Alyssa es una mujer de modales—inquirí—. Por lo tanto, mantiene su palabra. Si dijo que volvería a la mansión, era porque lo haría... Además, ¿Cómo escaparía? Tendría que caminar demasiado para poder encontrar algún signo de vida cerca, si quiera algún coche que pudiera llevarla. No había posibilidad de escape como si nada... Alguien tuvo que acudir a ella, llevarla o...

     —Llevársela—agregó Shuu. Todos parecían estar atentos a la discusión.

     —¿La habrían dormido con la poción?— preguntó Ayato, oliéndola de nuevo—. ¿Pero quién?