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#15: confuse past.

   𝓐lyssa llegó a la mansión, ya era de noche. Dejo de correr y tranquilizó su pulso, tenía que buscar esa bebida lo más rápido posible. Al final, vio de nuevo a Subaru, que la observaba. Decidió no decirle nada y simplemente entrar en el recinto.

   Se transportó a su habitación, fue a su armario, buscando la botella con la poción.

   Y no estaba.

     —Carajo, carajo ¡Carajo!— llevó sus manos a su cabello abrumada—. ¿Dónde esta?

   Alyssa se sentó en cuclillas, intentando pensar ¡Pero la había dejado ahí! Alguien la debió haber tomado o se la debió haber quitado, ¿Pero quién habría sido? La cena sería en unos pocos minutos, no tenía tiempo que perder. Agarró su morral y salió de la habitación.

   Buscó la cocina, de allí, se guio para entrar a una especie de laboratorio que había recordado ver.

   Efectivamente, para su suerte, estaba abierto. Tiro su mochila y comenzó a esculcar todos los cajones a ver si encontraba un frasco, lo agarró y comenzó a prender el fuego para calentar lo que hacía. Reconoció cada fragancia de las plantas que habían y encontró las cuadro principales, pero faltaba una.

     —¿Qué estas haciendo?

   Alyssa volteó al escuchar el vozarrón. Era Reiji.

     —Estoy haciendo la poción, alguien se la llevo de mi dormitorio.

     —¿Y quién te ha dado el permiso de entrar aquí? Este es mi laboratorio.

     —Reiji, lo siento ¿si? Pero necesito hacerla antes de que mi olor inunde la mansión, se volvería fatigador.

   En realidad, solo sería fatigador para ella, tendría 6 vampiros sedientos encima suyo, atraídos por su delicioso aroma.

     —¿Puedo ayudarte en algo?

     —Em... Te agradecería mucho si me dijeras donde está el ajo.

     —¿Ajo?— se sirvió un té—. Aquí no usamos ajo, Subaru lo odia.

     —No puede ser... Lo necesito— comenzó a pensar en algo que podría reemplazar la ausencia del ajo, pero sería difícil.

     —Toma— le extendió una taza de té—. Para que te relajes.

     —Muchas gracias, Reiji.

   Alyssa comenzó a a machacar y cortar los ingredientes, para luego meterlas dentro de un recipiente lleno de agua. Posteriormente, colocó este a hervir a fuego lento. Dejó esto de lado y comenzó a beber del té que el chico le había dado, era un aroma dulce, aunque estaba demasiado caliente para su gusto.

     —Si me permites preguntar, ¿Cada cuanto tomas eso?— interrogo Reiji sentándose en la silla. Ella por su lado, veía por la ventana hacia el jardín.

     —Cada tres días. No tengo idea quien de ustedes fue el que la escondió, pero estoy segura que me las pagará.

     —¿Por qué supones que fuimos nosotros?

     —¿Quién más pudo ser?— volteó a verlo.

     —Komoi-san pudo haberla tranquilamente agarrado.

   Alyssa lo miro raro ¿Yui? No había dudado de ella, pero cabía la mínima posibilidad.

     —Te he respondido una pregunta. Ahora es tu turno— Alyssa le dio un sorbo al té—: ¿Por qué odias tanto a Shuu?

   Él frunció el ceño. Alyssa podía notar claramente el despego de aquellos dos hermanos, ni siquiera se hablaban y Reiji parecía matarlo con la mirada.