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#27: white as your soul.

   Despertó por un rayo. Por lo menos no había tenido pesadillas. Había dejado de llover, pero a lo lejos se escuchaba la tormenta.

   Volteó y Ayato se había ido.

   Se despertó en silencio. Acomodó las sábanas y guardó las últimas cosas que le faltaban, entre ellas, un piercing con su olor.

   Cogió la mochila insegura y caminó hasta el lugar de encuentro. No debía usar sus poderes, porque tal vez podían descubrirla.

   Con mochila en mano, cruzó el campo de flores. Quería quedarse más tiempo, podría aprender a hacer jardinería allí y servirá de algo.

   No los podía abandonar...

   Mientras que miraba las rosas blancas, chochó contra alguien.

   "Oh, Drácula, por favor no me digas que Rei..."

     —¿Subaru?

     —¿A dónde vas?

     —A dar una vuelta, es obvio— mintió, sonó hasta creíble.

     —No das un paseo con una mochila. ¿A dónde piensas ir?

     —Subaru, yo...

     —No. No me digas que tu...— la interrumpió.

     —Lo siento...

     —¡Aléjate de mi! Si te acercas una vez más, seguramente te voy a matar. Nunca... ¡Nunca pensé que nos abandonarías después de todo lo que te he confesado estos días...!

     —Subaru, no, yo...

     —¡Cállate! Si dices una palabra más despedazaré tu corazón. Después... Después de todo lo que te dije de mi madre ¿Tu también te irás? ¿Me abandonarás?

   En la anterior semana ambos se habían vuelto cercanos. El albino termino por confesarle una noche la historia acerca de una daga que cargaba Yui. Finalmente, terminó por hablar de su madre y de la torre en la que mantenía encerrada.

   "Mi madre me tuvo en un estado inestable.. Karlheinz la enamoró siendo su prima, la abandonó después de casarse con ella y dejarla embarazada. Por eso Christa, mi madre, nunca me quiso como un verdadero hijo, decía que era algo sucio e impuro que arruinó por completo su existencia, incluso, me insistía en que la matara y acabara con su delirio..."

   "Pensé que ella me odiaba por culpa de mi padre, y cuando intenté protegerla de él, me abofeteó y corrió a sus brazos. Es por eso que se me dificulta hablar con mujeres. Soy un mounstruo..."

   El flashback la había golpeado tan fuerte que se arrepintió, completamente. No escaparía.

   Subaru despedazó unas flores, lleno de rabia.

     —No quiero hacerlo, no quiero abandonarte. Empiezo a arrepentirme, no sé qué estaba pensando...

   Subaru la tomó de la cintura y la empujó hacia él.

     —¿Qué esperas de mi? No tengo idea de qué puedo ofrecerte a cambio...— susurraba en su oído. Dejando la rabia de lado y siendo inundado por melancolía—. Soy tan solo un ser horroroso, alguien despreciable, estoy contaminado... No puedo darte nada que mis hermanos no te darían, no tengo nada de valioso, es por eso que tú también me abandonarás...

     —¡Te equivocas!— le reprendió de inmediato, con las manos en su pecho mirando sus pupilas rojas—. Eres maravilloso, Subaru-kun. Eres comprensivo, divertido, también tierno... No tienes porqué tratarte con tanta dureza, es normal sentirse así...