#14: the howling of the tombs.

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   𝓛a escuela había pasado, nada anormal había ocurrido. Esta vez, se había quedado a almorzar con las amigas de Yui y los conoció un poco más, eran demasiado tiernas y delicadas, como la rubia. Por lo menos había podido conocer un poco más a la chica, muy pocas veces la veía en la casa y cuando lo hacía, estaba con alguien. Hablo con Shuu y un poco con Kanato e ignoraba de vez en cuando a Ayato, mientras que con Laito, cada vez que lo veía simplemente sonreía con gracia.

   Volvieron a casa, dentro de poco era la cena y quería dar primero un paseo. Descubrió muchas puertas cerradas con llave y lugares que se le apetecía poco visitar, como el ático o el sótano. Termino por ir al jardín, los Sakamaki tenían toda clases de rosas, desde rojas hasta colores claros. A lo lejos vio a Subaru, pero parecía bastante ocupado como para molestarlo. Se acercó a una rosa azul que le llamó la atención, era muy hermosa.

     —Alyssa-san— ella pegó un salto del susto. Colocó sus manos en su pecho e intentó calmar su respiración, por Drácula, pensó que estaba sola.

     —¡Kanato me diste un susto!— suspiró, él sonrió, se le hizo cómico lo fácil que se exaltó.

     —Recoge flores, quiero que me acompañes a un lugar.

   Sonó más serio de lo normal. Acepto sin rechistar y armó un ramo de flores de color rosado, para luego seguir a Kanato en silencio "¿A donde vamos y para qué quiere que cargue con un ramo de flores?"

   Tras una caminata algo silenciosa, al fin llegaron. Estaba nublado haciendo que se taparan cualquier brillo del sol. Apenas notaba que estaban en un cementerio frío, lleno de lápidas escalofriantes. No le gustaba para nada aquel lugar, era tenebroso.

     —¿Qué hacemos aquí?— preguntó apretando más las flores contra su pecho, nerviosa.

     —Vengo a las tumbas a menudo. Me encantan. Son sombrías y silenciosas, huelen a muerte, como si no pertenecieran a este mundo— se detuvo delante de una bastante grande—. ¿A ti no te gustan?

     —No son mucho de mi gusto... Pero tengo que aceptar que son algo inspiradoras.

     —Está es la tumba de mi madre— se refirió a la de al frente—. Yo la maté.

   Alyssa no se esperaba que dijera eso, abrió los ojos como platos pero luego analizó la situación. Consideraba algo demente matar a quien le dio la vida, pero en el mundo de los vampiros era algo extrañamente usual...

     —No lo sabía...

     —Aunque no es algo importante, ¿Cierto, Teddy?— miro a su peluche—. Por favor, deja el ramo en la tumba de mi madre.

     — Voy.

   Alyssa dejó la ofrenda en la sombría lápida, por alguna razón, esa se le hacía la más escalofriante de todas, sentía un aura triste, fuerte y congelada allí. "Cordelia..." Era el nombre que decía.

   La chica se alejó de la tumba y se hizo a un lado, ya quería volver, pero sería maleducado de su parte irse.

   ¿Será que Kanato tenía un buena relación con su madre? Ayato la odiaba y parecía que Laito odiaba a su padre. Pero ¿Que sería del peli púrpura?¿La querría? Al fin y al cabo, le llevaba flores a su tumba.

     —¿No piensas decirle algo?— preguntó Kanato mirándola.

  Alyssa le recorrió un escalofrío.

     —¡No! D-Digo, no conozco a tu madre así que no sé que decir...— se excusó riendo nerviosa.

     —Eres la segunda persona que traigo aquí... ¿Y así es como me lo pagas?— dijo hablando al suelo—. ¡Organicé esto para que conocieras a mi madre y después de todo no le quieres hablar!

     —Kanato, yo...

     —No te tomas si quiera la molestia de decir que no... ¡Debes ser muy fría y egoísta como para decir algo así!

   El chico, lleno de ira, agarro las flores que Alyssa había entregado, las pateó y tiró contra la tumba.

     —¡Kanato, para, no puedes hacer eso!

     —No me des órdenes de qué puedo y no puedo hacer— replicó viéndola.

     —¡Pero es la tumba de tu madre, tenle más respeto!

     —Tu no sabes nada de mi— frunció el ceño—. ¡Ni siquiera te esfuerzas en entenderme a mi y a mis cosas!

   Alyssa se sorprendió, tenía razón, no se había tomado el tiempo de conocer más a fondo acerca de cómo se sentía Kanato en todo esto.

     —Kanato, lo siento...

     —¡No me vengas con falsos "lo siento"! Tienes un corazón de piedra, deja de mentirnos ¿Quieres engañarnos tu también?

     —Yo...

   De repente, el pequeño empezó a reír, como si de una broma se tratase.

     —Me recordaste a Yui-san por un momento— sonrió —. Se cayó y se veía tan patética... Como tú en este momento.

   La chica no sabia que responder a eso. Estaba confusa ¿Se veía en serio patética?¿era solo un chiste? Además ¿Por qué la compara con la humana de Yui? ¡No se parecen en nada!

     —Eres tan dulce Alyssa-san.. Te quedas callada para no lastimarnos jaja— dejo a Teddy a un lado—. Me provoca ganas de besarte.

   Kanato había sido tan rápido que no le dio tiempo de ver, la acorraló en contra de un árbol y la agarraba de las muñecas.

     —Aunque seas una vampiresa, a cualquier mujer la enamora un beso...

   Y de repente, el trillizo la besó. Estaba tan sorprendida que no sabia que hacer o responderle, cerró los ojos y cuando terminó rápidamente se separó.

     —Tienes un olor deleitable y familiar, Alyssa-san... Me preguntó porqué lo conozco.

  ¡POR SUS COLMILLOS!¡LA POCIÓN! Se le había olvidado volver a tomarla y comenzaba a desvanecer su efecto, así cualquier podría distinguir su olor e ir detrás de ella, era peligroso. Por inercia separó con fuerza a Kanato de su cuerpo y escapó corriendo, tenía que beberla lo más rápido posible.

     —Vuelve aquí Alyssa-san ¡No podrás escapar de mi por la eternidad después de que te pruebe!

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