#2: welcome to us.

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   𝓚ami le había dado una cachetada por haberla lamido sin permiso. La mejilla del chico se tornaba del color de su cabellera, sus ojos seguían abiertos como platos de la sorpresa y excitación por el sabor.

     —¡Ayato-kun!— gritó la rubia.

     —Ayato. Te lo merecías— opinó Reiji, con una sonrisa en su rostro. Ya le había caído bien la nueva—. Lo siento pero, no creo que esto sea posible. Los semi-vampiros, híbridos, o como les llames, mueren a los 5 años, y eso, si duran mucho. Quitando el hecho de que salen enfermos porque constantemente tienen que luchar con las células muertas del ser vampiro, la sed de sangre puede con ellos, los consume, hasta que el cuerpo humano no lo aguanta y mueren. Un cuerpo humano no está preparado para tal sufrimiento.

     —Bien, pues... ¡Ta- dah-! Digamos que de alguna manera logré pasar de mi infancia y pues, aquí estoy ja, ja, ja...—se rio incómodamente. Reiji la miró sin aprobación, seguía sin creerle, no tenía sentido lo que le decía en su mente—. Perdónenme, no me he presentado, soy Alyssa Kami ¿Podrían decirme sus nombres, por favor?— quito uno de sus audífonos, se sentía mal por haber golpeado al lindo chico, pero se lo merecía por negligente.

     —Nosotros somos los hermanos Sakamaki— comenzó a comentar Reiji—. Él es el hijo mayor, Shuu— señaló al rubio con audífonos —. Yo soy el segundo, Reiji. El que acabaste de golpear es el tercer trillizo, Ayato.

     —Un placer— susurró sin mirarle a los ojos, seguía en un pequeño estado de excitación.

     —El trillizo del medio, Kanato— continuó Reiji.

     —Muero por probar tu sabor, Kami-san— sonrió cual niño pequeño apretando su oso de felpa y doblando la cabeza a un lado. A pesar de verse tierno, su sonrisa era tan retorcida que daba escalofríos.

     —Y el último trillizo, Laito— señaló al del sombrero.

     —Estoy seguro que nos vamos a divertir mucho, jaja—Laito tocó uno de los mechones de pelo de la chica, ella giró, pero el mantuvo la distancia y retrocedió levemente.

     —Y por último, Subaru.

     —Hola— era la primera vez que Alyssa escuchaba al albino hablar, a diferencia del resto, él tenía una mirada seria y distante con ella.

     —Ella es... Una humana, Yui Komoi— la rubia se ruborizó un poco ante la presentación, haciendo una reverencia. No sabía cómo debía comportarse en frente de una vampiresa, bueno, media.

   "La bolsa de sangre" pensó Alyssa al verla. Por tan solo el tono de su piel pálida pudo saber que ella era el sacrificio mandado a ellos.

     —Es un placer conocerlos a todos.

   Alyssa sonrió. Todos los chicos llevaban el mismo uniforme y todos eran completamente atractivos, cosa que se le hizo extremadamente extraña. Además, se sintió re estúpida por haber pensando que Reiji era un mayordomo, luego se reiría de eso.

   El lugar quedó en un silencio incómodo. Todos mirándose entre sí. Yui apretaba las manos ansiosa, tenía ganas de una nueva compañera.

   Sin saber que hacer, Alyssa se enfocó en la canción, ya estaba acabando, tampoco tenía muchas ganas de hablar, pues, esto quizá le podría traer problemas más adelante. De repente, una mano la agarró.

     —Yo me encargaré de mostrarle la habitación, otro día averiguaremos porqué ella está aquí

   Alyssa miró al chico, era nada más y nada menos que Ayato, quien casi la arrastró con él.

music player | diabolik lovers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora