𝓣iempo después de haber salido, ambos decidieron volver a la mansión. Había sido un paseo tan tranquilo y normal... Laito sentía que faltaba un poco de acción, la cual él no tenía ni el más mínimo problema de ofrecer.Los dos llegaron directamente a la habitación de la chica, era tarde, a lo mejor y Reiji ya estaba dormido.
Alyssa se había quitado la molesta chaqueta y había organizado su bolso en otro lado. Le daba la espalda al pelirrojo que estaba sentado en el centro de la habitación, en su cama.
—Gatita... ¿Sabias que... El cacao que comiste hace poco hace que tus hormonas se aceleren mucho más?
Alyssa volteó a verlo ¿Estaba haciendo lo que ella creía que hacía? Alzó una ceja desafiante
—¿Sabias que... Las fresas hacen lo mismo?
Ambos sonreían y tenían sus colmillos al aire. Aquel gesto estaba lleno de malicia y malas intenciones.
—¿Ah si? No tenía ni idea, la verdad.
Apenas volteó, Laito la agarró de la cintura y la tumbó en la cama colocándose encima de ella.
—Que raro... Pensé que lo sabías todo.
Laito comenzó a jugar con su cabello, colocó su mano en su muslo y le daba caricias.
—Laito...
—No puedo saberlo todo gatita— río en su oreja—. Pero tengo algunos trucos bajo la manga.
Laito dejó de jugar e incrustó sus colmillos dentro de la suave piel, Alyssa soltó un jadeo de dolor. Los colmillos de Laito le habían dolido más. Por otro lado, el chico estaba maravillado con el delicioso sabor... Sabía que tenía que ser de la mejor calidad, pero no imaginaba eso...
—Oh, Alyssa, eres tan rica...— buscó otro punto sin marcas, encontrando lo que buscaba y clavando de nuevo sus colmillos—. Podría hacer esto todo el día.
Alyssa le ardía. Sentía tanto placer al ver a Laito como si cada cosa de él fuera excitante y seductora, desde su piercing hasta sus lunares. Aun así, aquella pasión le estaba costando y comenzó a replantearse dos veces lo que hacía.
—L-Laito, para. M-Me duele...— ella colocó sus manos en su pecho y lo detuvo, él sonrió.
—No sabes como me encanta cuando las chicas se resisten...
Él comenzó a bajar hasta sus muslos, plantando besos ahí. Alyssa soltaba jadeos y gimió de dolor cuando este mordió el músculo y succionó su sangre. La habitación se llenaba de sonidos obscenos de labios y chasquidos.
—Laito, p-para ya, no quiero seguir.
—Nada saldrá de aquí, linda—murmuró, volviendo a verla a sus ojos, estaba levemente sonrojada y fruncía el ceño de manera tierna.
—Solo quiero que te detengas, ya... Ya me siento cansada.
El vampiro se quitó la chaqueta del uniforme con la excusa de que se sentía caluroso. La tiró donde había puesto el sombrero antes.
—Si quieres detenerme, hazlo.
Acercó su regazo al cuerpo de la chica, quedando sus piernas a cada lado de su cadera. Comenzó a hacer chupones en su piel, notando que las marcas de Shuu habían desaparecido. Alyssa necesitaba parar, si seguía así, se desmayaría.
Pensó entonces que hacer, y en un acto de reflejo, lo besó.
Ni siquiera ella era consciente de lo que había hecho. "Si lo beso se detendrá" había dicho, pero mientras que sus dos labios estaban juntos, desistió.
Laito se sorprendió pero no dudó ni un segundo en disfrutar de su error. Sus labios eran suaves para ser de un vampiro y bastante expertos en el tema. Entro con su lengua como si nada y junto saliva con la de ella, sus lenguas jugaban a quien tenía el poder, no obstante, la lujuria la llevo a ella a morder los labios carnosos del chico, saboreando un poco de su sangre. Mientras, él acariciaba sus muslos, subiendo lentamente en zigzag hasta poder apretar su trasero con fuerza, haciendo que ella soltara un jadeo.
Era cautivador, impulsivo y ardiente. De inmediato encontraron la manera de entenderse sin indicaciones. La lenguas chocaban entre sí, y aunque iba algo lento, era atrayente.
Pero se supone que no debió hacer eso "¡Debía detenerlo!" No engatusarlo, tenía que aceptar que también le encantaba, pero sentía que le faltaba algo... Amor. Al fin entendió como se debió haber sentido Ayato en aquella situación donde no sabia qué hacer, y, a diferencia de su beso con "Su Majestad" este era completamente lujurioso y erótico. El de él había sido improvisado y... Afectuoso.
Alyssa se separó por falta de oxígeno, tomándose algunos segundos en los cuales Laito ya quería retomar la batalla.
—No seguiré más, quiero... Quiero que regreses a tu cuarto.
Alyssa se sentó, juntado sus pies con su pecho, a lo que Laito subió sus manos a su cintura, miró a otros lado intentado huir con la mirada pero él la alcanzó. ¿Acaso todos eran buenos inmovilizándola o qué?
—¿Qué? Pero si apenas estábamos empezando Kitten-chan, no puedes dejarme así después de tu beso...
—Dijiste que si quería detenerte, que lo hiciera, por favor sal. Quiero dormir— Alyssa se levantó deshaciéndose su propia corbata y desabrochando algunos botones de su csamisa, él la miraba con atención.
—Gatita... Sabes que no quieres que me vaya...
Laito agarró su mentón y besó su mejilla, esperando que ella volviera a caer en sus trampas. Evidentemente, le gustaba sus cariños pero no se lo diría.
—Vamos, no me hagas repetirlo— sus ojos sangre soltaron un pequeño brillo. Le encantó ese fascinante detalle que brotaron de ellos, le pareció decisivo y fuerte.
—Pero...
—Nada de peros, toma— Alyssa se transportó para coger su chaqueta, sombrero y devolvérselo. Él los agarró colocándose su gorro y dejando el abrigo en mano.
—Por Drácula, me encanta como te me resistes... Eres tan.. Erótica y sensual.
Alyssa suspiró cruzando sus brazos y alzando su ceja. Laito tenía un pequeño problema de perversión bastante notorio a simple vista.
—Ve.
—¿No quisieras acompañarme— se transportó al frente suyo y colocó sus manos en su cintura, otra vez, provocándola con su cuerpo, haciendo que un escalofrío cruzara sus pies—....Linda?
La beso por última vez, no se negó. Juntaron sus lenguas y Alyssa lo volvió a alejar, su labio había quedado incrustando en los dientes de la chica e hizo que se rajaran levemente; una hilo del líquido rojo fluyó de ellos. Ella al notarlo, sonrió y pasó su dedo por la comisura de los labios de Laito, limpiando la sangre y chupándola de su pulgar.
—Si solo...
—Adiós, Laito— ella comenzó a empujarlo con sus manos en su pecho mientras él caminaba en reversa hacia la puerta, intentando convencerla de otra ronda.
Alyssa lo logró sacar después de tanta insistencia e iba a cerrar, pero colocó su pie en medio para evitarlo.
—Dulces sueños Kitten-chan, y que los vampiritos no te coman en la noche.
Laito guiñó su ojo e hizo un ademán con el sombrero para despedirse e irse por fin de su alcoba.
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music player | diabolik lovers.
Fanfic𝕷a mansión Sakamaki fue un revuelto desde la llegada de Yui Komoi. Después de lo que ocurrió con Ritcher, cada uno se hallaba más distanciado que nunca. Sin embargo, ahora las cosas se pondrán aún peor con la visita de una nueva mujer cuya identi...