music player | diabolik lovers.

#11: chilling out.

   𝒟espués de mucho buscar y preguntar, llegó a la cafetería. A pesar de haber pasado ya semanas, nunca había ido allá. A pesar de la hora, habían varios estudiantes. Compró el dulce que le prometió a Kanato y un jugo para sí misma.

     —Ne, Alyssa-chan, qué raro verte por aquí— habló Laito, haciéndose detrás suyo.

     —Oh, Laito-kun, hola.

     —¿Qué estabas haciendo? Las clases están por comenzar.

   El Sakamaki camino a su lado, Alyssa notó que varias miradas caían en ella ahora que estaba con Laito, sobre todo, de chicas.

     —Le compraba algo a Kanato-kun. Ya voy a regresar ¿Tú?

     —Estaba hablando con algunas chicas de aquí, son muy lindas, aunque ninguna tanto como tú.

   Alyssa se ruborizó levemente por el comentario. Luego pensó que seguramente se lo decía a todas y se le pasó. Laito siempre era demasiado coqueto con ella, poco a poco aprendía sobre cada hermano y sus peculiaridades.

     —Pareces ser muy popular aquí. Apenas te me acercaste, todos nos comenzaron a mirar.

   Aunque había pasado algo de tiempo en la escuela, nunca le habían tirado tantas miradas siniestras como ahora, según tenía entendido, en su salón, le iba bastante bien con sus amistades, pero este nivel de popularidad era diferente.

     —Tienes razón, lo soy, jaja— sonrió, bajando su sombrero un poco—. Déjame acompañarte hasta tu salón de clases.

     —Si no te molesta, por supuesto.

     —Nee... Alyssa-chan—ella volteó, lo miró a los ojos, como también él lo hacía con ella—. Ya que somos más cercanos y tales. Quiero decirte que lamento lo del otro día con mi hermano, ya sabes, mientras bailábamos...

     —Oh, ¿La pelea? Ya la había olvidado— dijo mientras abría el jugo. Laito aún así, parecía no estar satisfecho—. ¿Ocurre algo?

     —Me gustaría que volviéramos a bailar como ese día. Fue realmente maravilloso— tenía un tono coqueto en su voz, pero hablaba bajo—. De hecho, en nuestra mansión... Hay un lugar que quizá no conozcas, puede ser perfecto para hacerlo.

     —No le veo problema, supongo.

     —¿Te parece entonces si salimos después de clases?

     —¿Salir...?

     —Sí, podemos comer un helado, o algo— Alyssa lo miro con una ceja alzada y una sonrisa divertida. Aquella expresión con sus cejas le encantaba a Laito—. Reiji no tiene porqué prohibirnos a dónde ir, ¿No es así?

     —Claro, nos vemos después de clase.

     —¡Me alegra que hayas aceptado~! Ah, mira, hemos llegado.

   Alyssa se despidió del Sakamaki con un beso en la mejilla que él le dio. Posteriormente entró al salón el cual estaba casi lleno.

   Eran muchos los estudiantes que estaban allí, no conocía a casi nadie a pesar de las dos semanas que habían pasado. Se había presentado con algunos, por supuesto, pero se sentía rara ya que eran pocos los que se le acercaban, ¿Quizá tenía una presencia demasiado miedosa, fuerte? ¿Le temían? No había razón para ser hostil. No iba a mentir que se sentía un poco sola.

   Ignoró las miradas sobre ella apenas entró al salón y se dirigió directamente hasta donde Kanato, que seguía hablando con su peluche.

     —Mira, Kanato-kun, te traje una torta de manzana.