#25: lovers.

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   𝓕altaban aún un par de horas para irse a dormir, pero el dulce sonido de un piano la hizo salir de su lectura ¿Quien sería?

   Se transportó rápidamente al cuarto de piano. Allí se encontraba Laito, surmergido en La Campanella de Listz. Alyssa cerró los ojos como si de una hipnotización se tratase, daba pequeños pasos al son de la música, como si estuviera teniendo un vals con el hombre imaginario.

   Poco antes de que Laito terminara la canción, ella sonrió y se hizo a su lado derecho. Él mantenía sus ojos cerrados desde que comenzó a tocar, pero sonrió al olerla.

   Y de repente, comenzó a tocar Claire de lune, su favorita. Alyssa posó sus dedos en la parte derecha del piano, con miedo.

   Y ambos empezaron a tocar la hermosa cancion, con una sincronización que daba miedo.

   Laito se encargaba de la parte izquierda, mientras ella de la derecha. Cuando la composición terminó, Laito movió sus dedos tan rapido comenzando a tocar Flight of the Bumblebee, era tan rápida que apenas tenía tiempo de pensar en cómo iba. Alyssa rió en medio de la serenata porque le dolían los dedos, pero eso no quitaba lo divertido. Laito al parecer también encontraba la situación graciosa, pese a esto, la canción fue tocada a la perfeccion.

   La siguiente fue una parte de The Four Seasons, Winter de Vivaldi. Se coordinaron rápido, al terminar la canción. Laito la sorprendió con probablemente la canción más conocida en piano: Für Elise de Beethoven. Era gracioso, porque su nombre era Alyssa, muy parecido al de la melodía.

   Al terminar la canción, Alysa sonrió con amor, le había encantado esa sesión de piano.

   Laito abrió sus ojos y su sonrisa sensual apareció en sus labios.

     —Nunca pensé que serías tan buena Kitten-chan— sonrió, girándose—. Tampoco esperaba que mi melodía te trajera hasta aquí.

     —Quizá fue cosa del destino— bromeó.

     —Quizá. En ese caso, el destino nos quiere unidos.

   Un silencio algo incómodo inundó la sala.

    —Sabes Kitten-chan... Extraño nuestros momentos juntos... Hace tiempo que no hablamos sin que me saques de tu habitación a patadas.

     —Es que el señorito no entiende que un no, es un notable no— lo señalo en el pecho.

     —¿Sabes...? Yo también quería confesarte algo.

     —¿Eh?

     —Escuche la conversacion de ustedes dos, mi habitación está al lado de la tuya, aunque no lo sepas— habló Laito en voz baja. De hecho, era un milagro que no estuviera coqueteando o burlándose de ella por esa tontería—. Tengo que aceptar que estoy un poco celoso de Ayato, fue valiente de su parte confesarse.

     —¿A donde quieres llegar Laito?— preguntaba Alyssa achicando un ojo. Tener a Laito cerca también la ponía nerviosa, intentaba disimularlo.

     —Quiero contarte mi versión de la historia. Yo también estuve implicado en el asesinato de mi hermosa madre... No hay un día en que no piense en ella, en su mirada, en su cabello largo, su piel...

   "Era de esperarse" pensó Alyssa.

     —Puedes contarme, soy toda oídos.— Laito suspiró, aunque no lo parecía, hablar de la muerte de una de las mujeres que más marco su vida era complicado.

     —Yo... Bueno, a decir verdad, nunca consideré a Cordelia como mi madre, más bien era... Mi amante— miró al jardín, lleno de flores—. Mi infancia no fue encerrada como la de Ayato, mas bien era muy... Estimulante. Un día, mi asqueroso padre descubrió lo que Cordelia y yo teniamos, así que decidió encerrarme en un sótano por días... No comía, no bebía, pensé que moriría allí.

   "¿Encerrarlo en un sótano? ¿En serio Karlheinz era capaz de hacer algo como eso? No parece ser el hombre que alguna vez conocí gracias a mí padre... Aún así, ¿Relaciones con su madre? ¿En que clase de mundo estamos?" pensó Alyssa con el ceño fruncido, sin mencionar palabra alguna.

    —Cuando salí fue gracias a mi madre, quien le confesó que solo habíamos tenido relaciones. Cordelia se separó de mi para estar con ese tipo. Estaba realmente celoso de ese viejo, me había robado a mi bellísima amante. En realidad, era una perra, pero era estupenda en la cama— sonrió mostrando los colmillos—. En fin, el sentimiento de odio hacia mi padre comenzó a  incrementar. Tiempo después, en una noche tan romántica y lluviosa como esta, mientras que tocaba el piano, Cordelia llegó llena de sangre, aterrorizada, a rogarme que la protegiera de Ayato. Obviamente obedecí a sus súplicas y la mantuve conmigo, al rato, cuando las cosas se habían calmado, se sentó en aquel balcón.

   A través de las ventanas, el vampiro señaló exactamente el lugar, Alyssa seguía oyendo con atención.

     —Le pregunté que si me amaba más que nadie, y lo que más me dolió fue que me dijo que sí. Me mintió diciéndome que me amaba con todo su corazón. Claro, si así hubiera sido, no me hubiera abandonado por el idiota de Karlheinz... se veía tan hermosa, tan ella... Así que me extendió su mano para que la besara, y complacido... La tiré del balcón.

   Alyssa abrió los ojos con sorpresa. El emsombrerado agarró su mano.

     —La tiré porque era la única manera que me amara únicamente a mi... Su muerte significaría, en efecto, que sería completamente mía para la eternidad. Finalmente, mi deseo como amante fue satisfecho. Es cierto que aún la extraño, pero...— él levantó su vista de la mano de la chica, encontrándose con su mirada de ojos rojos—. Desde que llegaste no he pensado en ella, es como si tú opacaras mi único verdadero amor ¿Será quizás que ese tal Dios me está enviando una señal de que tú eres la indicada y no ella?

   Alyssa no sabía que decir, aquella confesión... Había sido terriblemente cínica y encantadora. Amarla más que a su propia madre... Sonaba completamente loco.

     —Laito...

     —No te preocupes, no tienes porqué responderme. El verdadero amor espera... Siempre lo hace. Puedo ofrecerte cualquier cosa que me pidas, incluso, si tu deseo es que te espere, lo haré pacientemente.— Laito atrajó su mano a sus labios, plantando un beso.

   Como el que debió darle a Cordelia aquella vez.

   Alyssa midió cuidadosamente sus palabras. Él la veía con añoro, no sabía que debía hacer, así que simplemente dejó a su corazón expresarse.

     —Cuando estoy contigo siento que nos coordinamos a la perfección, en la ocasión que sea, incluso en el piano... Tambien tengo que aceptar que eres incleiblemente atractivo, aunque lo niegue— ambos rieron—. Debo aceptar que logras despertar algo en mi...

   Laito sonrió con ternura al verla así de vergonzosa y roja. Por milésimas de segundos, se preguntó cómo le quedaría su sombrero, de manera que se lo colocó en su desordenado cabello.

     —Te queda de maravilla como imaginaba, Kitten-chan.— sonrió, aquel acto hizo que Alyssa se sonrojara más.

     —¡D-Deja de hacer eso!

     —Puedes quedártelo el tiempo que quieras.

     —G-Gracias.

     —Es tarde, mejor ve a dormir Gatita, tienes que descansar si no quieres ir tarde a la escuela.

     —Aún falta tiempo para dormir...

     —¿Quieres aprovechar entonces?— preguntó con una sonrisa coqueta.

   Ella rio, se despidió dándole un beso en la mejilla y salió de la sala.

music player | diabolik lovers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora