El Reencuentro

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Miércoles 11 de mayo
"Se busca señorita para limpieza"
Información marque a este número 29372065.

Ese fue un letrero que encontró Eliza y claro que marcó, la habían citado en un restaurante por la tarde y allí se encontraba justo a tiempo.

Una anciana era la jefa de ese restaurante donde obtuvo el trabajo de limpieza y con un sueldo que era la mitad del trabajo anterior, no tenía de otra ya que había dejado su papelería en varios lugares y no la llamaban.

Luego de un mes Eliza ya era cajera de el restaurante pero aún así no llegaba al sueldo anterior por lo que tuvo que rentar otro apartamento más pequeño que solo tenía cocina y su dormitorio con el baño, claro también se tenía que ir en bus ya que no le alcanzaba para el taxi.

Una semana después subieron la renta del apartamento y a Eliza ya no le alcanzaba por lo que tuvo que mudarse con sus papas y vender lo poco que le había quedado para su alimentación, no era que sus papas no le ayudarán es que ello ya solo tenían lo del júbilo.

Eliza hablo con la anciana de su trabajo y le pidió que la dejara vender unas tartas de manzana, obtuvo el permiso y cada mañana llevaba cinco tartas de las cuales siempre quedaban dos rebanadas, así paso por tres meses hasta que el restaurante debía pagar su alquiler y como no alcanzo el dinero la anciana tuvo que agarrar lo que se vendía de las tartas, Eliza estuvo de acuerdo ya que gracias a ella tenía un trabajo y alcanza a comer sus tres tiempos y su bus.

Viernes 22 de septiembre
La anciana tuvo que hablar con todos sus empleados y les dió la mala noticia de que tenía que cerrar el restaurante ya que desde hace tiempo su esposo había enfermado y murió por cáncer, esa fue la causa de que no le alcanzará el dinero pues lo utilizo para el funeral, se despidió de todos dando gracias por su comprensión y que les fuera bien y no la olvidarán, ella siempre fue buena con todos jamás despedida pero si contrataba.

Eliza decidió hablar con ella en privado le quería agradecer por el trabajo y la confianza, la anciana le comento el porque había pasado todo eso, Eliza preocupada por ella le pregunto si tenía donde dormir y si tenía alimento la anciana le dijo que si que lo de su jubilación la podía mantener hasta que muriera, la anciana le dijo que si se llegaba a enterar de algún trabajo le diría y que cualquier cosa ella estaría en su casa le dió la dirección y se despidieron con un abrazo.

Eliza pensaba en que le faltaba para que estuviera en la calle de pronto se desciso de ese pensamiento pues la idea de que le quitarán la casa a sus padres no era buena y tampoco lo podían hacer ya que si era de ellos.

Camino a la parada iba tan sumida en sus pensamientos que se topó con un joven pero ninguno de los dos levantó la vista solo se dijeron un simple disculpe y cada quien se fue por su lado.