Young.

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Michael se ha comportado estos días de la misma forma en la que lo hacía antes de haber formalizado esto, no me ha llamado más de lo habitual, ni ha intentado verme cada hora y no me ha mandado mensajes ñoños de buenas noches, supongo que lo hace para demostrar que aunque lo nuestro se vuelva algo más serio, nada cambia entre nosotros. De todas formas, sigue sin gustarme, no me gusta seguir normas, me siento axfisiada y aunque pensarás que tener una relación no tiene nada que ver con las normas, no es así, se la pareja de alguien acarrea mil normas que seguir, la primera de todas, la fidelidad, también estás obligada a preocuparte por esa persona y demostrarle que te importa, tienes que tener citas de verdad y no solo quedar para tener sexo, tienes que intentar conocerlo y la verdad es que de la mayoría de los chicos con los que he estado, lo más profundo que he llegado a saber de ellos es el nombre de su mascota, ya sabes, esas conversaciones al acabar de follar en las que no sabes de que hablar y cuentas cualquier cosa mientras te pones los pantalones para salir corriendo. 

De todas formas, eso no es lo importante, lo verdaderamente importante es que son las 6 de la mañana del domingo y mi móvil lleva sonando demasiado tiempo, el número que aparece en la pantalla no lo tengo guardado y solo espero que no sea algún gracioso intentando molestar. Contesto sin ni siquiera sentarme sobre la cama.

- ¿Si?- Escucho una pequeña risa al otro lado seguida de un suspiro.

- Hola Kaytlin.- La voz es grave y sin duda de chico.

- ¿Quién eres? ¿Y cómo has conseguido mi número?

- ¿De verdad que no sabes quién soy?- Yo miro al techo intentando concentrarme en la voz, me resulta familiar pero no soy capaz de saber de quien proviene.

- Son las 6 de la mañana, o me lo dices o cuelgo.- Vuelve a reirse y yo resoplo viendo como mi paciencia empieza a agotarse.

- Soy Luke, no pensaba que te olvidarías de mi voz en solo dos días.- En cuanto dice su nombre despego mi espalda del colchón sin acabar de creérmelo del todo, su voz suena más grave de lo normal, como si estuviera afónico.

- ¿Qué es lo que quieres?- Escucho el ruido de una puerta al cerrarse y después su voz suena como si tuviera eco.

- Acabo de llegar a casa de la boda.- Paso mi mano libre por mi pelo esperando a que él continúe hablando.- Mis padres no estarán en casa hasta mañana y la verdad es que no me apetece dormir.- Niego con la cabeza sin poder reprimir una sonrisa.

- ¿Y por qué no llamas a tu novia?- Él ríe de forma irónica mientras escucho otra puerta cerrándose.

- Ella ya me tocó bastante las narices durante la boda, además cree que mis padres están en casa y no se llevan muy bien.

- ¿Ah no?- Saco las mantas de la cama de encima mía para poder ponerme de pie y caminar hacia la ventana para subir la persiana.

- No, cuando se la presenté dijeron que era una fresca y que no me traería nada bueno. La verdad es que no se equivocaron. Así que desde entonces tiene la entrada prohibida en esta casa.- Yo sonrío y camino hasta mi armario.

- Ya, pero es que... Tengo novio ¿sabes?- Él suelta una gran carcajada.

- Así que Michael lo ha conseguido.- Yo me encojo de hombros como si él pudiera verme, al mismo tiempo que con mi mano libre saco unos vaqueros y una camiseta del armario.

- Eso parece.- Él suspira y yo dejo mi móvil sobre la mesa con el altavoz para poder vestirme.

- Pues es una pena que me tenga que quitar yo solo el traje, porque tú tienes pinta de ser una chica fiel.- Ambos reimos al mismo tiempo y yo termino de abrocharme el pantalón.- Te estás vistiendo ¿verdad? He escuchado tu risa un poco lejos.

- Tal vez.- Sonrío mientras me miro al espejo, no me apetece maquillarme y tampoco estoy tan mal sin hacerlo, así que cepillo mi pelo y vuelvo a coger el teléfono desactivando el altavoz.

- Te mando la dirección en un mensaje, no tardes.- Sin darme tiempo a decir nada más escucho el pitido que anuncia el final de la llamada. Meto el móvil en un bolso y cojo una carpeta vacía porque, como compruebo en cuanto bajo las escaleras, mi madre está desayunando en la cocina.

- ¿A dónde vas a estas horas?- Me habla completamente seria mientras sujeta un periódico entre sus manos.

- Empiezo a tener parciales y voy a ver si hay alguna biblioteca abierta para poder estudiar.- Mi madre sonríe satisfecha.

- Me alegra que por fin empieces a esforzarte y a comportarte como una adulta.- Yo asiento y salgo de casa sin despedirme pensando en que en realidad no sabe lo equivocada que está y lo lejos que estoy de ser una adulta. En cuanto me subo en el coche miro la dirección que me ha mandado Luke y la introduzco en el GPS, según esta máquina tardaré unos veinte minutos en llegar. 

Cuando llego a mi destino, aparco frente a una casa blanca, de dos pisos, con un camino de piedra desde la acera hasta la puerta principal, camino por ella solo con el bolso y llamo al timbre esperando no haberme equivocado de lugar. Poco después escucho como alguien quita el pestillo del otro lado y en segundos la puerta de madera se abre dejando ver a un Luke con un tupé medio de lado, un traje completamente negro, camisa blanca y corbata negra, él sonríe y se hace a un lado para dejarme pasar. En el recibidor hay una escalera a la derecha, pegada a la pared y a la izquierda un pasillo que parece terminar en un salón. Yo observo las paredes con fotos de él, sus padres y lo que parecen sus hermanos hasta que noto sus manos en mi cintura y poco después su boca contra mi oído.

- Vamos, sube. Estás muy guapa hoy.- Termina su frase con un pequeño beso en mi cuello, subo las escaleras y lo escucho a él caminar detrás mía.- Es la primera puerta.- Yo asiento y en cuanto termino de subir abro la primera puerta que veo a la derecha, es una habitación bastante grande, con las paredes blancas, una cama doble en el medio, un escritorio que se alarga por toda una pared, el cual está lleno de apuntes y carpetas, sobre él hay una ventana por la que entra toda la luz que ilumina la habitación, en la pared de en frente hay un armario y en la pared de la puerta tiene un sillón individual con una guitarra acústica apoyada a lado. Yo me giro hacia él que está apoyado en la puerta mirándome.

- ¿Tocas?- Él asiente con la cabeza, pienso en preguntarle más cosas pero, me doy cuenta de que ya sé más cosas de él que te Michael, así que quito todas mis preguntas sobre su vida de mi cabeza y me acerco a él alargando un brazo hacia su corbata, enredándola alrededor de mi mano para tirar de ella hacia mi, Luke se separa de la puerta con el tirón y sonríe. Une sus labios a los míos de forma desesperada como si llevara semanas sin hacerlo y lo peor, es que yo hago lo mismo. Se separa un poco de mi y tira de la chaqueta de su traje para dejarla apoyada sobre el sillón, después lleva sus manos al nudo de su corbata y tira de él despacio sin quitarme la mirada de encima ni un segundo, hasta que lo deshace, se acerca a mi tirando de ella hasta que la quita de su cuello, la coge con sus manos por cada extremo y la pasa por encima de mi cabeza dejándola sobre mis hombros, usando su corbata para tirar de mi hacia él como había hecho yo antes.

- Esto puede ser interesante.- Sube su mirada de la corbata a mis ojos y se muerde el labio inferior antes de volver a besarme mientras caminamos hasta caer sobre su cama.

Fucking exhausting ( Luke Hemmings )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora