Fucking exhausting ( Luke Hemmings )

Candy.

Salgo del baño ya vestida con el pelo enroscado en una toalla para no empapar la camiseta, camino de nuevo hasta mi habitación y lo primero que hago es mirar la hora en el móvil, son las ocho y media, se supone que en un cuarto de hora debería estar en la universidad pero, es obvio que no lo conseguiré así que tampoco me agobio por intentarlo. Me siento sobre el borde de la cama y de nuevo miro whatsapp, hay varias personas preguntándome donde estoy, al parecer ayer quedamos en juntarnos todos antes de entrar a clase, decido no contestar, ya llegaré cuando pueda. Miro el mensaje de Michael "ya te gustarán" sé perfectamente que esa respuesta va con segundas intenciones pero no recuerdo quien es y su foto de perfil es de un grupo de música así que no pienso entrar en un juego arriesgándome a que sea el friki de la universidad, aunque seguramente si lo fuera no habría aguantado en la fiesta ni media hora.

Quito la toalla de mi cabeza y cojo mi cepillo en la cómoda que hay a lado de la puerta de mi habitación, cepillo mi pelo hasta que desaparecen todos los nudos y después lo seco un poco con el secador simplemente para que deje de gotear, una vez peinada pongo un poco de base de maquillaje en mi cara, sobretodo para poder borrar las ojeras por no haber dormido mucho más de dos horas, un poco de eyeliner, rimel y listo. Desconecto el móvil del cargador y lo meto en el bolsillo izquierdo de mi pantalón, después cojo mi bolso y salgo de la habitación haciendo demasiado ruido al bajar las escaleras por culpa de lo vieja que está aquella madera. Como era de esperar, mi madre está al final de la escalera mirando el reloj.

- Llegas tarde.

- Es el primer día, no pasa nada.- Ella bufa y me observa con el ceño fruncido, como casi siempre.

- Se acabaron los fiestas durante el curso.- Yo sonrío desafiante y bajo el último escalón para quedar a su altura.

- Claro que si.- Le guiño un ojo y empiezo a caminar hacia la puerta.

- Ponte una chaqueta, no puedes salir así, son las normas.

- Si mamá, la llevo en el bolso.- No dejo que diga nada más, abro la puerta y salgo de casa, hace sol y empieza ya a notarse el calor, son casi las nueve de la mañana, este clima es una mierda.

Camino hasta mi coche, un mercedes benz s63 blanco, en realidad era para mi hermano pero a él no le gusta nada conducir y se le da bastante mal así que él se quedó con un fiat 500 que era para mi porque, no me merecía un coche mejor. Y por si no te has dado cuenta, siempre consigo lo que quiero. Que por cierto, creo que olvidé mencionar que mi padre es abogado y mi madre doctora, ambos suelen estar ocupados en su trabajo y por eso siempre me es bastante fácil escabullirme para ir de fiesta.

El camino a la facultad se me hace demasiado corto y a las nueve y diez ya estoy aparcando. Antes de salir del coche compruebo que mi maquillaje y mi pelo están perfectos y después salgo del coche, al parecer hay mucha más gente que piensa que el primer día no es importante porque hay un gran grupo de chicos y chicas en la entrada, deben ser más de veinte. Según me voy acercando intento fijarme en ellos sin que se note demasiado, de espaldas está el chico del pelo verde de anoche por lo que supongo que ellos son los que deberían estar en mi curso. Uno de ellos me mira y grita mi nombre mientras me hace señas para que me acerque, ni siquiera sé quien es, parece que soy la única que ha bebido tanto que no se acuerda de nada porque el resto parece acordarse de mi. Intento sonreír como si realmente supiera quienes son. Cuando estoy cerca el chico del pelo verde se gira y sonríe, tiene los labios tan rojos que parece que se los ha pintado o que se ha estado morreando con alguna chica, o tal vez tenga algo que ver que su piel es demasiado pálida haciendo que llamen todavía más la atención. Me pongo a su lado y él me mira de arriba a abajo. Yo me fijo en sus ojos, del mismo color que su pelo, tiene un piercing en la ceja y varios tatuajes en los brazos. Ambos nos miramos a directamente y él me guiña un ojo antes de pasar uno de sus brazos por mi cintura.

- Sigo esperando la respuesta a mi mensaje.

- Así que tú eres Michael.- Él asiente al mismo tiempo que se muerde el labio inferior.- No te he dicho que me pudieras tocar.- Él parece sorprendido y quita su brazo poco a poco sin dejar de sonreir ni un segundo.

- Anoche parecías más cariñosa y estoy seguro de que en el fondo eres como una gominola.

-¿Qué clase de comparación es esa? De todas formas sería como esas que al principio parece que te van a gustar y al final terminan haciendo que te arda la boca.

- Digas lo que digas en unas horas estarás suplicando que te vuelva a tocar.- Yo niego con la cabeza y centro mi atención en el resto del grupo, quienes parecen no haberse enterado de nada de nuestra conversación. La mayoría parece que son parejas o tal vez muy buenos amigos, sé que este año no debería volver a juntarme con un grupo de chicos problemáticos que solo están en la universidad porque sus padres los obligan pero, no encajo en otro sitio.