Fucking exhausting ( Luke Hemmings )

Zero.

Las horas pasan lentas, yo cambio de posición cada cinco minutos, primero sentada al borde de la cama, exactamente de la misma forma en la que estaba antes de que se fuera James; después con la espalda sobre el colchón, pasando a girarme de forma que sea mi pecho el que se quede contra la cama; de pie paseando por mi habitación, pasando mis manos por encima de los muebles como si eso fuera a hacer que me hablaran. Cuando llego a mi escritorio, paso la mano por encima de la madera con una pequeña sonrisa nostálgica recordando cuando estuve allí con Luke, decido sentarme de la misma forma como si él pudiera aparecer en cualquier momento y posicionarse entre mis piernas.

Paso ambas manos por mi cara intentando liberar mi mente de tanta presión, de tantas ideas cruzadas, de tantas imágenes que no me dejan relajarme, pero nada es suficiente, mire a donde mire en esta habitación hay algo que me recuerda a él, a su sonrisa, a los diferentes tonos de azul en sus ojos, a la forma en la que su pelo cae sobre su frente cuando se despierta, a su voz grave cuando gime. Sacudo la cabeza y salto de la mesa sin saber que hacer, nunca había llegado a este punto de obsesión con un chico y no me gusta la sensación que tengo, no quiero vivir esto, llevo años escapando de la sensación de sentirme atada a alguien y ahora lo siento sin ni siquiera tener una relación con esa persona.

Hace unos minutos que mi hermano me ha preguntado si quiero que me suba algo de comida para cenar, pero he rechazado su oferta en menos de un segundo, tengo el estómago completamente cerrado. Lo que parecía que iba a ser el mejor lunes del último mes, ha resultado ser un completo desastre desde que Luke y yo dejamos nuestra pequeña burbuja, en la que estábamos completamente aislados de la realidad.

Decido poner un poco en orden la cama, simplemente para poder meterme en ella y desaparecer hasta mañana. Cuando acabo de estirar las sábanas y la manta, me tiro en ella tapándome por completo, dejando solo fuera de la manta mi cabeza, en cuanto hago contacto con la almohada, su olor me inunda por completo como si él siguiera allí, como si mi madre no hubiera puesto todo patas arriba, ¿cómo puede ser que su olor esté tan impregnado en la tela que cubre la almohada? Tal vez mi subsconciente esté ayudando a hacerlo más fuerte. Doy una vuelta sobre la cama, pensando que tal vez de esa forma, poniendo mi cara en el lado contrario al que él durmió, su olor no seguirá atormentándome, pero no es así. Bufo y noto el frío recorriendo mi cuerpo, tras tres noches durmiendo a su lado, se me hace completamente extraño no notar su calor y tal vez esta sea una de las razones por las que nunca pasaba tanto tiempo con un chico. Este es uno de esos momentos en los que te das cuenta del gran error que has cometido por dejar durante demasiado tiempo tu muralla bajada.

Intento dormir pero es completamente imposible, mi cabeza no para ni un segundo de darle vueltas a todo, así que decido coger el móvil que está sobre mi mesita de noche, tengo varios mensajes sin leer pero mi dedo no presiona ninguna conversación hasta encontrar su mensaje. "Siento como me comporté esta mañana." Yo sonrío pero no le contesto, voy hacia atrás y veo un mensaje de Michael "Estoy esperando a que te dejes de tonterías con el imbécil ese y vuelvas a estar gimiendo bajo mi cuerpo, sabes que volverás ¿para qué retrasar más el momento?" Yo niego con la cabeza y decido borrar su conversación, cuando voy a bloquear de nuevo el móvil, veo un mensaje que acaba de llegar. "Dime que tu cama se te está haciendo igual de grande que a mi la mía por no tener tu cuerpo junto al mío." Yo no puedo evitar sonreír, me muevo sobre la cama quedando boca arriba, observando el techo, tras varios segundos, me decido a darle al botón de llamada. No tarda mucho en contestar.

- Hola.- Por su tono de voz sé que está sonriendo porque lo más seguro es que no se esperara que lo llamara.

- Hola...- Estoy segura de que mi voz no suena tan entusiasmada como la suya.

- ¿Pasa algo?- Yo cierro los ojos mientras me pienso bien si contarle lo ocurrido o no, pero necesito desahogarme con alguien y él es el único que sabe lo que pasó el fin de semana y el único que quiero que lo sepa.

- Mi madre encontró el envoltorio del condón que usamos ayer.- Luke bufa y estoy segura de que está pasando una de sus manos por su pelo.

- Mierda, ¿fue muy malo?- Yo suspiro y abro los ojos poco a poco lamentando que él no haya hablado durante más tiempo para disfrutar del tono bajo de su voz en mi oído.

- Se le pasará.- Ambos nos quedamos en silencio durante unos segundos, dejando que lo único que se escuche sean nuestras respiraciones.

- Mañana... Bueno... Si quieres puedo pasar a buscarte por la mañana...- Yo me paso la mano por la boca antes de responder.

- No creo que sea buena idea.- Siento como si pudiera ver su sonrisa desaparecer al instante de su cara.

- ¿Por tu madre?- Yo me giro de nuevo quedando acostada de lado, con las piernas completamente dobladas y con su olor de nuevo inundando mi nariz.

- Por mi... Esto... Se me ha ido de las manos... Se supone que solo nos deberíamos acostar y en lugar de eso... No puedo hacerlo Luke.- Lo escucho bufar desesperado y cuando habla, su tono de voz es todo lo contrario a lo que era antes.

- ¿Qué vas a hacer como si no pasáramos juntos este fin de semana? ¿Qué quieres volver al punto en el que solo hablábamos para picar al otro y después acabar follando?- Yo no digo nada y él vuelve a bufar.- Pensaba que había cambiado algo.

- Ha sido solo un paréntesis, quiero recuperar lo de antes. Nada de compromiso, ni de llamadas a las 12 de la noche, ni de mensajes diciendo que extrañas dormir conmigo, solo sexo.

- Muy bien, si es lo que quieres, nos vemos mañana en clase, adiós.

- Luke, no...- Ni siquiera me da tiempo a decir nada más antes de escuchar los pitidos que anuncian que la llamada se ha acabado. Dejo caer el móvil a lado de mi cara y me encojo todo lo que puedo abrazándome a mi misma simplemente esperando que el sueño me aleje de una vez de esta mierda de día y con él se vayan las lágrimas que están empapando mi almohada.