Game.

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No es por ir de creída ni por alardear pero esta es de las pocas veces que me acerco a un tío y casi ni me mira, es como si fuera invisible para él, me planteo el seguirlo e intentar conseguir algo de atención pero eso es patético, nunca he ido detrás de un chico así que no empezaré a hacerlo ahora y menos todavía sabiendo que no es el tipo de persona con las que me suelo juntar.

Camino de nuevo por el jardín luchando por no quedarme sin un tacón a mitad del trayecto. Al entrar de nuevo en la casa el calor y el mal olor hacen que quiera volver a salir pero entre la gente veo el pelo de Michael subiendo y bajando, seguramente esté saltando, doy un gran trago a mi bebida acabándola por completo y dejando que el frío inunde mi garganta. Miro el suelo y veo que está lleno de los vasos de plástico así que simplemente por no tener que buscar una papelera, dejo que el mío corra la misma suerte que el resto y lo suelto haciendo que caiga sobre el suelo de mármol. Me meto entre la gente siendo empujada más de una vez, se nota que no han perdido el tiempo mientras estaba fuera y más de uno debe llevar ya varias copas encima.

En medio de toda la gente me tropiezo con Michael que, parece haberse tomado algún estimulante porque no para quieto ni un segundo, se mueve de un lado a otro, salta y baila de una forma bastante extraña, ni siquiera parece haberse dado cuenta de que estoy a su lado esperando a que me vea y me saque de este lío de gente borracha que cree que sabe bailar y no es así. Por fin su mirada se cruza con la mía, deja de saltar unos segundos y después se pega a mi rodeando mi cintura con su brazo, acerca su cara a la mía haciendo que en cuanto abra la boca el olor a cerveza haga que me eche ligeramente hacia atrás.

- Sabía que volverías.- Pone su mano en mi nuca de la misma forma dominante que había hecho yo minutos antes y besa mi boca como si estuviera a punto de bajarse los pantalones y follarme allí mismo. E igual de desprevenida que me pilló el beso, lo hace el momento en el que él se aleja, se muerde su labio inferior mientras me guiña un ojo y vuelve a saltar ignorándome por completo. Venganza, sin duda. No pienso quedarme aquí mientras él disfruta de su triunfo, doy media vuelta y empujando a la gente salgo de esa marea humana. Vuelvo a la cocina ya que, allí no hay tanta gente, Steve vuelve a ofrecerse a ponerme una bebida, me pregunto por qué no disfrutará de su fiesta, tal vez quiera asegurarse de que nadie le mete cosas raras a los vasos o no quiere que rompan alguna botella. En cuanto termina de prepararla la pruebo, y la verdad es que sabe fatal pero prefiero no decírselo, el sabor del whisky tapa por completo el resto de bebidas que lleva, es asqueroso. De todas formas doy otro trago intentando saborearlo lo menos posible, Michael aparece en la cocina, está sudando y ya no lleva puesto el chaleco, parte de su pelo se queda pegado contra su frente completamente empapada.- ¿Por qué huyes de mi?- Habla casi gritando como si aún siguiera en medio de aquella gente con la música a todo volumen.

- No huyo de ti, simplemente quería venir a beber.- Él asiente y se acerca lentamente hacia mi con una sonrisa ladeada y una mirada intimidante.

- ¿Y antes?- Su tono ha bajado tanto que ha pasado de ser una voz aguda a tal vez una demasiado grave. Me encojo de hombros y doy un nuevo trago a mi bebida intentando simular que me gusta.- ¿Por qué no vamos a un sitio con menos gente?- Él ya está a la distancia justa de su codo a su mano con la que sujeta mi cadera haciendo que la tela de mi vestido se arrugue entre su mano.

- No estoy tan borracha como para acostarme contigo.- Su sonrisa se hace más grande y echa la cabeza hacia atrás haciendo que la nuez de su cuello se marque más de lo que lo hace normalmente.

- ¿Vas a dejarme con las ganas dos noches seguidas?-Yo frunzo el ceño sin saber muy bien a lo que se refiere, tal vez sea porque no recuerdo mucho de la noche anterior.- Espero que mañana por lo menos te acuerdes.- Pasa su mano de mi cintura a mi espalda rozando con la punta de sus dedos mi piel, mientras que con la otra mano me arrebata el vaso con la bebida y da un trago largo sin inmutarse, como si fuera agua, vuelve a dármelo y acerca su cara más a mi.- Vas de chica mala, intentas jugar con los chicos pero en cuanto hay uno que empieza a dominar tu juego no haces más que alejarlo de ti.- Roza sus labios con los míos y vuelve a la misma distancia de antes esperando mi respuesta.

- No me conoces.- Hago lo mismo que él y corto la distancia que separa nuestros labios, aunque en lugar de un roce es un beso, corto y casto.

- Conozco a mil como tú.- Vuelve a acercarse y nos besamos de nuevo, él muerde mi labio inferior y baja su mano a mi trasero pegándome por completo a su cuerpo.

- No hay ninguna como yo y lo sabes.- Me acerco de nuevo para besarlo pero él se aleja.

- Demuéstramelo. Juguemos.- Vuelve a besarme de la misma forma que lo había hecho en el salón solo que esta vez sus manos sujetan con fuerza mi culo y no mi nuca.

Fucking exhausting ( Luke Hemmings )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora