Viernes 17 de noviembre del 2016, 10:30 p.m.
Residencias Milenia, Acapulco de Juárez.
Dafne caminaba con el paquete de fideos que su madre le pidió, ya era muy tarde, pero su padre no regresaba y debía ir ella. Miraba por las calles casi cerradas, se dio cuenta de que estaba muy vacío para lo normal, apresuró el paso, notó que un sujeto le seguía, algo no estaba bien. La chica empezó a correr, el sujeto le siguió casi al mismo paso. Otro sujeto salió de la nada, doblando una esquina, casi atrapó la chica, pero Dafne le lanzó el paquete de fideos en la cara con bastante fuerza. Salió corriendo en una dirección diferente, giró a ver detrás suyo y se dio cuenta que un coche seguía a los sujetos en su dirección. Corrió lo más rápido que pudo, pero los hombres le alcanzaban, saltó por una barda y entró a esa casa en construcción que no se terminaba, se puso detrás de un pilar mientras las luces del vehículo enfocaban en su dirección, Dafne se agachó por el pilar cuando escuchó el sonido de dos armas bajando su seguro.
— ¡Vamos a charlar un poco, hija! — gritó un hombre rubio con porte elegante y serio, notando su acento americano. — No queremos que esto termine muy rápido.
La chica miró por todos lados y subió corriendo por unas escaleras de concreto, el hombre la vio e hizo una a señal a otros sujetos que salían del auto.
— Escucha. — le dijo en voz alta. — Mi nombre es John Belch, claro que no es mi nombre real, ¿quién mierda se quiere llamar así?, pero es el único y tal vez el último que vayas a escuchar en tu vida.
Varios sujetos comenzaban a reír mientras entraban a la casa abandonada.
— En fin, el señor García nos mandó por ti, mi lady. — siguió hablando John al mismo tiempo que sacaba un cigarrillo de su bolsillo y lo encendía. — Seré honesto, no me gusta seguir a las chicas, se me hace algo de acosadores y yo odio a los acosadores, se me hacen escoria. — dio una bocanada y siguió. — Pero tú, mi querida y hermosa chica, has metido las narices en lugares muy oscuros. Un chico nos dijo que te han visto con ese niño malcriado de Leyva, ¿te digo la verdad?, si ese chico fuera mi hijo, ya le hubiera dado un sinfín de nalgadas.
La chica seguía mirando por una ventana sin cristal, todo en el lugar era gris y con cemento seco, parecía ese sitio perfecto para entrar en pánico.
— Creo que los mexicanos no sirven para copiarnos, ¿sabes? — comento John Belch sin dejar de fumar. — Mi padre era muy racista en ese aspecto, odiaba a los negros, quería ver a los asiáticos ardiendo, pero sus preferidos eran los mexicanos, no sabes el odio que sentía por ellos. Una vez me golpeó cuando se enteró que me había cogido a una mexicana que estudiaba conmigo en la escuela, me dejó sin comer dos días, lo recuerdo bien.
— Señor, alguien está cerca de la entrada. — le informó uno de sus hombres que estaba al volante del auto, pasándole un teléfono móvil. — Un Mustang.
— ¿En serio? — expresó John Belch rascándose la frente. — ¿Tan rápido?, pero si apenas vamos a empezar.
John escuchó lo que el vigilante le decía, tal parecía que sólo era una chica rubia en el Mustang que iba a visitar a su tía. El hombre colgó y le regresó el teléfono a su compañero, giró a ver el edificio, los otros sujetos seguían sin encontrar a Dafne.
— Te diré algo. — habló en voz alta. — No quiero matar a una hermosa chica como tú, pero haremos un trato; dime cómo es Andy, no me refiero a su aspecto, más a bien a la forma en que ataca, ¿sabes?, una vez me tocó ver a su padre en acción, era un invierno de 1996, fue de sus últimas misiones, se infiltró en un cártel de drogas en el que yo trabajaba, mató a casi 200 personas en una sola noche... ¡Una maldita noche! ¿Sabes lo que es eso? ¿Sabes todo el respeto que se ganó?, no mató a esas casi 200 personas con una bomba o algo tan marica, no, los mató con sus manos, les quitaba las armas de sus manos y le disparaba a quemarropa a cada uno, era como ver un montón de hormigas atacando a otra hormiga, eran montañas de cadáveres, fue hermoso, sin duda.
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194: Insurrección
ActionUna droga peligrosa, un laboratorio secreto, un tiroteo que cobra la vida de más de 12 estudiantes y demás peligros llegan al puerto de Acapulco, la policía intenta lidiar con eso, pero detrás del telón, cuatro jóvenes son buscados por el causante d...