194: Insurrección

Capítulo 24: Colossal

  Jocelyn e Ismael fueron los primeros en atacar, Andy los esquivó para recibir de frente a Santiago, quien intentó pegarle de inmediato, pero Leyva era más rápido que antes.

  — ¡¿Cómo?! — exclamó Giselle.

  — Es el saco. — explicó Felipe a un lado. — Pesa, pero ahora que no lo tiene es más rápido.

  Las gemelas pelearon contra Andy de forma sincronizada, una le pegó en la pierna mientras la otra le pegaba con el bastón en la espalda. Andy tomó a Vera, pero Noria le dio una descarga en el torso. Santiago llegó de un costado e intentó imitar a Noria, pero Andy les lanzó a Vera.
  Belch apareció de un lado y le pegó con el bastón en el vientre. El chico cayó de rodillas mientras los demás lo golpeaban con los bastones y electrocutaban. Su visión apenas notaba a Sofía corriendo y regresando para arrastrar a alguien, Dafne se puso de pie y le ayudó con Dayana.

Hazlo.

  Andy se mantuvo peleando, se levantó y golpeó a todos de las formas que podía, sin embargo, seguían pegándole de varios lados hasta que su mente comenzó a dar giros.
  Las palabras pasaban por su cabeza de manera violenta.

Control.

  Todos lo seguían golpeando, haciéndole recordar esos días con su padre, esos días que no recordaba, ¿eran reales esas memorias?, no, no lo sabía, jamás se había hecho esa pregunta en su vida.

Control. Ya.

  ¿Acaso podía distinguirlos?, no se había hecho esas preguntas hasta ese momento, en ese que estaba por ser su último, no dejaba de ver el rostro distorsionado de alguien.

Vete.

  Jocelyn, las gemelas y Giselle lo hicieron caer de rodillas mientras le daban una larga descarga eléctrica.

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  ¿Había algo que lamentar?, tal vez no, pero ahora estaba de rodillas mientras varios bastones se ponían en su cuerpo, lastimando cada partícula de una forma dolorosa.

  — Hay algo que olvidaste hacer desde hace unos minutos. — le dijo John Belch sonriendo. — ¿Acaso no eran diez chicos?, porque yo veo nueve, ¿en dónde está Simón?

Arriba.

  Andy levantó la vista e intentó ponerse de pie, sin embargo, ya era tarde, una bala traspasó su cuerpo y lo último que logró ver fue a Simón Terrazas en el techo de un edificio con un pequeño fusil. Los otros chicos y John Belch se lanzaban contra él mientras caía en el charco de su propia sangre. Notando el rostro distorsionado de alguien en el centro.

Lo olvidaste, ¿no?

  Sofía ahogó un gritó cuando vio la escena, intentando correr hacia ellos, pero Dafne y Johan (quien ya había despertado del trance) la tomaron de los brazos y se fueron corriendo al estacionamiento de profesores para subir al Mustang de Andy, se fueron con sobrepeso, sin rumbo concreto mientras Sofía rogaba por volver y Johan se tragaba el coraje con sus lágrimas cayendo de golpe.

  — Lo logramos. — dijo John Belch a ver el cuerpo de Andy Leyva en el suelo. — Vámonos.

  — ¿Sigue vivo? — preguntó Giselle pegándole al cuerpo con su pie.

  — Ruega que lo esté. — respondió Belch escupiendo sangre.