Capítulo 12: Medio Tiempo

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Jueves 01 de diciembre del 2016, 5:23 p.m.

Secundaria 194, Acapulco de Juárez.

  — ¿Qué? — balbuceó Felipe girando a verlos.

  John Belch sangraba por un brazo, Andy tenía a Dafne en sus brazos mientras estaba de cunclillas en el suelo. David se mantenía observando todo desde la lejanía.

  — Creo que se acabó. — dijo Belch cubriendo su herida en la mano con la otra mientras caminaba. — Me temo que hay un cambio de planes.

  — ¿Qué pasa? — preguntó Felipe cuando Belch pasó a su lado.

  — Lo necesitamos vivo. — respondió John poniéndose el saco. — Nos vamos, hasta pronto, Leyva.

  Pinzas, Felipe y Belch se llevaron a todos los miembros de la pandilla mientras Andy se mantenía inmóvil en medio de la plaza con Dafne en sus brazos. La chica observaba el cabello que cubría sus ojos y sus labios que parecían lastimados.
  Una vez que todos se fueron, Andy se puso de pie y Dafne lo imitó, ella observó cada detalle en su cuerpo.

  — Andy... — susurró ella con tristeza.

  El chico sonrió y cayó de espaldas en el suelo mientras Dafne y David lo ayudaban con histeria.

*

  — ¿Habrá cambios en Acapulco?, sí, los habrá. — dijo el presidente municipal a la prensa en medio de una conferencia. — Estoy orgulloso de comentar que tenemos una gran oportunidad en el ámbito comercial, gracias a que hemos depositado nuestra confianza en un hombre que se tomó el tiempo, esfuerzo y valor de ejercer sus habilidades para bien de nuestra comunidad. Es un honor dar el cargo de gobernador al licenciado Roberto García.

  García subió al frente con su saco marrón y su peinado con una coleta, sonrió al público de manera carismática, ejerciendo confianza en todos los presentes.

  — Acapulco merece tener los mejores proveedores, la mejor mercancía y las mejores oportunidades para los artesanos que ofrecen sus productos bien hechos al mundo. — habló García con una voz firme. — Es para mí un placer tomar el cargo de gobernador, también un privilegio y un compromiso, no sólo con la política, también con ustedes.

  Todos aplaudían en el auditorio mientras García sonreía de manera discreta al verlos.

*

  — ¡¿Por qué mierda no nos dijeron su puto plan?! — les gritó Johan totalmente enfurecido.

  — No creímos que Andy llevaría todo a un extremo. — contestó David observando por la ventana en casa de la familia Abarca.

  — ¡Es Andy! — exclamó Johan de manera histérica. — ¡Estúpido es su maldito segundo nombre!

  Sofía Abarca se mantenía sentada a lado de Andy en la habitación más grande en la casa, el chico dormía con varias heridas vendadas y cuidadas por Sofía y Dafne. La chica, jugando con su cabello pelirrojo, pensaba en la posiblidad de cortarlo hasta los hombros, igual que el de Amanda o Dafne, ¿eso le sumaría puntos con él?
  Andy comenzó a despertar, ella giró y se acercó más a él con un rostro de preocupación. El chico abrió los ojos y Sofía lo abrazó mientras lloraba de forma discreta.

  — Creí que te ibas a morir. — le dijo entre sollozos. — El médico de la familia estuvo aquí y nos dijo que esas heridas eran peligrosas. Si ese hombre te hubiera golpeado más fuerte, te habría roto una costilla que te pudo haber matado... ¡Idiota!

  — ¿En dónde estoy? — preguntó Andy en voz baja.

  — En mi casa. — respondió Sofía sin dejar de abrazarlo. — ¿Por qué haces cosas tan estúpidas?

  — No lo recuerdo. — dijo Andy cerrando los ojos nuevamente.

194: InsurrecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora