Capítulo 16: Los Malos

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Sábado 25 de diciembre del 2016, 2:03 a.m.

Lugar desconocido, Acapulco de Juárez.

  Felipe se encontraba apoyado en una barda, observando la forma en que el mar se movía. Los demás chicos estaban reunidos alrededor de una fogata que Pinzas hizo.

  — ¡Te reto a que bebas lo que tiene esa botella de Vodka! — exclamó Giselle recostada en la gran espalda de Pinzas. — ¡¿O eres cobarde?!

  — ¡Ya lo verás! — contestó Ismael tomando la botella de un golpe y bebiendo el contenido, pero escupió al sentir la fuerte sensación.

  Todos reían; Jocelyn estaba con un pedazo de pavo en las mano, a su lado se encontraban las gemelas Vera y Noria con una copa llena de whisky cada una, a la izquierda, Santiago sonreía junto a Simón.
  Michael se encontraba recostado en una roca, haciendo notar que ya estaba ebrio.
  Giselle dejó a Pinzas mientras reían y se acercó a Felipe.

  — ¿Qué pasa? — preguntó Giselle con una voz agitada, mostrando lo ebria que estaba. — ¿Por qué miras el mar?, es sólo agua...

  — Puedes aprender mucho al ver el agua. — respondió Felipe bebiendo de la cerveza que tenía en sus manos.

  — ¿Cómo qué?

  — El agua fluye, de esa manera deberíamos fluir, en todo.

  — ¿Ya estás tan ebrio que empiezas a decir tonterías?

  — Claro...

  Felipe sonrió mientras Giselle se iba dándole una palmada suave en la espalda.
  Una silueta apareció, caminó lentamente hasta llegar a Felipe, poniéndose a su lado, ambos observando el mar.

  — ¿Por qué no lo matas? — le preguntó Felipe.

  — Hay más en él. — respondió John Belch encendiendo un cigarrillo de manera tranquila. — Todavía hay ventajas, además, quiero ver todo lo que tiene por dar...

  — Lo estás preparando. — comentó Felipe. — En menos de lo que crees ya va a poder asesinarnos a todos en un abrir y cerrar de ojos.

  — Eso es lo que pasa cuando quieren jugar con fuego...

  — ¿Hablas del Proyecto Leyker?

  — Sí, pensé que sólo era un rumor, pero cuando busqué en los archivos, logré tomar los expedientes de cada uno de lo tres pacientes.

  John Belch sacó tres sobres con papeles que le dio a Felipe, el chico los tomó y leyó.

  — Connor Anderson. — leyó en voz alta. — Primer paciente voluntario, resultados positivos, muerto en un accidente de laboratorio.

  Felipe observó la foto del sujeto y la dejó a un lado.

  — Hang Kurumada. — leyó de nuevo en voz alta. — Segundo paciente voluntario, resultados negativos, muerto en un experimento.

  Observó la foto y la volvió a dejar de un lado, observó la foto del tercer paciente y sonrió. La tomó y la miró con más atención.

  — Los Leyker no tienen ningún sentido de humanidad. — comentó John Belch. — Tercer paciente, primero en ser obligado, resultados positivos que sobrepasan la excelencia, logró adaptarse a los experimentos.

  — Era sólo un niño. — dijo Felipe mirando la fotografía.

  — Supongo que cumplía los requisitos, ¿no?

  — ¿Cómo lo vences?

  — No puede sobrevivir a cosas tan fuertes.

  — Entonces, deberé hacerlo más fuerte.

  — Buena suerte con eso.

  — Gracias.

  — ¡Feliz Navidad a todos!

  John Belch se fue saludado a todos los chicos, mientras que Felipe dejaba la foto de un niño mexicano de piel morena clara y cabello negro despeinado a un lado.

  — Feliz Navidad... — dijo Felipe sonriendo.

194: InsurrecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora