Capítulo 13: Preparativos

2 0 0
                                    

Sábado 24 de diciembre del 2016, 9:30 a.m.

Hogar Abarca, Acapulco de Juárez.

  — Deben levantar más el arma y sostenerla con más fuerza. — le indicó Johan a las tres chicas en medio del patio. — Si no lo hacen, las puede lastimar muy fuerte.

  Magda disparó primero, dando al blanco de inmediato; una botella de vidrio. La siguiente fue Nicole, que a duras penas le dio, pero Dafne no logró ni siquiera acercarse.

  — Creo que funciona mejor si apuntas. —  dijo Sofía detrás de Dafne con una sonrisa fría.

  — Supongo que tú podrías hacerlo mejor, ¿no? — contestó Dafne molesta y dándole el arma.

  Sofía la tomó y con una mano disparó el arma, dando al blanco sin siquiera verlo. Sonrió y le dio el arma a Dafne en el pecho de manera agresiva. Ambas parecían mostrar un ambiente de pelea natural.

  — ¿Siempre eres así de grosera, niña rica? — preguntó Dafne con el arma en ambas manos.

  — Pregúntale a Andy. — respondió Sofía. — Pero sin que te coja, perra.

  Dafne dio un paso adelante para responder, pero Johan se puso entre las dos y le ordenó a Dafne que siguiera practicando con el arma mientras conversaba con Sofía, la chica obedeció de mala gana.

  — ¿En dónde está Andy? — le preguntó Johan.

  — En la terraza con David. — respondió Sofía molesta. — Debes hacer algo, ese idiota hace ver a Andy igual que un homosexual animado.

  — No se necesita de mucho para eso. — comentó Johan. — ¿El padre de Andy te ha llamado?

  — Sí, me dijo que mañana vendrá a la cena de Nochebuena. — dijo Sofía. — Me enojaría mucho si no viniera al cumpleaños de su propio hijo.

  — ¡Es cierto! ¿Ya tienes su regalo? — preguntó Johan y ella respondió con una sonrisa discreta que ocultó usando su mano y mirando a otro lado. — ¡Ugh!, da igual, ¿crees que deba regalarle dos cosas por su cumpleaños por ser Navidad y su cumpleaños o sólo uno por dos?

  — Creo que dos, ¿no? — respondió Sofía. —Su cumpleaños es el 25, es mañana de Navidad, creo que sería muy cruel darle sólo uno.

  — No lo estoy matando. — dijo Johan. — Eso debería ser su primer regalo por hacer la primera cosa estúpida que viene a su cabeza.

  — Es cierto, ¿no crees que las heridas de Andy han sanado muy rápido? — comentó Sofía girando a ver la terraza desde el patio.

  — ¿A qué te refieres?

  — La primera vez que el médico de mi familia lo revisó, dijo que las heridas internas podían ser graves por los horribles golpes que recibió, aunque su saco fuera resistente, definitivamente le deberán dejar secuelas físicas, sin embargo...

  — ¿Qué?

  — Andy está muy normal, más holgazán que de costumbre, odio tener que darle de comer y hacerle las cosas, parezco su mamá...

  — Oye, no digas eso, sabes que Andy no tiene mamá.

  — Yo puedo ser su "mami".

  — Tienes problemas...

  — En fin, supongo que la pereza es por los medicamentos que le dio el médico, me dijo que eran para el dolor y que podían hacerlo más tranquilo, quieto y relajado.

194: InsurrecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora