I Got You

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Otro atraso, esta vez de un mes completo. Mil perdones.

Mi gran desafío llamado "Al Estilo del Mal" me lleva tanto tiempo como el trabajo de todos los días. En fin, aquí les traigo un nuevo one-shot.

Para este capítulo me base en dos peticiones diferentes, a los que querían una versión shota (La edad prohibida para la tentación) y quien me pregunto si podía hacer "una historia con un tema serio pero que termine siendo tierno", ¡Pues lo hice!

Aclaraciones: En este fic, la historia se desarrolla dónde queda el Coliseo del Cielo. Killua tiene siete años y Kurapika, diecisiete.

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I got you

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Con solo ver que alguien admiraba atentamente el cabello de Killua, lo supo.

Ya lo descubrieron.

- ¡Yo te conozco!- Grito un hombre mayor, que de la emoción empujo atrás a varias personas en la fila- Eres Killua, ¡El adonis letal!

Un guardia policial advirtió el escándalo y demando orden.

- No rompan la fila, por favor.

- Yo soy el revendedor de las entradas al Coliseo del Cielo, vi tu pelea ayer y fue espectacular- Insistió el ruidoso, ignorando al guardia- ¿Me das tu autógrafo, Killua?

Quien acompañaba a su ídolo, un rubio delgado de ojos grises, exhalo un tedioso suspiro.

- No tenemos tiempo para esto. Sera mejor irnos.

- Ni hablar, ya pasamos bastante rato haciendo fila. ¡Oiga, señor, quítese! ¿Dónde le firmo? ¿En su calva?

- Donde sea está bien, tu firma vale más dinero que mis entradas.

- Ha hablado de mas- señalo Kurapika, que pronto se vio rodeado de curiosos que se amontonaban hacia ellos.

- ¿Por qué empujan todos? ¿Acaso el niño es famoso?

- ¡Famosísimo, señora!

- Te dije que te quedas con la gorra para esconder tu identidad- Kurapika miro a todos lados, buscando un hueco por el que escapar.

- Señor revendedor, le daré mi autógrafo si a cambio me deja avanzar en la fila.

- Killua, no negocies.

- ¡Por supuesto! Ustedes también, déjenlos pasar- Demando a los que estaban adelante- El chico es un luchador del coliseo, denle el respeto que se merece.

- Bien dicho.

- Sera posible...- Kurapika se masajeo la frente, negando con la cabeza.

Asombrosamente, si les cedieron los primeros lugares. Sin desaprovechar la ocasión, Killua corrió adentro. El verdadero problema ocurrió cuando le señalaron que no tenía la altura para montar la atracción.

- Sabia que esto pasaría- Kurapika le enseño una tarjeta especial al encargado- Yo lo acompaño.

- ¿Usted es su tutor?

- No, su guardaespaldas.

- ¿En serio?- El hombre se lo tomo a chiste- ¿Guardaespaldas de un niño tan bonito?

- Killua Zoldyck no es un niño, es un demonio con cara de ángel- Miro hacia arriba, frunciendo el ceño- Que acaba de subirse por los rieles mientras hablábamos...descuide, yo me encargare de él, como siempre.

Extrañas fijacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora