Desde lo hondo de su raciocinio, sabía que era una pregunta tonta que llevaría a horizontes impensables.
Con Killua más manso que gato recién nacido, se le antojaban temas raros.
Estaba decidido a no decir nada, todo sea para no romper el momento de relax, cuando sus labios lo traicionaron.
— ¿Qué te gusta de mí?
El niño sentando en su rodilla lo miro sorprendido, pero contesto al instante.
— Tu personalidad.
— Es una frase tan falsa— Killua se sorprendió de su crítica, así que explicó: — Quiero decir, definir a alguien de ese modo es como una respuesta de escape, expresa ignorancia y culpabilidad.
— Allá vas otra vez con tus conceptos de sentimentalismo barato...
— Es que tu respuesta es muy ambigua.
— ¿Debo explicarlo, punto por punto?
— No, no, mejor olvídalo.
Kurapika creía que la garganta se le cerraba, porque se veía a si mismo dentro de un pozo que el mismo cabo y ahora se estaba echando tierra él solo.
— Tu perseverancia, honor y dualidad.
— ...Explícalo, por favor.
— Siempre tienes los pies en la tierra. Sueles ser amable y a la vez reservado, entregado a tus metas y paciente con el trabajo, esa dualidad tuya te hace interesante...Hasta que te conocen bien y descubren que solo eres un latoso amargado.
— Chistoso.
— Tienes un sentido de la responsabilidad muy grande, por ejemplo, tu venganza es un compromiso que has creado para ti mismo. No me gusta cuando te lanzas con tu rencor como si intentaras convertirte en mártir solo por honor. En esos casos, eres desesperante.
— Esa es una idea un poco contradictoria.
— Por último, tu perseverancia. Eres constante, con mucha voluntad y te esfuerzas por avanzar, nunca te dejas influir por nadie y sigues tu objetivo sin vacilar.
— Killua...
— ¡Y esas son las tres cosas que me gustan de ti! Si sigues portándote raro, te dejare de veras.
El Kuruta envolvió a Killua con un brazo, pasando por su vientre, besándolo en la mejilla, gestos que ponían al Zoldyck de los nervios.
— ¡No hagas eso de repente! — Eso decía, pero por dentro estaba muy contento— ¿Y a ti? ¿Qué te gusta de mí?
El impacto de la pregunta cayó como una bomba y Kurapika pensó a gran velocidad. Por supuesto que podía decir muchas cosas de Killua, unas mejores que otras, algunas que no le gustaban del todo, solo que ponerlas en palabras era un verdadero trabajo.
"Tu piel"
Kurapika se dio un cachetazo mental. No iba a decir eso.
"Tus ojos"
Mal, peor que mal. Era una respuesta más usada que el cuento de Cenicienta. No es que fuera mentira o un mal recurso, sino que era impráctico. Tampoco era mentira, porque para Kurapika ser reflejado por esos dos zafiros grandes y preciosos era magnifico.
Killua lo volvió a ver, impaciente. "Este sabelotodo...De tanto pensar, no se le ocurre nada".
Kurapika dejo su indecisión a un lado y miro a Killua fijamente, listo para contestar.
"Al fin, la respuesta del millón"
— ¿Y bien...?
— Tu cabello.
¿Se cayó el techo? A Killua le pasaba que sí, porque todo se volvió más pesado.
— Me gusta tu cabello, ¿Quieres saber por qué?
Conociendo a Kurapika, le daría toda una lista.
— Me gusta el color, se asemeja al alba en la cima de un monte rodeado de nieve. Me gusta su textura, es más suave que cualquier tela y tan delicado que temo estropearlo cuando lo toco. También, me gusta tu cabello porque es...
— Sí, sí, porque me destaca en una multitud para encontrarme donde sea— Killua fingió indiferencia— Ya entendí.
Kurapika esbozo una sonrisa. Sin embargo, Killua no lo iba a dejar cantar victoria tan fácil.
— Hablando de lo que te gusta de mi físico... Y yo te creía más sensible.
— Yo no quise dar eso a entender.
— Superficial— Killua se cruzó de brazos, haciéndose el ofendido— Pensaba que veías más allá...
— Killua, no voltees esto a tu conveniencia.
— Esta bien, te perdono, yo también soy superficial. Hay partes de ti que me gustan más.
Sin más demora, saco una Tablet de sus bolsillos y se arrojó a la cama, comenzando el nuevo videojuego de Yu-Yu Hakusho que había dejado inconcluso.
Por su parte, Kurapika lo miro sin pestañar, incrédulo por su comentario.
— Killua— Aunque hubiera una posibilidad muy alta de que iba a caer en una trampa, la curiosidad lo empujo a decir: — ¿Qué te gusta de mí...Físicamente?
Killua rodo los ojos, dejando en pausa a su personaje, Hiei, para mirar hacia el mayor, con una sonrisa ladeada.
— Me gustan tus dedos, ¡Sí que sabes usarlos!
— ¡Killua, tu lenguaje!
— También me gusta tu cabello con forma de coco.
— Entonces me lo dejare crecer...
— ¡Para verte más femenino! Ah, ese es otro. ¡Me gusta que todo sea un misterio contigo!
A estas alturas, Killua estaba corriendo por el apartamento mientras el rubio lo perseguía, pero se detuvo tan pronto oyó las confesiones del menor.
— Si vas a jugar así...
Apretó los puños y trago duro, dándose valor al tiempo que Killua bajaba del techo con cara de interés.
— Me gusta tu piel, que supera la palidez de la luna y es mas fina que una sábana de nubes.
— ¡O-oye...!
— El asombroso y profundo oasis en tus ojos, muchas veces temo perderme en esa deriva y ahogarme en tu mundo.
— ¡No te pongas poético ahora! — Ardido de sorpresa y creciente rojo, Killua sacudió la cabeza varias veces para evitar mostrar su rostro— Ya, ya, no digas más.
Una risa ligera suena entre los dientes de Kurapika y Killua decide que puede dejarle ganar por esta vez, ahora mismo no tiene ánimos para contraatacar.
— También— Pero Kurapika no era de los que se detienen cuando encuentra una oportunidad para arrinconar al Zoldyck, poniéndose de cuclillas para alcanzar su mentón y elevarlo a la altura de su rostro, encontrando sus miradas— Tus labios descarados y maliciosos, especialmente cuando dices mi nombre.
En un brote de ingenio, Killua sonrió torcido, porque a el nadie le gana.
— Pues de ahora en adelante, deberás esforzarte un poco más para que lo diga cómo te gusta.
En su interior, un hormigueo ardiente sacudió la boca de su estomago cuando Kurapika le devolvió la mirada desafiante y eso fue todo.
A decir verdad, el rubio podía pasarse el día entero hablando sobre las virtudes y cualidades de Killua Zoldyck, pero al final, este crio era lo más indefinible del mundo.
Kurapika solo desea seguirle el ritmo antes de perderse de verdad en esta aventura que supone su relación.
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Extrañas fijaciones
RomansaDrabbles de momentos secretos donde se sienten en plena libertad el uno con el otro. (HunterXHunter) (Kurapika Kuruta x Killua Zoldyck)